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-Ah... Mira, la noche está excelente para una cena.- dijo Ed, respirando hondo el fresco aire del exterior.
Estaba oscuro, pero por suerte había lámparas, y el parque estaba vacío.

-¿Te parece cenar en esa mesa?- preguntó Oswald, apuntando a una mesa con bancos del parque.

-¿Te parece cenar en esa mesa?- preguntó Oswald, apuntando a una mesa con bancos del parque

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-Sí, porque no.- respondió Ed, y llevaron la comida hacia allá.
Por supuesto, Ed se encargó de acomodar todos los cubiertos correctamente, para que todo estuviera perfectamente donde debía estar.
Entonces, sirvieron la comida y los tres comenzaron a comer la deliciosa cena que había preparado Ed (le gustaba cocinar), hablando sobre cosas divertidas y tranquilas.

-Mm, tengo sed...- dijo Ed, y sacó de la maleta una botella de vino.
Oswald la observó con temor, no quería que esta noche terminara con un Edward ebrio.

-¿Alcohol de nuevo?...- preguntó, casi rogándole con la mirada que porfavor no bebiera esta noche.
Ed pudo percibir aquella mirada de tristeza/preocupación, así que miró la botella, la sujetó en el aire y luego la soltó, haciendo que se rompiera en mil pedazos, derramando su líquido.

-No. Ya no. Nunca más.- le sonrió. -Traje jugo para Martin, pero hay suficiente para los tres.-

Oswald se sintió aliviado, y cuando terminaron de cenar, Ed tosió un poco, haciendo que el niño tomara su libreta.

"Voy a jugar un rato" escribió Martin, entendiendo la indirecta.
La orden era que cuando Ed tosiera, él se tenía que retirar.

-Oh, claro Martin.- asintió Oswald, y Martin se alejó unos metros, y se puso a jugar en los columpios.

Ed respiró hondo, estaban por fin solos, y frente a frente.
Se mantuvo estático mirando aquellos ojos azules, que parecían un trozo de cielo con nubes oscuras a su alrededor. Esa nariz tan tiernamente puntiaguda, esas mejillas rosadas... Ese oscuro cabello desordenado, y esos labios tan pequeños. Ese traje negro que le iba tan bien, y esa fragancia tan elegante...
Por Dios, pero si su pequeño pajarito era más precioso que cualquier otra persona que Ed haya visto en toda su vida.
¿Cómo pudo ser tan ciego?

-Em... Tierra llamando a Ed.- dijo Oswald, al notar que Ed no dejaba de mirarlo tan fijamente. Era... Aterrador.

-Oh, sí, lo.. Lo siento.- dijo Ed, sacudiendo su cabeza.

-No importa.-

-No, Oswald, si importa, de verdad lo siento.-

-Solo te quedaste ido un momento, no tienes que disculparte tanto...-

-Yo me refería a lo otro.-

-¿A qué?- preguntó Oswald confundido.

A Edward le comenzaron a temblar las manos, era ahora o nunca.

-Oswald... Yo... Hice esta cena porque quería disculparme contigo. Quería pedirte perdón por ser un idiota, por haberme emborrachado y haberte usado. Por haberte dado problemas.- dijo apenado. -Siento... Perder el control aveces. Perdón por... Perdón por haberte hecho llorar, Oswald.-

-Edward... Yo... No sé que decirte... Es tu vida, tú haces con ella lo que quieras, no tienes por qué disculpa...-

-Sí, pero ese no es el punto.- lo interrumpió. -El punto es que.... Amm...- Ed suspiró, comenzaba a sudar de los nervios. - Dios, esto es difícil.-

-Puedes decirme lo que sea, Ed.- le aseguró Oswald, intentando transmitirle confianza.

-Te amo.- soltó.

(Edito. La foto multimedia queda  perfecta, excepto por los oufits. Ahí les dejo los créditos al dibujante. Y la fotografía del parque, bueno, esa es de google, pero es justo como me imaginaba el parque donde están cenando.)

"Alcohol." (Nygmobblepot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora