Cap 67. Día especial

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-Narra Elisa-

No había visto a Daniel tan decaído desde que nuestra madre falleció. Despues de la muerte de nuestra madre él no comió en días y no salía de su habitación por semanas. Yo tampoco me quedaba lejos pero por lo menos yo sí comía un poco, nuestro padre comenzó a preocuparse por su falta de apetito. Creo que en fondo, todos creímos que Daniel iba a morir.

Al pasar de los días se iba haciendo cada vez más flaco, con suerte lograbamos que comiera unos bocados. Un día, nuestro padre se descontroló e intentó obligarlo a comer, tratando de meterle él mismo la comida a la boca a pesar de los forcejeos de mi hermano.

Eso molestó mucho a mi hermano, así que para que no sucediera de nuevo, de nuevo comenzó a comer de a poco. Nos costó volver a nuestra vida normal.

Pero ahora tengo esa misma preocupación, sin embargo dudo mucho que deje de comer, tiene dos bebés a punto de nacer, ahora más que nada necesita reposo y energías. Desde que Jack entró en coma, Daniel lo ha ido a visitar temprano en la mañana, a diario. Ya casi se cumplía una semana desde que lo internaron, mi hermano ya no estaba en condiciones de ir, pero insistía en hacerlo.

Ya faltaban tan solo dos semanas para su parto, necesitaba descansar.

-¡Elisa, estoy bien, no me canso mucho al ir al hospital!, ¡por favor abre la puerta!-. Gritó mi hermano desde su habitación. Ah, ¿no les dije?, lo volví a encerrar.

-Hermano, no importa si te cansas o no, necesitas descansar, ¡estas a dos semanas de dar a luz, no puedes caminar tantas cuadras!-. Le respondí con un puchero, no estaba exagerando, Max estaba de acuerdo conmigo, y aunque no le pareció lo más correcto encerrarlo, no tuvimos de otra. Mi hermano era un terco de primera. Insistió. -¡Elisa!-.

No habíamos hallado forma de convencerlo, así que para que dejara de intentar salir de su cuarto no me dió más alternativa...

-Daniel...-. Espere un poco para pensar bien mis palabras, para que no sonaran tan duras pero tampoco sin importancia. -Jack no va a despertar, por lo menos no pronto, es mejor para ti que dejes de ir a verlo por el momento. Él no se irá a ninguna parte.-

A mi lado, Max apretó un poco los labios con lástima, pero terminó por dar un leve asentimiento de cabeza para darme la razón. Del otro lado de la puerta ya no se escuchó nada más, tan solo se oyeron pasos, un rato después de haberlo dicho, y volvió a su cama con gran lentitud.

Había cedido.

-Narra Daniel-

Después de escuchar lo que dijo Elisa sentí una punzada en mi pecho, dijo lo que ningúno se atrevía a admitir. Oírlo en voz alta y de parte de alguien más, se sintió peor de lo que imaginé, una verdad tan cruda como esa no se toma a la ligera.

Al cabo de unos segundos al caer en cuenta de que no podía hacer nada, decidí volver a la cama, los resortes del colchón apenas hicieron ruido cuando me acosté, pero el rechinido hizo algo de eco en la habitación, recordándome lo vacía que estaba.

Pero por alguna extraña razón, ésta vez no lloré. Tal vez fue porque mi hermana uso la palabra 'pronto'.

O tal vez, por fin acepto el hecho de que no va a despertar. Pronto.

Pero no quiero pensar en ello. No aún.

Coloqué ambas manos en mi vientre, últimamente estaban más movidos, y eso me inquietaba, podía sentir que el día se acercaba, muy rápido. Tenía, -a pesar de todo-, el constante miedo al el gran día acercarse, y tenía que pensar muchas más cosas de las que quería o podía pensar en ese momento.

°Nuevo Comienzo°  /Yaoi Omegaverse/ CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora