ᴀʟɢᴏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴏ
-Atenea- Se escuchó al otro lado de la línea.
-¿David?
-Necesito hablar contigo.-Dijo serio.
-No tengo nada de que hablar contigo-constesté cortante y estaba a punto de colgar.
-Espera, es sobre negocios, tu y yo ganaremos.
-Habla- le ordené.
-Yo tendré más socios, más empresas, más poder y tú tendrás dinero para hacer lo que quieras.- sonó seguro.
-No no quiero meterme en...
-Millones son lo que te correspondería- Respondió como si se tratara de poco para él.
Voltié a ver a mi amiga que estaba destrozada con la noticia y sin trabajo.
-Bien, hablemos, ahora mismo te veo en el mismo lugar donde me dejaste ¿a qué hora sales de trabajar?-Le pregunté.
-Atenea soy el jefe, puedo salir a la hora que quiera.
-Entonces te veo ahora mismo.-Le colgué.
-Ey, deja de llorar todo va a estar bien-le dije a Fátima.
-Atenea perdóname he sido una mala amiga, igual y nos corrieron por qué siempre meto hombres al apartamento.-Lloró peor.
-Tendremos un lugar para que metas las personas que quieras, tranquila.-le dí un beso en la frente y me fuí.
Esperé a David en el parque sentada y no llegaba, hasta que apareció.
-Te tardaste demasiado, bien hablemos.-lo miré a los ojos.
-Esta bien, Vámonos.-me dijo extendiendo la mano para que me levantará del asiento del parque.
-¿A dónde vamos?-A mi departamento.
-Para que iremos a tu departamento si está tu familia- Dije obvia.
-En mi casa está la familia, en mí departamento sólo estoy yo.
-ah, entiendo.-nos dirigimos al auto.
Llegamos al lugar, era grandísimo, los cristales daban vista a toda la ciudad, su edificio era como de 30 pisos y el departamento estaba en uno de los de hasta arriba, la sala, el color de las cosas, la textura, todo era súper caro.
-Bien, mira, preparé esto toda la noche.-Se sentó e indicó que me sentara para darme unos papeles.
-¿Es un contrato?-lo miré raro.
-Exacto.
-¿Casarnos?-me quedé en shock.
-Sabes lo que quiero, cometí el error de presentarte así con mi padre, tengo que arreglarlo.
-¿Y está es tu opción?-Dije impresionada.
-Sí, debes firmar que no dirás nada o básicamente estarás muerta y desaparecida del mundo.-Dijo tranquilo.
-¿Debo dejar mi trabajo?- pregunté sería.
-Por mi reputación.-me miró fijo.
-¿Tambien dice que debo hacer lo que me digas?- alcé una ceja.
-Yo sé los motivos y consecuencias que tiene esto de los negocios, así que sí, esa es mi regla.- recargó sus codos en la mesa.
-Bien te diré mis reglas- rompí la hoja donde él había puesto parte mía.-quiero 40% de tu sueldo, quiero ser independiente y por último, no dejaré mi trabajo hasta que haya una sortija en mi dedo, mientras tanto estoy soltera.- lo miré fijo y parece que eso le desagradó un poco.
-Esta bien- me tendió la pluma -La tomé y firmé.
Nos quedamos tranquilos por un gran tiempo mirando el contrato, cada quien pensó en la tontería más grande de su vida que estaba cometiendo al hacer esto.
-Bien, debo volver con mi amiga, nos quedamos sin departamento así que no la dejaré sola en la calle.-Dije levantándome de mi asiento.
-¿Te puedo ayudar en algo?-Tambien se levantó.
-Sí, necesito un camión de mudanzas, te mando los detalles alrato cuando tenga a dónde ir.
-Atenea, si buscas un apartamento solo pídelo.
-Necesito uno- pase mis manos sobre mi cabello a modo de frustración.
-Bien, ¿puedes esperar unas horas?- hizo una llamada.
Al siguiente día mi amiga y yo ya estábamos en un departamento, era muy hermoso, ideal para nosotras, lo único malo era que estaba a 5 minutos del de David.
-¿Atenea que hiciste?- preguntó mi amiga sorprendida.
-la tontería más grande de mi vida- bufé.-Pero no tendremos que volver a pagar la renta.
-Es genial-Me abrazó y yo a ella.
°°°
Llegó el viernes y tenía que ir a trabajar, mi pie estaba ya mejor, debía cuidarlo pero podía hacer las cosas.
Gregory me estaba esperando.
-Atenea, arrazaste la última vez, éste es tu talento.-sonrió.
-Gracias Gregory, iré a cambiarme- ahora mi disfraz era rojo, bikini rojo, brasier rojo sin tirantes pero con hilos que se ataban a mi abdomen con un moñito, medias de encaje a la altura de los muslos, tacones rojos y una diadema de diabla.
-Sí que te fue bien - dijo Maite, con la que mejor me llevaba del club.
-Gracias.- sonreí y esperaba a salir a bailar.
***David Lascuráin***
Terminé temprano mi trabajo un Viernes y mi amigo entró a mi oficina.
-Que bien, ya a descansar hee- dijo emocionado.
-Jajaja bueno, yo aún tengo que enviar unos archivos.- le respondí.
-Pero no son para hoy, ¿arréglaste lo de Atenea?-preguntó.
-Sí, aceptó con condiciones.- miré a otro lado.
-Bueno, al menos no te rechazó, si lo hacía tu padre te mataba, cuídala bien al menos hasta que se casen.- se rió.
-Estoy tan idiota por hacer algo así.- seguí mirando la ventana.
-Bien, mira, vamos por unas chicas a un antro y nos relajamos con ellas- subió las cejas picaron.- o ya sé, vamos a ver a Atenea.-Le pegué en el hombro.
Llegamos al Club nocturno spec&al, sabía que Atenea estaría ahí.
Subí a los cuartos de arriba en dónde estaban mis amigos de la universidad por desgracia también Tamara estaba ahí.
-Hola- sonrió acercándose a mí, como siempre tan ardiente esa rubia.
-¿Cómo va la recuperación?-Tocó mi brazo.
-Mejor, Gracias - choqué la copa con ella.
-Con ustedes ¡ATENEA BERNAL!- cuando Gregory dijo eso Tamara me besó descontroladamente, la tomé de la cintura y seguí el beso.
Mi mejor amigo se me quedó viendo confundido.
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DIFERENTES ( TODO ES NEGOCIO )
Aléatoire.𝗘𝗹 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗺á𝘀 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼, 𝗽𝗼𝘀𝗲𝘀𝗶𝘃𝗼, 𝗺𝗮𝗱𝘂𝗿𝗼 𝘆 𝘀𝗲𝗿𝗶𝗼. .𝗟𝗮 𝗯𝗮𝗶𝗹𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮 𝗲𝗿ó𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗺á𝘀 𝗮𝗱𝗺𝗶𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝗹𝘂𝗯 𝗻𝗼𝗰𝘁𝘂𝗿𝗻𝗼 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮�...