𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐

408 31 2
                                    

ᴍᴀʟ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪᴅᴏ

***David Lascuráin***

-Erick cállate- estaba furioso. Le pegué a la mesa de billar y algunas bolas salieron volando, fui a buscar a Atenea con esos ancianos depravados.

Cuándo llegué ví a Atenea sentada frente a todos ellos y un tipo le bajó el brasier, sentí que me hirvió la sangre y le solté un puñetazo al tipo que le hizo eso, mis nudillos comenzaron a sangrar y me llevé a Atenea, le dí mi saco pero ella no podía caminar sus piernas le temblaban, así que la cargué.

-¿Atenea estas bien?-la metí a mi carro y la llevé a mi departamento.

Le marqué a mi amigo el doctor.

-¿Hey, iré a tu consultorio, me queda cerca, estarás?

-Si claro, te espero.-le colgué y aceleré, ella se estaba durmiendo y al parecer tenía fiebre.

Llegamos, la atendió enseguida para evitar que algo malo pasara.

-Esta drogada.

-¡Esos imbéciles!- apreté mis puños.

-Mira la dosis no fue tan fuerte pero si tiene un efecto que dura 8 horas, ya le dí unas pastillas para que se le baje más rápido, estará bien, pero no la dejes sola para que cualquier cosa fuera de control me marques.

-gracias-la ayudé a levantarse.

Nos dirigimos a mi apartamento, la recosté en mi cama, me quité la playera y  me puse mi pantalón de pijama, fui al baño a lavarme la sangre de mis nudillos, ví una llamada de mi doctor y respondí.

-Por ningún motivo la tapes o se le subirá la fiebre.

-Esta bien, gracias.- le colgué.

Me recosté al lado de ella, estaba muy cansado y me quedé dormido, hasta que sentí a alguien arriba de mi.

-¿Qué haces?- le dije a Atenea que se encontraba encima de mi miembro.

-Que, no lo niegues, tu quieres hacerme tuya.-intento besarme.

Me senté y ella siguió arriba de mí.

-Házme tuya- se mordió el labio lo que provocó que pensará cosas indebidas.

-No estás en tus cinco sentidos, te drogaron.

Intento besarme de nuevo.-giré bruscamente y ahora yo la acorralé debajo de mí.

-¿Por qué no solo duermes?- la miré y su cara... Ella estaba exitada.

-Házme tuya- volvió a pedírmelo.

Mierda... Su cara.

-No Atenea, sólo descansa.

-Por favor- sus ojos llorosos y su cara sonrojada hicieron que perdiera un poco el control.

-Lo siento-hice su braga a un lado y metí mis dedos en su intimidad.

-Hmmm- hizo su cara hacía atrás de placer.

DIFERENTES ( TODO ES NEGOCIO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora