LIVING IN SIN © Lesbian

16. Baños Grupales (2/2)

Entramos al baño grupal, hay una fila de regaderas, jaboneras, cubetas, una pequeña pileta y un sólo separador en el fondo, en este, el baño de mujeres, no hay nadie dentro.

Me adelanto y tomo el lugar tras el separador, no quiero sufrir la incomodidad de desnudarme en un sitio tan amplio, decido quitarme la ropa de inmediato, generalmente soy más valiente cuando voy rápido.

Enciendo la ducha, escucho a Rose haciendo lo mismo ¿Sabes lo que son los pensamientos intrusivos? una vez ella me contó al respecto y me pareció tan extraño que averigüé un poco más por mi cuenta, pero esos en específico son muy graves, a las personas comunes y corrientes también les sucede algo de la misma naturaleza, todos tenemos pensamientos que de repente son irreprimibles.

Como el acto de sentarse en algún lugar lleno de gente y repentinamente imaginar cosas muy extrañas, perversas a veces, cosas que igual ni siquiera queremos, o incluso que en el fondo sí nos gustaría pensar pero no permitiríamos hacer.

Estoy pensando en que me estoy quitando el sostén y luego las bragas de encaje rojo, con mi color de piel queda mejor el rojo que el negro, quedo completamente desnuda, me pongo debajo del agua para tener la sensación tibia pasando por todo mi cuerpo.

Rose también está desnuda al otro lado del separador, siento un escalofrío en la espina dorsal, aquí viene, un pensamiento que no puedo detener de inmediato.

¿Recuerdas como se veía desnuda, sus piernas eran mi parte favorita, es perverso recordar que me duché durante años junto a ese cuerpo, la gente piensa que lo más valioso de ella es su cuerpo, pero es porque no conocen su forma de actuar, se llenaba las manos de shampoo para recorrerme lentamente, que pervertido es tener tan claro cuando me susurraba sus métodos para hacer el agua más densa y poder lubricar, me abrazaba por la espalda y casi siempre perdía la estabilidad así que apoyaba mis manos, una en la pared y la otra atrás de su cabeza, recuerdo que se pegaba con fuerza a mi trasero y ni mi imaginación tiene tan claro lo mucho eso me calentaba.

Saco de mi cabeza todo lo que acabo de pensar,  a veces quisiera una buena explicación para mi misma, decido centrarme en la verdadera tarea, estar limpia, cuando acabamos la ducha salimos envueltas en una toalla con nuestras cosas y nos vestimos también por separado. Si nuestra amistad fuera fuerte y sincera podríamos vestirnos juntas.

Al salir ella me indica que nos sentemos en unos muebles anchos en el pasillo junto al balcón.

— Nos desviamos bastante del objetivo — murmuro.

— Lo de anoche fue gracioso — se refiere a la fiesta — la última vez que vi a Holly tenía como trece años.

— Era un lugar bonito, fue como esa graduación de la escuela que siempre quise — comento y ella sonríe mucho.

— Es verdad, no nos graduamos — me muestra sus dientes blancos, pero de inmediato se apaga su sonrisa — Lamento lo del beso.

Que sincera, le sonrío.

— Ya dijiste eso... Antes de hacerlo lo dijiste.

— Parezco una ex básica, me avergüenza lo que pienses de mí — dice ella.

— No tienes porqué sentirte así — respondo.

— Pero no querías y yo fui una aprovechada.

Niego con la cabeza.

— Fue mutuo Rose... Lo sabes.

Ella deja de contemplar el interior del edificio y se clava en mi rostro, como esperando que vuelva a reprocharle con enojo lo que pasó anoche, suelto una risa suave.