𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏

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ᴘʀᴏᴛᴇɢᴇʀÉ ʟᴏ Qᴜᴇ ᴇꜱ ᴍÍᴏ

***David Lascuráin***

No había hablado con Atenea durante una semana, al llegar a mi empresa todos me saludaron y ya me esperaban mis socios.

-Buenos días jóven Lascuráin.

-Buenos días- mi padre seguramente debe estar esperándonos, subimos mi elevador privado, venían tres de mis socios, cada quien con su secretaría, entre todos Tamara que era hija de el señor y la señora Miltwor.

Cuando llegamos a la sala de juntas que estaba justo abajo de mi oficina mi padre y Dominique estaban sentados esperando.

-Buenos días, tomen asiento.-Yo y mi hermano estábamos al lado de mi padre.

-Gracias por resivirnos, pero saben a qué venimos así que les pediría de la manera más atenta que vayamos al grano.-Dijo la mamá de Tamara quien ni siquiera volteaba a verme.

-Claro, negociemos, podemos hacer una reunión y recaudar millones para beneficiar la alianza, las empresas que dónen desde luego estarán asociadas y de alguna manera serán beneficiadas y nombradas por nosotros.

-O podemos comprometer a dos de nuestros hijos y crear acciones.- volvió a decir la madre de Tamara.

-No estoy de acuerdo- dijo otro de nuestros socios- nuestros hijos deben elegir con quién casarse, si queremos ganar todos hagámoslo de manera limpia.

-Opino lo mismo- dijo Tamara -No puedes estar con una persona que no te ama solo por un papel y acciones- ahora sí me miró.

-Esta bien, haremos esa reunión, pero no deja de postularse que necesitamos personas maduras para poder negociar, y mientras el jóven Lascuráin no esté estable sentimentalmente no aportaré ni un centavo en esa reunión, compermiso.- se retiró otro de nuestros socios.

-Compermiso- Támara también se fué y yo fuí tras ella.

-Tamara espera- se detuvo.

-¿Qué me dirás ahora David?-, giró hacia mí.

-No creí que te afectará tanto, no había ninguna relación tu y yo.

-Sabias que podía haberla pero, sólo éramos tontos niños jugando a acostarse por lo que nunca te diste cuenta de mis sentimientos.

-¿Te estás confesando Támara?

-Tu eres y serás mío por qué yo siempre te tuve, así que espero te diviertas con tu juguetito mientras dure.- se fué.

***Atenea Bernal***

-No se te ocurra ponerme tanto maquillaje.-le dije a mi mejor amiga.

-Relajate, quedarás divina y más con ese color negro de lencería.

Una vez terminando de arreglarme me deseo suerte, pues yo seguía en pasar.

-¡CON USTEDES LA MAS HERMOSA, LA NUEVA, LA INIGUALABLE ATENEAAA BERNAAL!- Salí del telón empoderada.

La música empezó a sonar y bailé, yo sólo me dejé llevar por la música, a lo que todos gritaban y aventaban flores y fajos de dinero.

Cuando terminé me dí cuenta de que David no estaba donde siempre, así que tal vez no había venido.

-¡¡¡Estuviste genial!!!- me dijo mi mejor amiga Fátima y mi otra amiga Maite del club.

Gregory aplaudió detrás mío, Atenea unos clientes quieren charlar contigo, se amable, son unos de los mejores.

-Claro.- Me dirigí hacía donde me dijo gregory y a este lugar no me había metido, es como si hubiese otra fiesta pero de otro nivel, habían demasiadas personas, la mayoría hombres

-Hermosa ven, siéntate con nosotros.- todos tenían alrededor de 40 años.

-sonreí y accedí.- ¿Querían hablar conmigo caballeros?

-Si, claro, queremos conocerte, dinos que edad tienes.

- Tengo 21

-¿Y te gustaría ir a alguno de nuestros hoteles? En varios países tenemos, sólo dilo y estarás allá si lo deseas.

-Muchas gracias caballeros, que amables.- sonreí.

-¿Una copa?- me la ofreció otro señor.

Estaba a punto de decir que no pero Gregory dijo que eran de sus mejores socios y no podía dejar que se llevarán mala impresión de mí.

-Gracias- la tomé con cuidado.

-Es uno de nuestros mejores licores, espero que te guste.

-Sabe demasiado bueno.

-Cuidado princesa, este licor es muy fuerte.

Comencé a marearme después de poco tiempo y me recosté en el sofá, con los ojos entrecerrados ví cómo empezaban a apostar en entre ellos.

-¿Cómo te sientes?-me preguntó uno de ellos.

Empecé a sudar,me sentía súper caliente lo agarré del cuello de su camisa.

-Wow princesa, aquí no, podemos ir a otro lado.- se levantó y me tomó por la cintura.

Todos veían mi reacción, no sabía que pensar.

-Me... Tengo calor- les dije acomodando mi cabello.

-¿Te quieres quitar la ropa?- uno de entre todos ellos lo dijo.

Todos comenzaron a reir.

-vamos muñeca no seas penosa.

Comencé a deslizar mi tirante de brasier y todos me miraban atentos hasta que uno de ellos se salió de control y me lo bajó completamente de jalón, todos vieron pero en ese momento llego David soltándole un puñetazo al tipo.

Yo me quedé inmóvil

David después de darme el puñetazo me jaló del brazo y me dió su sacó, cuando empezamos a avanzar mis piernas me temblaban y no podía caminar.

-¿Atenea?

-David, tengo calor.

Me cargó y me llevó a su carro.

***David Lascuráin***

Estaba en el antro, no ví la presentación de Atenea por qué estaba en lo privado haciendo apuestas con mis socios y jugando Billar.

Justo cuando iba a tirar habló un socio mío.

-Baila muy bien la nueva he...- la fallé.

Apreté mi mandíbula y mi mejor amigo me volteo a ver.

-Que suerte de los ancianos jajaja.

-¿Suerte por qué?- pregunté de inmediato.

-Convencieron a Gregory de que la mandaran a su lugar.-dijo otro amigo.

-No creo que ella de sesiones privadas, se ve muy inocente, pero así calienta más.

-Erick cállate- estaba furioso. Le pegué a la mesa de billar y algunas bolas salieron volando, fuí a buscar a Atenea con esos ancianos depravados.

DIFERENTES ( TODO ES NEGOCIO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora