diez

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Estaba nerviosa, no iba a negarlo. Era mi primer día de trabajo como asistente de Angelina en la constructora que estaba a su cargo. ¿No sabían? Bueno, los Manoban tienen al menos tres sucursales constructoras aquí en Bangkok.

La sucursal de materiales de construcción, que es de la que se encarga Lisa, está al otro extremo de la ciudad. Esta que es de la que se encarga Angelina es donde tratan todos los nuevos proyectos que adquieren, ya sea diseño desde cero o solo construcción o remodelación. Y la que está al centro de la ciudad que es donde Marcos esta, en aquella se hacen las dos cosas. Los clientes solo deben escoger con quien trabajar para ir a cada sucursal. Marcos o ANgelina, depende de ellos.

-Te hubiera mandado con Lisa-Ange habla mientras revisa unos papeles en su escritorio mientras yo estoy sentada frente a ella -pero no creo que sea el mejor ambiente para ti, además... -levanta el rostro para observarme -aquí no tendrás mucho que hacer -ilusa de mí.

1:00 pm.

Mis pies ya estaban cansados, mi espalda me dolía y tenía demasiada hambre. ¿No tendría mucho que hacer? Bueno, comencemos por el hecho de que hoy había sido el día libre del chico de mensajería que es el mismo que saca copias y todo eso debía de hacerlo yo porque nadie más podía.

Alistar las carpetas para la junta que Ange tendría a las 11:00 am, pero claro, antes debía sacar las copias de todo el estudio de campo que su equipo y ella se habían encargado de hacer para dárselo a sus clientes y ver si les gustaba su propuesta.

Más contestar llamadas y ordenar los papeles de contratos anteriores que tenían en esta sucursal me tenían demasiada tensa. No me malinterpreten, no me estoy quejando, de hecho le agradezco que me diera este trabajo. La paga es por demás buena en comparación de todo lo que estoy haciendo y no tengo que estar de pie mucho tiempo, pero también eso me afecta.

Necesito caminar un poco de vez en cuando, no sé si tenga que ver con mi embarazo o solo porque soy la chica nueva de aquí. Me sobresaltó cuando el teléfono suena, me ha pasado las últimas dos veces, creo que estoy pensando demasiado.

-Constructora Manoban, sucursal sur, buenas tardes -Intento hablar sin que mi voz suene nerviosa.

-Vaya, ¿Quién eres tú y que le hiciste a la Jennie que conozco? -su voz provoca que me sonroje.

-Estoy trabajando, debo comportarme-me defiendo mientras muerdo mi labio. ¿Qué me está pasando con Lisa?

-Lo sé, lo sé Nini-Ok, creo que ya me derretí.

-¿Quieres hablar con tu mamá?-pregunto después de un silencio para nada incómodo.

-Cierto... estamos en horas de trabajo -susurra lo último, dejándome sin entender -No, hablaba para decirte que no podre pasar por ti para ir a comer -su voz suena triste y yo siento desilusión.

-Está bien Lili, no te preocupes-realmente espero que mi voz no se escuchara triste -lo entiendo.

-No es que no quiera comer contigo, realmente me muero de ganas pero un cliente no está satisfecho con la propuesta que mi papá le hizo y quiere que yo la cambie. Para no hacerlo más largo tendremos una junta a las dos y realmente no sé a qué hora salgamos -se apresura a explicarme, sonrió tontamente.

-Tranquila, lo entiendo de verdad -Ella es adorable.

-Intentare pasar por ti, cualquier cosa te aviso y así cenamos en casa ¿Te parece? -suspiro, en definitiva, necesito saber que me está pasando con Lisa.

Caminos cruzados (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora