¿Te diste cuenta.? Como el tiempo se nos escurrió bajo la puerta, junto a la luz del baño. Se fue deslizando en cada silencio, cada pausa antes de llorar.
Lo se.
No se mudaron las ganas, pero el bosque de sueños desapareció ante la ausencia, y no hay siquiera arboles caídos ya para hacer leña.
Tengo frío... Pero no estoy solo.
Me acompaña tu pintalabios a medio gastar. Y los espacios de mi cuarto casi nuevos, porque más nunca he podido detenerme en ellos sin ti.
Deje de fumar, al final lo hice. Tenías razón era un mal hábito.
La casa sigue igual con su portón azul, y los sillones que pintamos en el portal.
Guardé los tacones, pero no soporte borrar el "Te Amo" del espejo, y te confieso no he tenido el coraje de cerrar tus libros de historia. Deje tu diario en la misma posición, y el bolígrafo sin cubrir la punta.
Hay dolores que sanan solos, y otros, que solo hacen doler menos, pero permanecen como una constante cada vez que corre el aire al respirar.
Me sucede mucho cuando camino a solas, o estando bien tarde, detenido en aquel colchón que tanto tiempo nos sirvió de alfombra voladora. En esos momentos siento las paredes cerrarse y sin evitarlo termino acallándome contra la almohada.
Las lágrimas más dolorosas son las que nacen dentro, en contra de todo, a pesar de todo.
Es verdad, a veces también sonrío, pero solo lo hago cuando entro al cuarto de pintura y veo aquel rostro sin terminar en el lienzo. Trato de imaginar que me dibujabas. Y logro sonreír, en serio. Es solo que hasta mis sonrisas se me muestran tristes en esos salones callados.
Porque si.
No se si sabes pero poco a poco deje de tocar el piano. Y baje esas libras que tanto quisiste subir tú.
Ya no me queda mucha ropa, pero no compro nueva, tus ojos eran mi equipo de diseño y vestuario. Y ninguna corbata se sintió igual desde que el nudo lo comencé a hacer yo.
Ahora soy otro cuerpo caliente que no conozco. Porque me descubrí siendo más yo cuando se trataba de serlo para ti, por el bien de las tardes riendo, y las promesas antes de dormir.
¿Te diste cuenta?
Como el invierno conquisto estaciones tomando horas por días y luego en meses, que se convirtieron en años.
Yo no. No me di cuenta.
Nunca salí de aquí, algo de mi fue de manos contigo...
Te traje flores.
Feliz cumpleaños mi amor. Vendré el año que viene. Hasta que estemos juntos.
Adiós.
