𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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ᴜɴᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ Qᴜᴇ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀÁ
MI ᴠɪᴅᴀ

Soy Atenea tengo 21 años, tuve que salir de casa a los 17 cuando mis padres se divorciaron así que me quedé con mi mamá, nos mudamos a París una vida totalmente diferente hasta que ella enfermó y falleció, mi mejor amiga Fátima tuvo un problema similar al mío así que le ofrecí quedarse en la pequeña casa que me traía recuerdos y ella aceptó.
Era de madrugada y llovía demasiado fuerte así que me asomé a la ventana y pensé en mi mamá.

-Ey, ¿qué haces?- me dijo mi mejor amiga acercándose a mí con cara triste al verme llorar.

-Perdóname, ¿Te desperté?- intenté secar mis lágrimas con mi sudadera de mangas largas.

-Nena, está bien, vén- me abrazó.

-Ay Fátima siempre que llueve la recuerdo...

-Es el lugar, necesitas cambiar todo, cerrar ciclos nena.

-¿Y cómo hago eso?- seguí llorando

-Tengo una idea, vámonos al centro de la ciudad, ahí hay personas, ambiente y cosas muy diferentes, piénsalo, hay que invertir nuestros ahorros en algo nuevo.

Me quedé callada.

-Esta bien Nea piénsalo, no tiene que ser ahora.-me besó en la frente.

-Te dije que era Atenea, no Nea, llevas años llamándome así.-la miré molesta.

-Esta bien Nea, te veo en la mañana.- se fué sonriendo.

En toda la noche lo pensé y era cierto necesitaba cosas nuevas, alejarme de todo lo que me hacía sentir mal y el siguiente día le dije a Fátima que sí, que nos fuéramos lo más pronto posible.

°°°Un mes después.

Ya estábamos instaladas en un departamento nuevo, cada quien tenía su habitación, en medio de ellas se encontraba un baño con tina, al salir estaba la cocina moderna, porteriormente la sala que tenía una vista hermosa hacía la ciudad, nos encontrábamos en el piso 25 de 30, así que un temblor y moriremos.
ambas conseguimos trabajos ella como diseñadora de moda y yo como empleada de cafetería, lo sé, sé que no es muy buen trabajo pero fué el único que conseguí mientras decidía a qué dedicarme ya que tenía 2 carreras, una técnica en Telecomunicaciones y Una en Administración de empresas.

El despertador sonó.

Me levanté con toda la actitud, me puse mi uniforme de trabajo, falda pegada y blusa blanca con zapatos negros, recogí mi cabello en un chongo, salí corriendo como siempre y sin desayunar.
Me cruce la calle y un carro negro casi me atropella, pero solo caí de nalgas.

-Tenga cuidado señorita-Me gritó molesto el chófer de una persona importante.

-Lo siento, a usted no le descuentan el día de su sueldo- me puse de pie enojada pero seguí mi caminó.

A duras penas llegué cogeando a mi trabajo.

-Ey Atenea díez minutos tarde.-mi jefe estaba viendo el reloj.

-No volverá a pasar- me sacudí el polvo y me puse mi mandil.

-Es la última vez que te la paso, solo si doblas turno hoy.

-¿Qué? Tengo que entregar un proyecto.- dije sorprendida.

-Entonces véte largando de una vez.-se fué a la cocina.

Me metí al baño y le mandé un mensaje a Fátima con lo que había pasado.

-Fatima ¿ Crees que puedas enviar mi proyecto por favor? No está terminado, me faltó un poco pero hoy doblaré turno y no puedo enviarlo.

-Claro nena hoy llego temprano, yo lo mando con tu nombre y tus datos, ¿a qué correo?

Le dije todo lo que necesitaba, ella es un ángel, la amo demasiado.

Había demasiada gente ya que era Lunes, terminé mega cansada mi turno, pero me tocaba esperar el otro.
Eran como las 8 cuando un señor que parecía tener demasiado dinero entró junto con dos chicas muy lindas.

-Buenas noches, ¿Qué va a ordenar?-las chicas me miraron como bicho feo y el señor ni siquiera me volteo a ver.-Tenemos un café que sabe riquísimo, es nuevo, de vainilla, podemos agregarle lo que ustedes gusten.

-¿Venden hot cakes aquí?-preguntó una de las chicas.

-Si claro- dije amablemente.

-Pues quiero- me interrumpió.

-Que sean tres cafés de los que dices- dijo el señor, al parecer si me ponía atención.

-Si.- lo anoté todo.

-Yo no quiero un café de esos- dijo la otra chica.

-Vas a probarlo te guste o no lindura.-habló el señor en tono lindo.

-¿Algo más?-me empezaba a poner incómoda.

-Trae lo que quieras-me sonrió el señor.

Yo no dije nada y fuí a pedir todo lo que habían ordenado más ¿lo que quiera? Pensé en decirle a mi jefe que preparara los platillos más ricos y así lo hizo, obviamente le ayude.
Volví lo más rápido que pude y entregué todo.

-Eso sería todo, disfrútenlo, y si gustan algo más aquí estoy a sus órdenes.- al darme la vuelta sentí como me aventaron un vaso y toda mi espalda mojada.

-¡Esto sabe del asco!-La chica gritó a mis espaldas y salió mi jefe.

-¡ATENEA! Te dije que atendieras bien a los clientes, una sola cosa, y no la puedes hacer bien.-comencé a llorar.

-Pero no es mi culpa-Dije en mi defensa con la voz quebrada.

-Estas despedida- me dijo mi jefe e inmediatamente se fue a disculpar con las dos chicas y el señor.

Salí del lugar y me senté justo afuera en el piso para llorar, genial ahora tendría menos de 5 en mi proyecto y nada de dinero ni trabajo.
Sentí que alguien tocó mi hombro y alcé mi cara.

-Trabaja conmigo, si te convence, llama a este número.- Sacó una tarjeta de su saco, me la dió y se fué fumando.

Al verla decía:

Club Nocturno Espec&al.

DIFERENTES ( TODO ES NEGOCIO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora