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ADELA

Había escapado de mi casa, quería dejar de escuchar gritos y peleas, sin pensarlo tome dinero que he ganado sanamente y subí a un autobús y me fui lejos de mi casa, al notar me encontraba en la ciudad donde vivía Adrián ahora pero no quiero que me vea así, solo llevaba una mochila y ya...Así que como buena que soy me fui a un bar, nesesitaba un trago en mi vida.

Tenía mi tarjeta de débito allí aveces mi padre transfiere dinero, así que actualmente debe tener, entro en el bar y me siento en un taburete.

—¿Que se le ofrece?

—Vodka mucho vodka —sonrio y el sujeto asiente, poso mi frente en la barra y escucho a alguien sonreír.

—¡Estás destruida!—Esa voz, conozco esa voz, levanto mi mirada y encuentro a ese chico, mi amor platónico de un día, ese chico de cabello oscuro y ojos claros, acuerpado para su edad, con esa runa en su cuello, yo siempre había hablado con chicos ese era mi fuerte pero con el era diferente y más sabiendo que es hermanastro de Adrián.

—¿Que haces aquí? Creí que no dejaban entrar a menores de edad —Musito y el sonríe.

—Mi tío es el dueño así que entró cuando se me pegue la gana —Mi bebida llega y yo estoy apunto de pagar cuando el lo hace por mi no digo nada solo me tomo el líquido de un solo sorbo —¿Cómo llegaste aqui?—siento el líquido caliente quemar un poco mi garganta pero lo soporto.

—Me escapé por la ventana de mi casa y le dije al taxi que me llevará lo más lejos de mi casa, así termine aqui...

—No deberías estar sola y más si son casi las ocho de la noche —Advierte y yo bufo.

—¿Cómo está tu novia Roxana?—El arruga el ceño y luego sonríe.

—Es Rebecca y está bien no es mi novia mañana es su cumpleaños y bueno...—Es interrumpido por el sonido de mi celular y lo saco era mi madre ruedo los ojos y dejo el celular sobre la barra —¿No vas a contestar?

—¿Para que?¿Para que me pregunté en donde estoy? No gracias —pido otro vaso de vodka y espero —Ademas no quiero pasar la noche en mi casa, iré a un motel o yo que se.

—¿Por qué no te quedas en mi casa?—Alzo la ceja y el sonríe al entender que malinterprete la situación —Pero obvio no conmigo.

—No es nesesario gracias —El otro vaso llegó y lo veo de un sol sorbo, allí es donde me comienzo a sentir mareada y neutralizada, solo veo luces de neón y a Travis iluminado con estás, dios como puede ser tan lindo, alto ahora que recuerdo el es menor que yo, no debo olvidar a mi amor platónico de un día.

—¿Estás bien?—Yo asiento repetidas veces —Segura Adela.

—te acuerdas de mi nombre —Hablo y el solo sonríe —¿Que haces aquí Travis?

—ya te dije que...

—Eso lo se, pero debes tener una razón supongo —El asiente antes de responder...

—Tenia que verme con mi primo pero no ha llegado —Cojo mi móvil y abro la aplicación de WhatsApp envío un mensaje a mi mamá que voy a quedarme en casa de una amiga, ella como siempre solo respondió «ok» otras madres hubieran armado un escándalo, siento una lágrima correr por mi mejilla —¿Segura que está...

—Si estoy bien ok, 100% segura ¿Vale?¿Sabes que deberías hacer? Buscar a tu primo y dejarme sola por qué es lo que quiero estar sola.

—Deja de comportarte como una perra en celo e intentar echarme —Masculla

—Llamame perra una vez más y tú noviecita tendrá que buscar un implante cuando quiera follar contigo —Grito —Ademas ¿que hay de malo en estar sola?

ADICTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora