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La mesera trae los pedidos y luego se retiró, comenzamos a comer y el silencio era infernal me pregunto ¿Por qué siempre que peleamos luego quedamos en silencio?

-Escucha no quise decir eso...es solo que...-Balbucea la cuál me pareció raro pero si es su intento de disculpa bueno.

-Descuida yo también actúe algo ardida -Me llevo un trozo de mi carne a la boca.

-Si muy ardida -Lo fucilo con la mirada -Lo siento -Sigo comiendo y el igual -Entonces ¿tregua?

-Bien no más peleas por el día de hoy, solo por qué te intentaste disculpar -Musito y el sonríe.

Al terminar de comer vuelve la mesera y nos entrega la cuenta, el asiente y pagamos, dejamos la propina y salimos del restaurante, mientras caminamos al auto ninguno dijo nada, odio que haya silencio, por qué no es del bueno, es del incómodo y extraño, subimos al auto.

-¿Que quieres hacer?-Pregunta mientras enciende su hermoso auto.

-Nadar -Me limito a decir, el alza la ceja -¿Que? Es mi pasatiempo favorito ok déjame vivir...

-Bien conozco una piscina muy cerca de aquí pero tendremos que esperar unos minutos para que el vigilante llegue -Yo asiento y el arranca en camino a la supuesta piscina.

-¿Tristán...?

-¿Si?

-¿Quién es Rebecca?-El asiente, dese que Travis me dijo lo de que le gusta jugar con los sentimientos de las personas y eso, los tres nombres no los saco de mi mente, Shira, Annie, Rebecca... Nesecito saber quién es.

-Es la hermana de Alan, ella se lío un tiempo con Travis pero no sé ella de un día a otro se fue...-si el juega con los sentimientos de la gente por eso, tal vez lo noto y decidió alejarse.

-Hablando de Alan ¿Dónde está? No lo he visto más -Lo veo rodar los ojos.

-El y su familia viajan mucho así que mayormente estudia a distancia y así -Explica, no sabía eso, claro no lo conozco casi.

Llegamos a un estacionamiento en donde Tristán aparco el auto y ninguno se baja de el, mi vista viaja aún un galpón Blanco y no tenía ventanas, serca del estacionamiento había una pequeña estación.

-¿Que hacemos aquí?-El sonríe y señala el galpón.

-Esa es la piscina, descuida por dentro es más bonita...

-Ok ¿cuánto hay que esperar? -Se encoje los hombros.

-Cuanto sea necesario, además no tienes nada que hacer ¿O si?-Ladeo la cabeza, el coloca sus manos en su nuca y se acomoda en el asiento, algo me dice que vamos a esperar mucho.

***

Dos horas ¡DOS HORAS! El dijo que serían un par de minutos, no horas, ¿En donde tiene la cabeza metida ese imbecil! Un señor medio gordito entra en la estación y miró a Tristán tenía los ojos cerrados y su respiración era pesada, así que lo remuevo un poco.

-¡Tristán...!-Mierda se quedó dormido, tiene que ser una broma -¡Tristán!¡Tristán!

-Joder Adrián ¿Que quieres? Debes quedarte tranquila ok -Yo ruedo los ojos.

-No más quería decirte que un señor entro en esa estación -el dirige su vista hacia la pequeña estación y esboza una sonrisa.

-Pues estás de suerte, ese es el vigilante -encendió el auto y avanzamos un poco hasta la estación -Buenas tardes, ¿cuánto la hora?

-Señor Tristán al fin le veo una chica -Dice en tono burlón y Tristán se ríe, así que soy la primera chica que traes aquí... menuda sorpresa -Para usted y la señorita...

-Grayson...

-La señorita Grayson es totalmente gratis claro, adelante -El sujeto sube la barra de contención dejándonos pasar, avanzamos y vuelve a estacionar el auto pero está vez en frente del gigantesco galpón.

