IX carta

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La cuidad me traía malos recuerdos, pues no la podía ver de otra manera que no fuese el lugar donde te conocí. Pero allí estaba de nuevo, en el ajetreado centro, buscando un abogado para resolver la herencia que había dejado mi tío. Pues sus hijos querían adueñarse de la finca, sin embargo ahora era mía por mandato de mi difunto tío, no sabia porque me había dejado aquella finca a mí, pero era un lugar bonito y pacífico que no quería dejar ir.

Sim embargo te encontré, estabas tan hermosa como la primera vez que mis ojos se posaron en ti. Vestias un hermoso vestido de rayas celeste y llevabas una cartera negra que colgaba de tu hombro, tu cabello estaba corto y tu maquillaje suave.
Estabas comprando un sombrero y cuando me viste sólo sonreiste incomoda, lo siento. Nunca quise incomodarte.

Termine mi día con una cerveza en una de mis manos,  y una carta de mi tío en la otra. La noche estaba estrellada y el viento magnífico. Como hubiese querido que vieras aquel hermoso paisaje conmigo.

En una silla de madera que se mecia y una carta con el papel amarillo, allí estaban escritas unas palabras que me confirmaron todo. Las personas que nacen con hojas de otoño, jamás amarán igual que las demás personas.

¿Volveré a amar? ¿Te podré olvidar? Espero te encuentres bien.

Cartas De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora