𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟗

371 24 6
                                    

A la mañana siguiente éramos la portada de la revista y noticia en la ciudad.

***David Lascuráin***

-Muy bien hijo, se nota que vas progresando en tus decisiones, las acciones están creciendo.

-Padre...

-¿Parece algo increíble no?

-¿Qué dices?- pregunté confundido.

-Bueno, un día cualquiera te encuentro curandole el pie y otro de la nada te casas.

-Estoy enamorado de ella, es todo lo que necesitas saber- mi padre sonrió con incredulidad.

-¿Ah sí? Y cuando vendrá a vivir aquí.

-Nunca- Mierda, había olvidado todo eso... Mi padre de verdad es intenso.

-Nunca... ¿Se puede saber por qué? No creo que sea un matrimonio planea...

-Es por qué tengo planes diferentes con ella, compraré una casa y nos iremos.-lo interrumpí.

Mi padre se quedó callado, debía cuidarme de él, aunque por el momento se quedó tranquilo se que tiene intriga y no descansará hasta que sepa que es cierto.

Salí de la casa y le marqué a Atenea.

-¿Qué ocurre David?

-Tengo que hablar contigo.

Llegamos al lugar acordado.

-¿VIVIR JUNTOS?- se alteró.

-Sé que es... Complicado pero ¿podrías hacerlo?

-No David, ni tú, ni yo sobreviviremos estando juntos. Sólo dile a tu padre la verdad y acaba con esta farsa.

-Atenea no puedo, una vez tomada esa decisión no hay marcha atrás, y no solo sería él, sería la prensa y los empresarios enterados de nuestro compromiso.

-¡Dios!- Agarro su cabello con frustración.

-Lo sé, todo es mi culpa.

-Lo haré, viviré contigo.- me sonrió.

-Gracias.

En mi cabeza sólo me estaba lamentando por haber inventado tal farsa.

***Atenea***

Estaba preparada para casarme con él.
Todo estría bien, un maldito contrato, unos cuantos meses juntos y después cada quien por su lado.

Pasó el tiempo cuando me encontraba caminando sobre el altar.
Uno, dos, pies firmes, pensamiento frío, mirada... Cuando lo ví ahí fué un golpe muy fuerte para mí, ¿yo realmente me había enamorado de él?

Tomó mi mano y ambos miramos hacia el frente, toda su familia estaba presente, unos que otros empresarios, y solo unos cuantos amigos míos, pero por supuesto mi mejor amiga Fátima no podía faltar.

-Eres hermosa-Me dijo.

-Gacias- le sonreí.

-Entonces David Lascuráin ¿Aceptas a Atenea Bernal como tú legítima esposa?

-Acepto-Ni si quiera me miró a la cara.

-Atenea Bernal ¿aceptas a David Lascuráin como tú legítimo esposo?

Me quedé pensando, David volteo a verme, una mirada de confianza, una mirada tan tranquila, de todo estará bien.

-Acepto.

-Entonces puede besar a la novia.

Él me tomó del cuello delicadamente y me besó.
¿Cómo puede hacerlo sin tener ninguna expresión?

-Tengo que ir al baño- Me aleje de él y una vez en el baño comencé a llorar.

Odio esto, odio mi vida, mis decisiones, mi destino, lo odio todo, me han traído demasiados problemas y yo solo siento que... No sirvo para nada, y que nadie me amará jamás por como soy.

-¿Atenea?- Él se encontraba ahí, detrás de mí, lo ví por el reflejo del espejo.-¿Estás bien?- Se acercó a mí.

-Descuida, sólo... Recordé algo que me dió mucha nostalgia.-Estaba a punto de irme pero el me sostuvo del brazo.

-Oye, lo siento. Si estás así por mi culpa.

-Esto es un contrato y yo realmente necesito el dinero, así que, sólo sigamos actuando como lo hemos hecho, si te soy sincera creo que a ti te sale mejor.

-El motivo, por el que actuó así, es por que me es difícil expresar mis sentimientos cuando tengo demasiadas cosas en la cabeza.

-No me tienes que dar explicaciones, sólo cumplamos el maldito contrato-Comencé a llorar de nuevo.

-No me gusta verte así Atenea- tocó mi mejilla.

-Mierda,¡estoy bien! ¿No lo entiendes? No es como que odie cada decisión que tomo y mi futuro dependa de ello por qué no sirvo para nada, solo para ser bailarina erótica de un club nocturno y ahora una farsante esposa de un empresario.

-No digas estupideces, no te subestimes así.-Dijo enojado.

-¿Ah no? Entonces dime qué es mentira.

-Lo es, es totalmente una mentira.

-¿Por qué?- pregunté llorando.

David se quedó callado y sin mirarme.

-¿Lo ves? Sabes que tengo razón.

-¡Que no!- Alzó la voz.

-ENTONCES DIME QUE HAGO EN UNA FIESTA, CON UN MALDITO VESTIDO BLANCO Y UNA PUTA SORTIJA FALSA.-Le dije desesperada y furiosa.

-Guarda silencio.-Dijo frustrado.

-MIERDA ¿POR QUÉ ME HICISTE HACER ESTO DAVID? ¿POR QUÉ A MÍ?

-POR QUE TE AMO.

Ambos nos quedamos en silencio y en shock después de eso.

-Tengo que salir de aquí, te espero allá afuera.- se fué.

No lo creo, ¿dijo que me ama? Esto es un sueño, no es real y no pasó.
Por alguna razón me sentía aliviada y ¿feliz?

Salí del baño y David se encontraba hablando con sus amigos.

Me vió y me tendió la mano.
Se la dí y me tomó de la cintura para seguir conversando con sus amigos.

-Atenea, mi esposa- El que me presentará así fué lindo.

En seguida todos me saludaron con amabilidad.
Pero un amigo de ellos se me quedaba viendo bastante que llegó a incomodame.

-Amor, iré por comida a la barra ¿Quieres algo?-Lo miré y sonrió cuando le dije amor.

-No, hermosa, estoy bien, vé con cuidado.- ¿Qué mosca nos pico?

Estoy segura de que es el vino, o los nervios, o el contrato, sí, el contrato.

Agarré una copa de vino y le tomé.

-Ay David, escogió a alguien perfecta, que más daría yo por tener alguien que me baile eróticamente en la cama también- Era el amigo de David que me observaba demasiado.

DIFERENTES ( TODO ES NEGOCIO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora