veintiséis

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La tensión se siente en el aire.

Marco espera una respuesta de mi parte o de la de Kai, Ange está a su lado y no logro distinguir que tipo de mirada me da. Ella también estaba aquí, pero Sophie se la llevo para que no presenciara lo que fuera a ocurrir aquí. Y Lisa, ella no aparta la vista del chico frente a ella, mi mano sostiene la suya y es lo único que puede mantenerla centrada.

Flashback.

-Kai... -susurre.

-¡Jennie! ¡Mi amor! -escucho mientras él se va acercando.

Sujeta mi rostro entre sus ásperas manos y el contacto me hace estremecer, pero ya no es lo mismo que cuando lo conocí. Se acerca sin que pueda apartarlo y me besa con fuerza, lo siguiente no puedo evitarlo.

Ni siquiera logro rechazarlo cuando siento como alguien lo ha empujado lejos de mí. Intento enfocar mi atención en lo que está pasando, pero estoy demasiado aturdida.

Marco sujeta a Lisa mientras Kai está en el suelo. ¿Qué ocurrió?

PRESENTE

-¿Alguien piensa hablar? -La voz de Marco suena enojada.

-Yo... -intento, pero no encuentro mi voz.

-¿Kai? -pregunta.

-Mande... -simplemente contesta. ¿Qué mierda le ocurre?

-¿Qué mierda ocurre contigo? -Gracias Marco.

-Okay... Conocí a Jennie al inicio del verano y simplemente nos enamoramos... -comenzó a contar como si nada hubiera pasado.

-¡QUÉ ! -hable con los dientes apretados. Vaya, mi voz regreso.

-¿Me dejas terminar? -sentí como Lisa se tensaba más si era posible.

Sujete su mano con la que yo tenía libre buscando su atención. Volteo el rostro para verme y sus ojos me dieron miedo. Acaricie su mejilla, soltó todo el aire que tenía dentro y junto su frente con la mía.

No había dudas ya. Amaba a Lisa por sobre todas las cosas.

-...regrese pero ya no había nadie en esa casa y sus amigas no quisieron decirme donde estaba -logre escuchar.

-¿Qué? -lo mire.

-¿Qué cosa? -ugh, odio que haga eso.

-Repite lo último que dijiste -pedí.

-¿Que tus amigas no quisieron decirme dónde encontrarte? -dudo. No, no lo hizo, pero ese era su juego.

-No, lo otro -intente controlarme, era mi turno de perder los estribos.

-¡Ah! Tus padres ya no viven en donde vivías -se encogió de hombros.

La última esperanza que tenia de poder arreglar las cosas con ellos se esfumo. Intente tragar el nudo que sin darme cuenta se había formado en mi garganta. No podía estar aquí, esto era mucho para mí.

-Necesito un minuto -intente decir mientras me ponía de pie y salía de la sala.

Camine hasta nuestra habitación y cerré la puerta detrás de mí recargándome en ella.

¿Cómo era posible que mis padres hicieran eso? Primero me corrieron de la casa, me dejaron a la deriva con mi bebé, con su nieto, sangre de su sangre... luego dejaron que Ange y Marco se hicieran responsables de Ella, inclusive les habían pedido dinero para firmar más rápido los papeles. Ahora entendía todo, por eso su accesibilidad.

¿Con quienes había vivido toda mi vida?

Sentí como la puerta vibraba al ser tocada.

-Nini, por favor -susurro Lisa.

Seque las lágrimas que habían corrido por mis mejillas pero inmediatamente caían más, mi mano temblaba mientras abría la puerta. Necesitaba de ella, sin dudarlo me lance a sus brazos buscando un poco de paz.

La había extrañado tanto.

La había necesitado tanto.

Y ahora era a la única persona que realmente quería conmigo.

-Todo estará bien -susurro sobre mi oído mientras acariciaba mi espalda intentando controlarme.

¿Estaba sollozando? Ah no, era yo... ¿En qué momento comencé a sollozar? Bueno, si no me di cuenta cuando comencé a llorar mucho menos en cuando iniciaron mis sollozos.

Caminamos hasta la cama aun abrazadas y con cuidado nos sentamos, ella en ningún momento me soltó. No sé cuánto tiempo pasamos así, ella esperando a que me calmara mientras yo sollozaba y me sujetaba fuerte a su camisa.

-Creí que cuando naciera... -comencé a hablar luego de calmarme un poco -podría ir a verlos e intentar arreglar las cosas, por alguna extraña razón aun los quería en la vida de nuestro bebé -ahogue un sollozo.

-¿Crees que realmente se hayan ido de su casa? -pregunto.

-No confió en él... pero sí creo esto -el nudo amenazaba de nuevo.

-¿Por qué? -levante el rostro y observe sus ojos encontrando paz en ellos.

Esto era curioso, ¿saben? Hace pocos minutos ella estaba descontrolada. No le había roto la nariz a Kai de puro milagro, pero su pómulo izquierdo estaba inflamado, probablemente mañana tendría un moretón.

Y en su mirada simplemente había ira, provocando que inclusive yo temiera por primera vez. Solo Marco había podido sujetarla para separarle de su hijo mayor.

Pero ahora, en ese mirar miel solo había comprensión y paz, aquella paz que tanto había necesitado mientras ella estaba fuera. Esa sensación de tranquilidad, con ella me sentía completa, como en casa.

Si, ella era mi hogar.

-Una corazonada, supongo -suspire volviendo a secar mi rostro.

-Oye, ¿Puedo preguntar algo? -dudo mientras hablaba, solo asentí -acabas de decir... nuestro bebe... -dejo de hablar.

-Sí, ¿Qué ocurre con eso? -no lograba entenderla.

-Es solo que... no sé, ¿Estas segura de que quieres que siga siendo nuestro? -mis ojos se abrieron aún más, ¿Cómo era posible que pensara eso?

Me levante de donde estaba alejándome lo más posible de ella mientras le daba le espada, si la noticia de mis padres había dolido esto prácticamente me había terminado de romper lo poco que quedaba de mi corazón.

Trague el nuevo pero ya familiar nudo de mi garganta -No es tu responsabilidad, si pierdo el trabajo con tu madre después de lo que ocurrió hoy conseguiré otro y me iré... -mi voz se quebró al final.

-Oye... oye... -sentí como se colocaba detrás de mí, pero evite el contacto -No estas entendiéndome -su voz se escuchó desesperada.

-Claro que te entiendo -me aleje aún más.

-Jennie-logro sujetarme con fuerza provocando que girara para encararla -No quiero que te vayas, ¿Okay? -Trague seco al ver la determinación y firmeza en su mirada -Quiero que sea MI bebé, quiero ser YO quien le dé el apellido Manoban, no él -mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

¿Cómo había podido pensar que ella me iba a dejar? Ella no era Kai, ella no era mis padres... Ella era Lisa, mi ángel guardián, el amor de mi vida.

-Sera MI hijo Nini-simplemente asentí.

Ya lo era.

Caminos cruzados (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora