AVISO: Arriba tenéis una canción y una foto de los tatuajes de los que habla.
Rápidamente abro los ojos, al principio solo veo una silueta alta, ya que mis ojos se habían cristalizado un poco por las ganas de llorar. Me seco los ojos, y ahora puedo ver que la persona que está de pie en medio de mi habitación es Azarel. Sus ojos azul grisáceo me analizan desde la altura, están llenos de sorpresa y lo que parece ser preocupación. Están sin camiseta, por lo que todos sus tatuajes están al descubierto. Tiene varios tatuajes alrededor de los brazos.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – pregunto mientras sigo secándome los ojos que deben de estar rojos.
- ¿Estás bien? – dice mientras se agacha para estar a mi altura. No puedo evitar bajar la mirada de su cara hasta su abdomen mientras se agacha, sus músculos son notorios, y ahora que están más cerca de mí me dan ganas de tocarlos y comprobar que son de verdad.
- Contesta mi pregunta, por favor – digo volviendo a sus ojos.
- Quería darte una sorpresa. Ahora contesta mi pregunta.
- No, no estoy bien – rompo a llorar cuando las palabras dejan mis labios.
Azarel se acerca a mi mientras me coge del cuello para luego me envolverme con sus brazos.
- Ey, está bien, ¿sí? –me acaricia el pelo, y yo finalmente me aferro a él.
No soy de las personas que les gusta mostrar sus debilidades en frente de otras personas. Siento como si por el simple hecho de que sepan que puedo sentir, que me pueden hacer daño, me harán pasarlo mal en el futuro. Pero esta vez me da igual. Lo que acaba de pasarme en el pasillo solo ha sido la mano que ha introducido la llave en la cerradura de la jaula donde tenía todos los sentimientos, y los ha dejado volar.
- Llora, deja salir todo lo que sientes, no me voy a mover de aquí.
Noto como mis lágrimas empiezan a empapar el torso del chico que hace que todas las piezas en las que me acabo de convertir se mantengan unidas.
Después de estar durante unos minutos abrazados mientras me desahogaba, finalmente me separo poco a poco. Puedo ver la forma en la que me mira, es como si me comprendiera a pesar de no conocer los motivos de las gotas de agua que abandonaban mis ojos.
- Gracias – le digo.
Pone sus manos en mi cara, agarrándola desde ambos lados.
- No tienes por qué darme las gracias – dicho eso deja un beso corto pero dulce en mis labios. Esa sensación me lleva al momento que compartimos en el baño, y aunque no lo recuerdo del todo, también me lleva a cuando estábamos los dos bailando de S&M de Rihanna encima de la mesa el día de mi cumpleaños.
- ¿Por qué eres tan dulce conmigo? –la curiosidad me está matando.
- ¿No puedo serlo por qué sí?
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Atrapada en mi mente
FantasyUna huérfana. Unas personas que aparecen de repente. Unos sucesos extraños. Un misterio relacionado. Sentimientos encontrados. Locura Más de un amor. Un final explosivo. ¿Se sabrá el secreto que envuelve el mundo de nuestra querida Hazel Ajax? Empe...