°Nuevo Comienzo° /Yaoi Omegaverse/ CANCELADA

Cap 60. Día especial

-Narra Jack-

Me desperté y, dando un gran boztezo, abrí los ojos aún adormilado, buscando a Daniel, quien como ya era costumbre, se despertaba más temprano. - ¡Daniel! - Le llamé con voz medio dormida. Al cabo de unos segundos, mi pequeño entró por la puerta de la habitación y me vió tiernamente con una sonrisa, la cual yo le devolví. Me volteé en la cama mirándole y adormilado estiré mi mano hacia él, en petición de que viniera.

Él rió por lo bajo y se acercó, se lanzó a la cama junto a mí y se abrazó de mi cuello, recostando su cabeza en mi pecho; le atrapé entre mis brazos, envolviéndolo en un cálido abrazo. Daniel me miró de manera curiosa y tierna.

- Por qué me has invocado~? - Bromeó. Sonreí burlonamente y besé su frente. - Por nada, solo queria tenerte aquí conmigo~ - Le miré de manera tierna; un poco sorprendido, él sonrió levemente avergonzado y se abrazó más de mí.

Lo encarcelé en mis brazos, inpidiéndole escapar; él río divertido y trató de irse, en vano. - No~, déjame ir, tengo que hacer el desayuno! - Me miró indefenso, riendo por lo bajo. Yo negué con la cabeza y lo junté más a mí, comenzando a besarle el cuello rápidamente; Daniel comenzó a reír por lo bajo.

- N-No hagas eso...! - Me miró sonriendo de manera nerviosa, tratando con más ganas de irse. Al principio le miré confundido, pero luego lo entendí; le daba cosquillas.

Sonreí de manera maliciosa y aprisioné sus manos arriba de su cabeza de un rápido movimiento; Daniel se mostró más nervioso. Con una mano comencé a trazar lentos círculos en su estomago por debajo de su playera; mi pequeño se sobresaltó y trató de bajar los brazos nervioso, comenzando a reír por lo bajo; me miró suplicante. - N-No lo hagas...! -.

Mirándole de una manera desafiante y burlona comencé a hacerle cosquillas. - Qué me darás a cambio si me detengo~? - Sobresaltandose, mi pequeño comenzó a reír indefenso. - L-Lo que quieras...! - .

Le ví interesado. - Lo que quiera~? - continúe y besé su frente. Daniel asintió frenéticamente, intentando bajar los brazos. Le solté y deje de hacerle cosquillas, volviendole a abrazar. Mi pequeño respiró agitadamente y me correspondió el abrazo, me miró con un puchero. - No es justo...t-tú no tienes cosquillas - Reí burlescamente.

- Todos tienen, o por lo menos la mayoría. Solo que...no te dejaré averiguarlo~ - Le miré desafiante. El me sonrió esperanzado y se abrazó más a mi, soltando un suspiro. Le planté un tierno beso en los labios, el cual él me correspondió; metí mis dedos entre su suave cabello, acariciándolo.

Al poco rato nos levantamos, nos duchamos juntos y le ayudé a mi pequeño a preparar el desayuno. Tenia algo especial planeado para hoy, así que esperaba que no sucediese nada malo.

-Narra Daniel-

Al terminar de desayunar, fui a la habitación a cambiarme; aparentemente, Jack quería salir hoy. Lo cual me extrañó un poco, pues mientras más días pasaban con lo de mi embarazo, menos salíamos; así que con gusto acepté.

Entré a nuestro cuarto y busqué ropa en mi armario; Jack entró segundos después e hizo lo mismo. Saqué una sudadera grande roja de Jack y un pantalón mío negro. Él se vistió con una playera negra y unos pantalones oscuros, con unos tenis rojos.

Suspiré antes de abrir el armario nuevamente para sacar los zapatos, quedando mis manos en el frío pomo de la puerta; Jack me miró angustiado. - Aún sucede...? -. Asentí con pesadez.

Jack se me acercó por atrás y puso sus cálidas manos en mis hombros, le volteé a ver. - Tú puedes - Sonrió de manera tierna y preocupada a la vez. Le devolví la sonrisa, suspiré y abrí el closet.

-Narra Jack-

Ya estando caminando por las frías y ruidosas calles de la ciudad, llegamos al parque después de unos minutos; el reflejo del sol bajando se veía en el lago, distorsionado un poco por las pequeñas olas que creaba el viento, que a su vez pasaba por entre los arboles, agitando sus hojas.

Entramos al parque y nos sentamos en una banca de madera bajo los árboles. Lo rodee con mi brazo y él apoyó su cabeza en mi hombro, sonriendo de manera tierna. Mi pequeño me dirijió la palabra, volteando a verme.

- En qué puedo servirle~? - Bromeó, hablándome como si fuera mi sirviente; demostrando una sonrisa divertida, le seguí el juego. - Necesito 'urgentemente' que mi futuro esposo, Daniel, se haga presente en mis brazos - Le tomé por sorpresa, quedó en shock, viéndome sonrrojado. Suspiré sonriendo y le miré más de frente, me levanté de la banca, tomando ambas de sus manos y poniéndome de rodillas. Los ojos de mi pequeño se cristalizaron aún sorprendido; saqué una pequeña caja negra de mi bolsillo y la abrí, mostrando el anillo que llevaba dentro.

- Quieres casarte conmigo, pequeño? -