IV carta

26 6 0
                                    

Aburrido, así me sentía luego de que no pudiéramos vernos, pues esta bien. No sería un manipulador o alguien que te quisiera a mí lado siempre. Aunque lo deseaba en secreto.

Las siguientes veces me dijiste que estabas ocupada, mi más grande error fue preguntarte en que, y tal vez así hubiera detectado tú mentira.
Sabía que aquella persona estaba contigo, pero no quería que te alejaras de ella si eso te hacía feliz.

Te vi, tan perfecta y reluciente, sonriendo a alguien más y te confieso que yo igual lo hice, sonreí, viendo tu alegría y como compartías con alguien más. Me alegre, pues confiaba que no lo amabas a él. Pero muy dentro de mi ser, tuve miedo y un arrebato de celos. Sin embargo no quería que lo supieras, no era quien yo para controlar con quien salías.

Salimos, y te sentí lejana, huías de mi toque y evitabas tomarme de la mano. No dije nada, no quería ponerte incómoda con preguntas, solamente quería disfrutar el momento, viendo tu belleza y ojos hermosos que expresaban incomodidad.

¿Me estoy quebrando? Me pregunté cuando comenzaste a hablar de él y de como se la habían pasado bien, pero te lo juró amor. Nunca dejé de sonreír ante tus palabras, y sabía que todo iba a cambiar cuando me dijiste que él te había pedido una segunda oportunidad.
Sin embargo seguí sonriendo y te besé, mientras dentro de mí algo se apagó ¿esperanza? No lo sé.

Nadie lo sabe.

Cartas De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora