Capítulo 4.

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Actualidad

Presidente del club de lectura,sonaba bien. Muchos decían que exageraba y no era para tanto. Para mi, era lo mas importante y emocionante que había hecho jamás. Desde que rehice mi vida estuve vagando por el continente armado con una bicicleta, unas buenas deportivas y una mochila con un inflador y parches, además de la poca ropa que cabía.

Ahorrando dinero en los trabajillos que hacia de vez en cuando, conseguía pagar lo que necesitaba.

Vivía practicamente con lo necesario.

Había decidido asentarme en Madrid por un tiempo. El castellano no era mi idioma fuerte. Pero mezclando un poco de francés, mi segunda lengua e inglés, mi lengua materna, me las apañaba.

Salí a la calle. Aun no estaba acostumbrado a la burbujeante vida nocturna de Madrid. Tomé el autobús y me dirigí hacia el pequeño apartamento compartido en el que vivia. Y decidí descansar, mañana ya sería otro día.

Me desperté con la luz del alba y el sonido de los pajarillos. Mentira. Esto era Madrid. Que pajarillos ni que mierdas. Me despertaron mis compañeros de un pelotazo. Si. No preguntes como llego una pelota de tenis a la cabeza del extranjero. Cosas extrañas pasaban en esa casa todas las mañanas.

Me vestí, me puse el gorro negro de lana que me gustaba tanto y me ponia siempre, daba igual la temperatura y sali a la calle. Caminé hasta el edificio que habia visitado el dia anterior. Supuestamente ya habia un ganador

NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora