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Tristán se encontraba acostado en su cama, tenía un brazo flexionado bajo su cabeza, por otro lado yo estaba sobre el a horcajadas, el tenía su otra mano posada en mi muslo, yo solo usaba una camiseta holgada negra que le pertenecía a el, el no tenía más que un Jean, con mis manos acarició cada parte de sus tatuajes ubicados en su pecho y el brazo que tiene hacia mi, la tinta dispersa en toda la piel en diferentes diseños se veía hermoso, habían algunos que no entendía que era lo que significa pero ya les encontraría significado.

Su antebrazo el reloj de arena, creo que ese era mi tatuaje favorito, por qué era diferente a cualquier reloj de arena y diablo que lindo, paso mis dedos por las ramas del árbol que abraza a dicho reloj, luego poso mi mano en la mariposa de su pecho y sonrío, veo como el se remueve le cause escalofríos, comienzo a subir mi mano por el medio de su dorso desnudo, hasta llegar a su clavícula y allí comienzo a acariciar el tatuaje ubicado que el una pequeña luna, hermosa, acercó mi rostro a el pero la puerta se abre.

—Tristan Nesecito que tu y...—Rapido me bajo del regazo de Tristán y me quedo en shock —¡¿Que carajo Louise?!

—M-ma te puedo explicar —Ella alza la ceja.

—No Adrián creo que me quedo bastante claro, ¿Cómo puedes hacerme esto? Y tú ¿Con mi hija? Existen millones de chicas, esto es su culpa es una mala influencia.

—Claro soy yo la mala influencia ¿no? —Masculla Tristán —Deje de tratar Adrián como una niña...

—Ella es mi hija y si quiero encerrarla en una torre es mi decisión ok —Grita mi madre y rápido la miró.

—¿Cómo? No soy una niña mamá tengo edad para decidir que es lo que quiero —Farfullo.

—Ves es tu culpa ahora comienza a responderme —Mi madre sale hecha una furia y yo rápido la sigo —louise existen muchos chicos en el mundo tuviste que meterte con tu hermanastro.

—Nisiquiera somos de sangre, para ti todo lo que hago debe ser perfecto no —ella asiente y veo a Tristán bajar las escaleras, se había puesto una camiseta y unas deportivas.

—Existen millones de chicos, chicos que no tienen problemas de carácter y sin drogas.

—Asi que todo es por eso ¿no? Jesús usted es más prejuiciosa de lo que pensé —Tristan sale hecho una furia de la casa, todo se salió de control y muy mal.

—¿Que te pasa Louise? Reacciona —yo miró al suelo —¿Quieres pasar tu vida así enserio? Que la gente hablé de ti todo el tiempo, por qué no verán a Tristán como el que hizo mal, te verán a ti.

—¡A la mierda lo que diga la gente!

—Louise...

—Deja de llamarme así mi nombre es Adrián, hasta eso te avergüenza, luego del incidente te aprovechaste en crear la versión que querías de hija, la niña perfecta que nunca rompe una regla, me llamas Louise por qué suena más de niña y no Adrián, me convertiste en una persona que le importa lo que digan los demás cuando eso para ser sinceros me ¡vale madres!

—Eso no es cierto Lou... Adrián —Eaa fue la primera vez que escuché a mi madre decirme Adrián.

—Te esforzaste por borrar de la existencia a esa Adrián deportista y medio machito que había creado mi padre, tu fuiste la que borraste a mi padre de nuestras vidas madre —inento ser fuerte pero las lágrimas comienzan a salir —¡Maldición! A ti nunca te importo esa Adrián.

—¡Eres mi hija claro que me importas!

—¿Enserio? Respóndeme ésto ¿Cuando has ido a una de mis competencias? Así ya se la respuesta nunca, excusa estoy trabajando, no creo que siempre trabajes, estuve con Tristan y tu mi cuenta te diste.

—Por que confiaba en ti...

—Mama nunca confiaste en mi, siempre quisiste que fuera esa niña perfecta por qué sabías que jamás te enfrentaría después de lo que pasó, pero sabes que ya eso no me afecta, úsalo en mi contra cuántas veces te de la gana, no me importa, al fin y al cabo nunca te importé ¿No es cierto?

—Siempre tienes que tener un drama para todo ¿no Louise? Desde niña claro que me imprataste no quería que terminarás siendo una marimacho es todo...

—En vez de eso querías una princesa a lo Disney no, nunca tuve hermanos así que cuando mi padre se murió te. Encargaste de hecharme toda la culpa a mi ¿no? Nunca lo dijiste pero como lo sé una vez te escuché pensando en voz alta, por eso decidí que sería mejor estar a tu merced y así no tendría que estar triste por qué me echaras la culpa —Sollozo y ella también comienza a sollozar.

—¿Desde cuando?

—No lo se no llevo la cuenta desde hace 5 meses cuando mucho...

—Adela lo sabía supongo...

—Claro que lo sabía, confío en ella más que en ti...

—No voy a permitir que estén juntos —Abro la boca indignada y rápido subo a mi habitación cojo un leggins negros y me cambio la camiseta por una mía, cojo unas zapatillas y lista —A donde vas.

—A buscar a Tristán y si no te gusta tu y tus prejuicios pueden valer, no somos hermanos no llevamos un lazo sanguíneo que nos une así que no le veo el problema, aún que tarde mucho tiempo en descubrir eso...

Camino por un lado y la oigo gritar mi nombre pero no me detengo y sigo caminando y cierro de un portazo la puerta, no dejaría que mi madre me impidiera estar con Tristan, tarde mucho en entender que el y yo no somos hermanos pero tenía demasiadas cosas en mi cabeza para entenderlo.

Ya sabía dónde estaría Tristán así que camino lo más rápido que puedo.

Al llegar al gimnasio entro y el está allí sentado a la orilla del ring, camino hasta llegar a dónde el se encuentra y me siento a su lado, dejó caer mi cabeza en su hombro y lo escucho sonreír.

—Hola demonio de ojos azules...—Susurro y el vuelve a sonreír.

—Me convertido en adicto a ti sirenita...

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Ahhhhhhhhh bueno...sin Opiniones y ustedes ¿? Dígame queridos lectores esto no acaba aquí.

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