"Alcohol." (Nygmobblepot)

10

Apenas ayer terminé de ver la serie de Gotham... Los dos últimos episodios estuvieron re-locos.

-No contesta...- dijo Oswald preocupado, dejando el celular sobre la mesa.

Ya eran las 10 Am, y Edward no aparecía por ningún lado. No estaba en casa y no respondía su celular, cosa que le parecía extraña al pelinegro de ojos azules.

"Tal vez deberíamos buscarlo" escribió Martin en su libreta.

-¿Tú crees?- Martin asintió. -Bueno... Está bien, pero no quiero arriesgarte. Si voy a buscarlo debes prometerme que te quedarás aquí sin romper nada y sin abrirle a desconocidos.- dijo Oswald, y Martin volvió a asentir. -Bien... Voy a ir a buscarlo a los alrededores, volveré rápido.- dijo, y tomó su bastón para salir a buscarlo.

Oswald recorrió en coche muchas calles, pasó por tiendas, parques, pero en ningún lado encontraba a Edward.
Comenzó a sentirse realmente angustiado, cuando de pronto le pareció ver un brazo con manga verde saliendo de un bote de basura.
Sin dudarlo, se detuvo ahí y bajó a revisar.

-¿Ed?- preguntó. No recibió respuesta, así que temerosamente levantó la tapa del contenedor. -¡ED!- Exclamó, al ver a Edward ahí, profundamente dormido, con el cabello desordenado, la ropa arrugada y un poco desabotonada, y los lentes chuecos. Algo que Ed nunca hubiera permitido, pues él era una persona obsesionada con la limpieza y la perfección.

Lo cargó a como pudo, y lo recostó en los asientos traseros del auto.

-Edward, despierta.- no recibió respuesta, otra vez. -Edward Nygma, te estoy hablando... Ed... ¡ED!- Gritó con fuerza, y el nombrado abrió los ojos.

-Ogh...- se sentó lentamente, sujetando su cabeza. -¡Pingüino! ¿Qué hora es?-

-Ed... Estabas en un bote de basura ¿Qué demonios pasó?-

-Yo.... Yo.... Discutí con Ed anoche y... Vine a beber...- decía Edward, tratando de acordarse. Esto le recordaba a la vez que le pusieron un chip en la cabeza.

-Nygma...- Oswald comenzó a alisarle y abotonarle la ropa con las manos. -Quien sabe que te hubiera pasado si no te hubiera encontra...- Oswald se calló, al ver que unos besos marcados con labial se podían ver por todo su torso y cuello.

-¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Me hirieron?- preguntó Ed, revisándose. Pero no, sólo había besos.
Entonces Ed recordó como había estado bebiendo toda la noche, y se gastó unos dólares acostándose con una de las prostitutas del lugar.

-Te llevaré a casa. Deje a Martin solo.- dijo Oswald, cortante, soltándolo y yendo al lugar de piloto.
Y durante todo el camino, no se dijeron nada.

(...)

-Hola Martin, lo encontré.- dijo Oswald al llegar, dejando ver a Edward tras él.

"¿Estás bien?" escribió Martin en su libreta.

-Sí- asintió Edward, viendo como Oswald se retiraba de ahí. -¿A dónde vas Oswald?-

-A la habitación.. No es nada, solo... Cuida a Martin un rato.- respondió Oswald sin voltear a verlo, y se encerró en su cuarto.

Entonces, Edward fue a beber agua y a buscar una pastilla.
Luego, se sirvió un cereal y comenzó a comerlo, tranquilamente.

Mientras tanto, Oswald se puso de rodillas en el suelo, y comenzó a hablar consigo mismo.

-¿Porqué siento esto?- se preguntó. -Esta opresión en el pecho...- los ojos de Oswald se comenzaron a llenar de lágrimas. -No tengo el derecho de sentirme así, Edward está bien... Y yo no soy nadie para decirle que hacer y que no.- se sentó en la cama, encorvado. Y suspiró.

Pero por más que lo intentó, no pudo evitarlo, y comenzó a llorar en silencio.
Le había dolido mucho ver aquellos besos ajenos en el torso de Ed.