Estoy sentada sola en una de las mesas de la cafetería esperando a mis amigos. Estoy desayunando un colacao, como de costumbre, y un croissant de chocolate.
Todos los de la cafetería empiezan a susurrar cosas, a soltar suspiros y a girarse a la vez, por lo que solo puede significar una cosa, me giro, y como suponía, están todos mis amigos entrando en cámara lenta mientras son devorados por las miradas de todas las personas que están presente en la sala.
Daniel, Ariel y Ezequiel son los que están delante mientras que Azarel, Asher y Rayan están un poco más tras.
Se sientan alrededor de la mesa, y tengo a Ezequiel y a Azarel a cada lado.
Buenos días, preciosa – dice Ezquiel antes de darme un beso de media luna.
Por el rabillo del ojo veo a Azarel tensarse mientras pone las manos en puños. Al verlo recuerdo la forma en cómo me besó, en la que me tocó, en la que lo hicimos. Mientras pienso eso pone una cara de susto, pero a la vez la misma que haces cuando hacer una cosa mal y sabes que la has cagado. Y después Ezequiel se levanta y se va furioso.
– ¿Qué le pasa a este ya? – dice Rayan después de separar sus labios de mi mejor amigo.
– Tendrá un mal día – le contesta Ariel mientras se bebe una taza de café.
Yo y Azarel nos miramos preocupados hasta que pasa su lengua por el labio inferior, por lo que bajo la mirada. Me dan ganas de volverlo a besar de la misma forma que ayer. Una sonrisa se posa en su rostro mientras se acerca a mi oído y me susurra:
– ¿Me has echado de menos?
– ¿Y tú a mí? – le respondo de la misma forma.
– Te he preguntado yo primero – se intenta acercar más a mi para darme un beso, pero soy más rápida y me alejo rápidamente.
Puedo ver como Rayan nos mira con gracia en los ojos y dice:
– Claro, por eso está así.
– ¿Por qué? – habla por primera vez Daniel.
– Por qué no se habrá echo la paja del día – dice sin apartar la mirada. Algunos de la mesa empiezan a reír.
– Eres un cerdo lo sabes, ¿no? – dice Ariel, a la que parece que no le hizo tanta gracia el comentario que acababa de soltar sobre su hermano.
– Mi cerdo – comenta Asher antes de darle un beso, a lo que el mayor de los Kallesh responde muy apasionadamente.
– Podéis dejar las cursilerías para luego, hay gente que intenta desayunar – habla Daniel.
Todos empezamos a reírnos de nuevo menos él.
Después de acabar de almorzar nos dirigimos cada uno a las clases que les tocaba. A mí me tocaba informática que no me gusta mucho, pero al menos tenía la compañía de Rayan. Estábamos en la sala de ordenadores escuchando al profesor hablarnos de un programa que nos serviría para hacer operaciones complicadas, hasta que me aburrí y empecé a dibujar garabatos en la libreta.
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Atrapada en mi mente
FantasyUna huérfana. Unas personas que aparecen de repente. Unos sucesos extraños. Un misterio relacionado. Sentimientos encontrados. Locura Más de un amor. Un final explosivo. ¿Se sabrá el secreto que envuelve el mundo de nuestra querida Hazel Ajax? Empe...