Capítulo 4

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Narra Kagami

Lo que siento no está bien, no puede ser, si mi madre fuera capaz de leer mis pensamientos quizás ni me considere su hija, pero es que no lo puedo evitar, es verla y sonreír, cuando pienso en sus preciosos ojos azules y su sonrisa... ¿Qué me has hecho Marinette? De todas las personas que hay en el mundo, ¿Porque tu? ¿Porque no puedo dejar de pensar en ti? Todos estos sentimientos no se parecen a lo que creí sentir por Adrien, Adrien... El chico perfecto, modelo, bueno en esgrima... Pero no me hace sentir ni un cuarto de lo que siento viendote Marinette, ojalá supieras lo que siento... Pero será mejor así, tu solo me veras como una amiga más y esto solo lo estropearia todo.
Mejor no le doy vueltas a esto.

- Señorita Tsurugi como le fue en la escuela hoy - dijo la fiel ama de llaves de la familia Tsurugi, una mujer de unos 40 años, y en el pasado niñera de Kagami.

- Bien Emma, como siempre la verdad ahh - no pude evitar suspirar cuando el recuerdo de esa azabache llegó a mi mente

- Señorita la conozco desde siempre y es la primera vez que la veo suspirar, ¿quien es el afortunado?

- Nadie, no es nadie - se me quedo mirándome unos segundos y se fue hacía pasillo, pero cuando pensé que ya se alejaba, se giro a verme

- Seguro la chica que le roba los pensamientos es muy afortunada - me guiño un ojo y se fue, no lo puedo creer, pero como lo hace, será que tanto se me nota en la cara? Tengo un cartel o algo? Esa señora aveces parece que tenga poderes.

Otra vez sola en mi habitación, mi madre hoy tenía varias reuniones y no estaría hasta la noche, supongo que ya es normal, será mejor que me distraiga antes de que me vuelva loca hablando sola. Busque mi móvil y abrí el WhatsApp y entre en la conversación con mi madre.

<<Voy a salir a pasear un rato, volveré para cenar madre, cualquier cosa me puedes llamar>>

Ahora donde voy, hace frío será mejor que me coja una sudadera.

Quién le iba a decir que no era la única azabache que pensaba salir a caminar para despejar su pensamiento

Quiero ser más que tu amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora