Cap 52. La droga del amor

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Narra Jack:

Al estar, mi ropa por los suelos, el chico seguía mirándome atentamente. En otro intento de moverme, quise alzar mi pierna, para así darle una bien merecida patada, pero nada había cambiado, seguía inmóvil.

El tercer chico acercó peligrosamente su mano hacia mi miembro y antes de que pudiera siquiera decirle algo, lo tomó. Mientras tanto, sus amigos no paraban de burlarse por lo bajo.

-creo que me tocó la parte más divertida, no crees? *burlándose* (Chico 3)

-ni te atrevas idio**...!! * desafiante* (Yo)

-tenías razón, un omega es mejor, ellos no te amenazan *fastidiado* (Chico 1)

-pero hay que aceptar que humillar a un alfa se siente increíble *sonrisa burlesca* (Chico 3)

-*debil* por qué?, no tienen nada mejor que hacer con su inútil vida? *sonrisa burlesca* (Yo)

Los tres fruncieron el ceño, mientras que yo me reía por lo bajo al ver que no tenían respuesta a ello, lo que lo confirmaba. Sabía que nada que dijera, iba a parar lo que el chico estaba por hacer y, por primera vez en la noche, me sentí nervioso y, un poco incómodo. El tercer chico aún me veía con el ceño, pero éste desapareció al momento en que metió mi miembro en su asquerosa boca...

[ME SIENTO NERVIOSA AL ESCRIBIR ESO NUEVAMENTE, DESPUES DE TANTO QUÉ SUCEDIÓ, ASI QUÉ LO EVITARÉ A MENOS QUE SEA DANIEL × JACK. Pero ya se imaginarán lo que pasó...]

Narra Daniel:

Y ahí me encontraba yo, haciendo lo que Jack debió de estar haciendo hace ya un par de horas, buscándome, solo que ahora yo lo buscaba a él. Me sentía culpable, y no, no hay nada que negar, pues lo era; pero ahora tenía que encontrarlo, tenia que hacerme responsable y buscarlo, principalmente porque sentía que algo estába mal...

Hace unas horas, las ráfagas de aire fresco estaba recorriendo toda la ciudad, pero ahora no, no había ni siquiera una brisa, solo frío...el mundo estaba quieto y mientras caminaba, sentía como si algo me estuviese observando, desde las sombras. Al recorrer tanto tramo de la ciudad, me encontraba bastante cansado y acalorado, y el ambiente frío no ayudaba a mi respiración, que comenzaba a arder.

Dejé de correr para permitir que mi respiración se calmase y así no me lástimase más la garganta; con la manga de la sudadera de Jack, que estaba ligeramente más larga que mi mano, me tapé la boca, pero no lo suficientemente fuerte como para que me negase el aire; ésto me dió por lo menos unos segundos de aire caliente, pero sin embargo, mi garganta no dejo de doler

Continué corriendo minutos después; no iba a parar hasta encontrar a Jack. Recorriendo la ciudad, pasé por muchas tiendas y restaurantes, pero uno de ellos en especial me llamó la atención, aún recordaba esa elegante pero rústica puerta de madera, y esas ventanas tan brillantes, que daban a reflejar la luna; ese fue el restaurante en el cual Jack y yo habíamos comido hace apenas unos días. Aparte mi vista y seguí corriendo.

Los pies me dolían y sentía que iba a caer por el cansancio que mis piernas cargaban y el suelo duro de concreto no me daba buenas esperanzas por si tropezaba. Cuando sentía que no podía correr más, paré de correr y me topé con el mismo parque que habia visto en bastantes ocasiones; por poco y había llegado al límite de la ciudad.

No sabia que hacer, había recorrido la mayor parte de la ciudad y aún no sabia en donde se encontraba Jack. Cruzé caminando por el parque, observando todo a mi alrededor, los bancos estaban vacíos, la fuente estaba apagada, los juegos estaban quietos; nada.

Al estar ya saliendo del parque, logré escuchar unas pisadas por detras de los árboles, me detuve en seco y, con la esperanza de que fuese Jack, me quedé totalmente quieto.

Narra Jack:

Los chicos se fueron, con una expresión de burla, la única expresión que mostraron al llegar y salir. Yo por mi lado, a pesar de ya no estar atado, me encontraba agotado, aún débil pero ya pudiendo moverme; el tercer chico, extrañamente, me dio a tomar una botella de agua, bueno, prácticamente me obligó.

Seguramente cualquier otra persona tomaría de ella por su cuenta, pero ellos sabían que yo no lo haría, pues sabía que habían puesto algo en el agua...

Por el momento no me sentía diferente, ni mucho menos mal, así que me levanté con esfuerzo del suelo frío y miré hacia el final del oscuro callejón , pero algo sucedió, tuve una extraña sensación en el cuerpo y luego caí, mi respiración estaba pesada y comenzaba a sentir...mareos

Mi visión se puso ligeramente borrosa y confusa, cerré mis ojos con fuerza, pero eso, a pesa de haber aclarado un poco más mi vista, aún seguía girando. Mareado, intenté nuevamente ponerme de pié; contra el suelo puse mis manos y con un esfuerzo casi nulo me levanté.

Al estar ya de pié, me apoye en la pared, con mis piernas temblando; miré hacia el suelo, y noté como no podía enfocar bien, también noté una extraña sensación, me sentía bien, al contrario de momentos atrás

Tambaleándome y aún junto a la pared, caminé hasta estar a mitad de la calle, donde, conforme caminaba, tenia más movilidad, pero las náuseas no cesaron. Mi respiración no cambio demasiado, pero si comencé a sentir...calor sofocante

No tenia fuerzas para llegar hasta la casa, menos en éste estado, así que decidí ir al parque, que se encontraba cerca, y esperar a que ésto parase en una de las bancas. Llegué a duras penas y comencé a pasar por entre los arboles, pues pensé seria un camino más corto. Mientras tanto no paraba de pensar en Daniel, "ya habría llegado a casa...?, qué tal si esos idio*** lo tienen también??", más preguntas comenzaban a presentarse en mi cabeza pero éstas extrañamente desaparecían, me costaba bastante enfocarme en algo, ya sea físico o mental, no sabia que pasaba...

Aún con la cabeza en las nubes, no paraba de caminar, y ya ni siquiera sabía si me dirija a una banca o no. Me detuve totalmente al sentir unas manos en mi pecho, deteniendome, pero yo no podía reconocer quién era, la noche no ayudaba y, sin aún poder enfocar mi vista ni mucho menos hablar claro, me limité a quedarme quieto, esperando que la persona frente a mi dijese algo

Narra Daniel:

La silueta se acercó lo suficiente como para que pusiese ver su rostro, en ese instante sentí un gran alivio, era Jack; pero esa sensación se esfumó cuando lo ví atentamente. Su rostro estaba pálido, sudando, sus ojos se cerraban constantemente, parecía estar ciego, pues no parecía ver en concreto a alguna parte, su ropa había desaparecido a excepción de su ropa interior, y ello dejó a notar el gran y inusual bulto que causaba su miembro, lo cual me causó un escalofrío...

°Nuevo Comienzo°  /Yaoi Omegaverse/ CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora