𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟐

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—Ahhh.

—Tu interior es fabuloso.—Hizo una media sonrisa de esas que él sólo sabe hacer.

—David... Más...—Al fin le pedía algo, creo que estaba enloqueciendo.

El me miró extrañado pero siguió con gusto.

—Más duro...— Gemí exitada.

—¿Estás segura Atenea?

Lo jale de los hombros para besarlo y darle un beso seguido de una mordida en los labios.

—David, dije dame duro.—Me molesté, yo quería que realmente siguiera.

Sin pensarlo me jaló de una de mis piernas con brusquedad y me volteó.
Ahora estaba expuesta de la parte trasera hacia él.
Me tomó de la espalda para que bajara mi torso hacia la cama mientras con la otra sostenía mi cadera en alto.

Me penetró duro.

—¡Ahhh!—alcancé a voltear mi cara hacia la almohada para ahogar el gemido.

Él alzó mi cara al sostenerme del cabello.

—Querías que lo hiciera duro, déjame oírte—Me soltó una nalgada que me agarró desprevenida y dí un pequeño sobresalto.

Mordí mi labio y apreté las sábanas.

—¡Me voy a venir!— dije rápidamente.

Pegó su cuerpo contra el mío y las embestidas eran más rápidas y duras.
Juraría que los ojos se me iban.

Mis manos desesperadas apretaban las sábanas hasta que él las alcanzó con una mano, mientras con la otra sostenía mi cadera.

Terminamos al mismo tiempo, nuestras respiraciones eran agitadas, pero se fueron relajando poco a poco.
Se recostó a mi lado y me jaló para que quedara en su hombro recostada.

—Te amo David— dije finalmente.

Me tomó por la barbilla y me dió un beso tranquilo en los labios y después en la frente.

—Descansa princesa —sonó tranquilo.

No dijo... Sentí un vacío enorme.

Cuando desperté ya se había ido, comencé a llorar, me sentí usada y estúpida por mostrar mis sentimientos.

***David Lascuráin***

Terminamos dormidos, sonó mi celular, era mi padre.

—¿Qué ocurre padre?

—Te veo en el restaurant Lun&al, ahora mismo.—Colgó.

—Mierda—me metí a bañar rápido, me puse un traje negro, le dí un beso en la gente a Atenea que aún dormía y me dirigí al restaurante.

En el camino le marqué a mi mejor amigo.

—Que mierda David, es súper temprano.

—Alex, los periódicos.

—No salieron, no te preocupes, desde ayer te avisé que todo estaba en orden pero nunca respondiste, ahora, no me jodas déjame dormir.

—Te daré una paliza cuando te vea—Le colgué.

¿Para que me quería mi padre?¿Firma de otro negocio?¿Problemas con un socio?
Mi padre estaba sentado esperando.

—Buenos días padre— me senté frente a él.

El me miró molesto, aventó unas fotos a la mesa.
Eran de Atenea en el club spec&al, otras de cuando lo hicimos en la oficina y otras de ella desnuda que eran completamente falsas.

—Lo pudiste ocultar del mundo entero pero no de mí—Jamás lo había visto tan molesto.

—Padre no todas son reales, yo...

—¿Sabes la caída que tendría la empresa al saber que tú esposa es una bailarina del club spec&al?

—Ya no lo es, dejó de serlo desde que nos conocimos.

—Dejame adivinar, la conociste ahí.

—Padre yo la amo.

—Te prohíbo que sigas con esto David, haste cargo de todo y pide que te firme esto ahora.

Aventó papeles a la mesa.

—¿Divorcio?

—Y contrato de confidencialidad, si dice algo, ella jamás existió.

—¿Estás loco padre?— lo miré molesto.

—No lo está, solo piensa con la cabeza—El idiota de Ortech apareció detrás mío.

Me levanté de mi silla y lo tomé de la camisa para darle un puñetazo pero mi padre me interrumpió.

—¡DAVID!

—Hay cámaras por todo el lugar, no querrás dejar en la ruina tú apellido y empresas ¿no?—dio una sonrisa triunfante.

—David siéntate— Habló mi padre de nuevo molesto.—Si tu madre se entera de ésto.

Nos encontrábamos los tres sentados, yo no aguantaba las ganas de partirle la cara a Ortech.

—Bien, ahora, negociemos —Habló Ortech— Las imágenes jamás saldrán, dejaré tranquila a toda tu familia incluyendo Atenea y callaré, como si nada hubiera pasado, pero, mi silencio tiene precio.—De nuevo señaló los documentos de divorcio.

—No.—Dije firme.

—Ya me has decepcionado bastante David, haste responsable de esto, acabalo ya y consigue una mujer decente.—Lo interrumpí.

—Padre, no vuelvas a decir nada de ella.—quería  explotar de ira.

—Piénsalo bien, ¿te negarías a una propuesta así? ¿Enserio dejarías que fotos de tu mujer desnuda con títulos denigrantes indundaran las redes?¿Aparte dejarías que tu apellido y reputación se indundaran?
Si me matas ahora, tienen la orden de publicarlas de inmediato y aparte en el instante en que me dispares a mí, tu padre también muere, así que...

—David—Mi padre me miró.—Me percaté de un explosivo debajo de su saco.

—Bien, lo haré más interesante.—Ortech sonrió. —Tienes un minuto para pensarlo— colocó una pluma arriva del contrato— si te niegas las imágenes se publican.

Me quedé pensando, las imágenes de Atenea, estaban regadas en la mesa y arriba de ellas el contrato, realmente le haría daño un escándalo así.

—10, 9— comenzó a contar el imbécil.

Mi celular prendió con la notificación de llamada, era Atenea.

—5, 4, 3— Siguió contando.

Tomé la pluma.

—¡HIJO!—mi padre habló.

—2, 1 —Firmé el documento.—Cero— tomó el papel.—fué un placer hacer negocios con ustedes.

—¡Hijo de puta!—Lo encaré.

—Cuidado—Me mostró el botón de la bomba de mi padre.

Quedé es shock, la llamada de Atenea dejó de sonar y mi celular se apagó.

—Quítenle la bomba al viejo—Ortech se fué riendo.

Le quitaron la bomba a mi padre y ambos nos quedamos solos en el restaurant.
Me senté derrotado.

—¿Qué hice?—Agarré mi cabeza a modo de frustración.

Mi padre sólo me miraba.

—Soy un idiota.




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Capítulo dedicado para las personitas que lo siguen leyendo y comentan la historia, créanme que agradezco sus comentarios ❤️

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