Wrong number || 2jin

La culpa

Lo que vio Heejin le sorprendió, pero era una combinación con un sentimiento amargo. Kahei estaba sentada en las piernas de la profesora Jo Haseul, mientras esta lo sostenía del cuello y la besaba apasionadamente, claro que al darse cuenta de que Heejin había entrado ambas se separaron de golpe, tan rápido que la china casi cae al suelo.

—Señorita... —Fue lo que dijo la maestra al ver que Heejin se quedó estática en su lugar.

—Lo- lo siento... Ah, es que... Yo-yo... —¿Qué se suponía que se tenía que hacer, cuando encuentras a la persona que te gusta basándose con otra persona que además es tu profesora? —Mi error, perdón —La pelinegra salió corriendo del lugar.

Al terminar el descanso, las clases tenían que continuar, por su parte Heejin seguía sin creer lo que había visto

¿Por qué justo hoy? Simplemente, ¿Por qué tenía que ser de esta manera? —No paraba de preguntarse así mismo.

Kahei la miraba desde su lugar pero ella seguía desviando la mirada. A pesar de que jamás habían cruzado la línea de amigas, la pelinegra se sentía decepcionado.

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Las clases habían finalizado y por fin podía irse a su casa a patalear todo el día. Todo estaba mal, lo único bueno era que por fin era viernes, un bello fin de semana acompañado de helado y pastel de chocolate lo esperaban.

Estaba dispuesto a irse, ya que tampoco quería esperar a Gowon, inmediatamente necesitaba estar sola. Caminaba a través de la banqueta con una mezcla de sentimientos que por cierto, ninguno era positivo, hasta que unos brazos le rodearon la cintura, lo que hizo que reaccionara rápidamente volteando para buscar al responsable, efectivamente era Kahei.

—¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame en este instante! —La diferencia de fuerzas era notable.

—Jinnie... Quiero hablar contigo, sobre lo que viste... —Esa voz que le derretía cada vez que la oía ahora le molestaba, no quería oírla.

—No me interesa, por favor, quiero irme.

—¿Por qué estás tan enojada? —Seguía sin soltarlo.

—De verdad quisiera soltarte un puñetazo en este momento —En sus ojos no había rastro de aquella amabilidad que la caracterizaba.

—¿Por qué? Si yo no te hice nada, creí que éramos amigas y me apoyarías... —Su voz salió en un hilo.

—Esta bien, hablemos si es lo quieres, pero suéltame.

Kahei obedeció y se alejó, por su parte Heejin quería irse pero él era alguien de palabra.

—Lo que has visto, bueno... —Rápidamente las mejillas de Kahei se tornaron de rojo carmín —Estoy saliendo con la profesora Jo desde hace unos meses, después de entrar al primer año —la pelinegra se estaba lamentando internamente, era casi el mismo tiempo del que estuvo enamorado de la de origen extranjero

—Ahg, no puedo oírte más —Sus manos se cerrazón en un puño, apretando tan fuerte que sus nudillos carecían de color.

—¿Por qué estás enojada, Jinnie?

—Esta bien, te lo diré... —Tomo aire, dejándolo salir inmediatamente— Yo estoy o estuve enamorado de ti todo este tiempo, justamente hoy te lo iba a decir, porque llegué a pensar que podríamos tener algo ya que tú eras diferente conmigo. Mientras tú te ibas a la oficina de la profesora, yo me la pasaba pensando en ti. Soy una tonta y no sabes cómo me siento ahorita, así que te pido que me dejes en paz y si te preocupa que vaya a decir algo no te preocupes, que sé perfectamente lo que es quedarse callada.