-Baja tu mochila ok -Ambos nos bajamos de auto y el sostenía su mochila y yo la mia, abre la puerta y paso yo primero, dios era Hermosa, detrás de mi el se adentra -¿Impresionada?

-No sabes cuánto -estaba perpleja, la piscina estaba iluminada por luces de colores y se veía hermosa la verdad que si.

-Quitate la ropa -Abro los ojos como platos ante sus palabras -¿No querías nadar? A menos que te quieras ir a nadar con tu uniforme -Me rascó la nuca y el se ríe al ver la confusión, comienza a desabrocharse la camisa hasta quitársela completa, se quita los zapatos y luego desabrocha su pantalón, estos caen al piso dejándolo en boxer.

-¡Oh por Dios!-Su cuerpo era tan perfecto y el dice que yo parezco de porcelana, ¿Que no se ha visto en un espejo?

-Deja de comerme con la mirada y al agua -Este se lanza al agua y yo comienzo a desvestir me, quedándome en solo ropa interior, me dirijo hasta donde está la escalera y me introduzco en el agua.

Estaba algo fría pero podía soportarlo, me sumergí para mojar todo mi cuerpo y así estar en temperatura con el agua, al salir a la superficie el está con una sonrisa burlona, así que decidí salpicar le agua en la cara, este frunció el seño y yo sonreí.

-¿Contenta?-Yo asiento -Cuéntame algo

-¿Te parecen los números? -Rueda los ojos y yo sonrió -¿De que buscas distraerte?

-No empieces...-Advierte.

-Bueno está bien no digo nada...-Todo se quedó en silencio por unos minutos -No te ofendas pero Laura...no es tan bonita

-Eso a qué se viene... déjame adivinar ¿Tu eres más bonita que ella?-Opina

-Solo creo que no es tan bonita, además todos aman a las pelirrojas -Este sonríe y se acerca a mí -¿Competencia? Hasta ahí -señalo el otro extremo de la piscina.

-Trato -Ambos nos posicionamos y comenzamos a nadar, yo soy una experta seguí nadando y toque el borde, salgo de la profundidades y sonrió victoriosa -No es justo tu eres una campeona en esto -Se queja.

-No siempre ganas Tristán -Le vuelvo a salpicar agua en la cara.

-Yo siempre ganó sirenita -Ruedo los ojos -¿Revancha?

-¿Que voy a ganar?

-Pídeme lo que quieras -Me guiña el ojo y yo ruedo los míos, y así fue ronda tras ronda, ganar tras ganar, creo que es en lo único que no me canso a decir verdad, fueron momentos diferentes, Tristán no estaba siendo el idiota que siempre es, está parte de el me agradaba, era divertido.

-Basta acéptalo te gané -Esta vez es el quien me salpica agua.

-Presumida...-Ambos reímos y otra vez el silencio sepulcral volvió, el posa su mano sobre mi mejilla y comienza acariciarme los labios con su dedo pulgar -Mierda... Tengo unas ganas de volver a sentir tus labios contra los míos -Trago saliva y el solo miraba mis labios.

-¿Que te lo impide?-¿Por que dije eso? El sonrió.

-Ay sirenita tus labios se están convirtiendo en una debilidad para mí -Yo estaba por contestar cuando choca sus labios contra los míos, yo le correspondo de una vez, sus labios sobre los míos moviéndose en sincronía era Perfecto -Abajo -junta sus labios y ambos nos sumergimos en el agua, sus labios aún se mueven contra los míos, introduce su lengua y volvemos a salir a la superficie, acerca más su cuerpo al mío y su mano baja por el contorno de mi cuerpo llegando a mi muslo flexionando lo y pegándolo a su cadera, el beso es tan fuerte, tan sensual y perfecto, aleja su rostro del mío y posa su frente sobre la mía -Te has convertido en mi nueva debilidad sirenita...

-Tu en mi demonio de ojos azules -Sonrie y yo igual, nada puede arruinar este momento.

ADICTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora