LIVING IN SIN © Lesbian

36. Deseaba Tanto

Rose's POV

Sonaba Let me down slowly en el pasillo de vuelta a la casa y yo acababa de decirle a Skyler Grey que aún es lo mejor que he tenido en la vida, no paro de pensar eso y lo doblegable que soy si me das una cerveza en una linda terraza.

Pero tal vez esa ligeraza es completamente justificada, así como le doy la razón a tantas cosas porqué no podría ser simplemente más amable conmigo misma, y si la realidad es que la gente se desvanece y desaparece frente mis ojos y cualquier sentimiento parece tonto en comparación con tener a Skyler cerca, no quiero estar más tiempo enojada por eso.

Porque estoy avergonzada, no arrepentida. Me avergüenza mi propia vida, mis decisiones, mi debilidad frente a tantas cosas, pero no me arrepiento de nada y sobre todo no me arrepiento de ella.

— Me duele aún pensar en ti de esa manera.

— ¿Cómo?

— Tú sabes...

— Sólo viniste a ponerlo todo al revés — pronunció Skyler tomando la cerveza y entrando de nuevo a casa de la familia de Delgado. 

Me llené al instante de una sensación parecida a vomitar en la casa de un desconocido y no sé si es una gran comparación pero quise ponerme a llorar ahí mismo.

Tomé aire, bajé mi cabeza casi rozando el mentón con la camisa, me mordí el labio y entonces volví a una postura adecuada, como recuperando la fuerza o la dignidad, di otro vistazo a la ciudad desde la terraza, luego sonreí un poco en dirección a los primos de Delgado jugando Poker y entonces entré también a la casa.

Di un par de vueltas por los pasillos, comenzó a sonar la canción de Alec Benjamin, si se me cruzaba primero una puerta para salir o una ventana hacia afuera seguramente me habría ido lejisimos e inmediatamente.

Pero me detuve cuando la encontré de nuevo, también dando vueltas por los pasillos, quedamos frente a frente con la mirada sombría, como si lleváramos meses peleando a puños.

— No me arrepiento — suelto con firmeza.

Me paso el cabello atrás de la oreja y ella mete las manos en los bolsillos.

— Y yo lamento no haberte contado nada — parece que suelta el aire.

— ¿Por qué lo hiciste?

— Sé que te habrías alejado y... Enserio fue... Fue increíble verte de nuevo.

Skyler se muerde el labio. Sonrío con tranquilidad y el impulso de echarme a llorar se convierte en algo gracioso.

— Esperaba tanto que dijeras eso.

— ¿Que? — dice ella soltando el labio — ¿Que te extrañé?

— No sé.

Río un poco.

— ¿Qué quise gustarte de nuevo?

Vuelvo a reír.

Afirmo con la cabeza sin quitar mis ojos de los suyos durante unos largos segundos, sus mejillas se enrojecen.

. . .

— De verdad saliste sin abrigo — dice Skyler sonriendo — que tierna.

— Es que estuve en San Antonio antes de Chicago — me defiendo — y estaba furiosa con Delgado.

Siento su mirada curiosa mientras camino a saltitos hasta la entrada del gran edificio, el ambiente entre nosotras ahora se siente como un mar en calma, un suceso raro, extremadamente difícil de apreciar.