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I. La Nueva Realidad.


El funeral de mi padre había sido bastante duro, amargo.

No podía creer que realmente todo esto hubiese sucedido, pero cuando fue enterrado junto a mi tío Nash me dije que ya no había marcha atrás, este era el presente.

Los mellizos no se habían presentado a la ceremonia de entierro, ambos por diferentes motivos, pero en algo coincidieron; no querían despedir a papá.

Lo entendía, no los juzgaba, a todos nos había afectado diferente las cosas reveladas aquella noche de Navidad.

Y ya dos meses habían pasado, estábamos a nada de iniciar marzo.

El consejo se había acabado de retirar, habían venido a que habláramos de mi futura coronación y de cómo necesitaba casarme pronto y tener herederos, aunque en este último tema no había tanta presión, pues yo tenía dos hermanos que bien podrían tomar mi lugar en caso de que algo me sucediera.

El punto era mantener la corona en la familia Madsen.

Unos golpes suaves me sacan de mis pensamientos y musito un "adelante". La puerta de mi despacho se abre y veo a Emma entrar, su silueta me desconcentra completamente, va de un vestido negro que le llega por debajo de las rodillas, es de manga corta y se acopla perfectamente a sus curvas.

—Hey. —Me saluda mientras se encamina a donde me encuentro sentado, hago un poco hacia atrás mi asiento permitiéndole así acceso para que pueda sentarse en mis piernas. —¿No vas a almorzar? Ya es algo tarde. —Me dice y yo asiento mientras me inclino un poco para besar sus labios en un corto beso.

—Vamos, me hará bien la compañía. —Le pido y ella se levanta, toma mi mano y así ambos salimos de mi despacho con las manos entrelazadas.

Tenía presente que todo esto era necesario, pero no dejaba de encontrar mi actual situación extraña y ajena a mi, ya era rey de Dinamarca, mis hermanos apenas y me hablaban, Landon había regresado a Londres, y de Eris y Alrik actualmente no sabía nada, sin mencionar que ahora estaba en una relación "formal" con Emma.

Mi vida no parecía mía.

Lo único que se mantuvo constante era Ritter, que probablemente se encontraba jugando en el jardín.

Emma me habla del evento familiar al que asintió, me cuenta de cómo hay algo extraño en la familia de su padre, pero apenas y la escucho cuando veo a Dion caminar por el mismo pasillo en el que nosotros vamos, sólo que en dirección opuesta.

—Te estaba buscando. —Me dice algo frío. —Dione está a punto de largarse. —Informa y yo enarco una ceja.

—¿Y? No es prisionera del castillo. —Respondo despreocupado.

—¡Se quiere ir a Belgium a buscar ayuda para su venganza absurda! —Suelta, y entonces si veo la gravedad del problema.

—Emma, almuerza sin mi, luego te busco. —Le digo torpemente mientras suelto su mano para seguir a Dion.

Caminamos con prisa a la recámara de Dione, la puerta está abierta y el lugar está hecho un desastre. Está haciendo su maleta, dándonos la espalda. Me adentro primero a la habitación y Dion cierra la puerta detrás de mi.

—¿Se puede saber qué mierda quieres hacer? —Hablo con falsa calma, y entonces ella se voltea, sus ojos están rojos de llanto al igual que su nariz, cu cabello es un desastre y luce pálida, más delgada. La verdad era que no había tenido contacto con ella desde hace semanas.

—¿Qué mierda quiero hacer? ¡Ustedes son los que están haciendo una mierda de todo esto! —Exclamó a punto de echarse a llorar.

—Entiendo que te sientas afectada ante todo lo que ha sucedido, pero no entiendo a qué quieres ir a Belgium, ellos están de mi lado, no del tuyo, y si vas con ellos lo arruinarás todo, además, papá ya está muerto, ¿contra quién te vas a vengar? —Pronuncié empleando el mismo tono calmado.

DUEL  |K.M.|   #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora