LALITH TERMINA DE MARCAR A SUS MUÑECAS.

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LAS MUÑECAS DE LALITH.

El jardín de las almas perdidas.

CAPÍTULO 08

Arely al entrar en la cocina, enseguida en unos platos les sirvió cereal y leche a sus tres hijas, ellas se sentaron en las sillas alrededor de la mesa, al verlas empezar a comer ahora Arely agarró la bocina del teléfono de la cocina, llamaba a la
casa de su hermana Michael, sonando enseguida el teléfono. Rin... rin... rin.
-Casa de Márquez Alvarado. -
- ¿Cómo estas Michael? -
-Hola Arely, estoy bien. -
-Te hablaba para saber sí te llamó Bryan. -
-Él te llamó a tu casa a las cinco y media, después te llamó a las seis, bueno cada media hora te estuvo llamando, inclusive la última vez que te marcó, fue a las siete treinta, y
como no le contestas... -
- ¿A estado llamándome? -
Al escuchar estas horas, Arely estaba segura que pasaron tres horas desde que se durmió en el sillón, en la cama o entró al ático, teniendo ese sueño lleno de confusiones, por el momento quería sentir la realidad. Ahora le preguntó:
- ¿Y tú como sabes Michael? ¿Cómo sabes que me ha
estado llamando? -
Ante las preguntas de su hermana Michael, le contestó: -Me llamó diciéndome que te enojaste con él. -
-Pues el muy desgraciado se fue todo el día con una pinche zorra, así todo babeado y besuqueado, no lo quiero en mi casa. A ver en donde se duerme el infeliz. -
-Tú exageras con tus celos Arely, es parte de su trabajo, salió por unos cobros y... -
Arely miró a sus hijas merendar su cereal, trago saliva y muy enojada le preguntó:
- ¿En dónde está Bryan? -
Hubo un silencio en la línea telefónica, hasta que Michael le respondió:
-Está aquí en mi casa, le dije que si quería cuando saliera de su trabajo, que viniera a mi casa, me comentó que estas muy molesta, y que no lo dejarías entrar a su casa. -
-Después de lo que me hizo. ¿Cómo quiere que lo reciba? A demás claro que entraría, pero por unas buenas cachetadas que se merece el hijo de puta, y después lo echaría a la calle a patadas, el desgraciado todo el día se salió a pasear con una mujerzuela, y vete a saber a dónde se fueron hacer sus porquerías. Ahora tú dime. ¿Para qué lo recibiste? ¿Para qué lo aceptaste en tu casa? ¡Se debió de haber quedado esta noche a dormir en su oficina! ¡Ese estúpido calenturiento está castigado! ¡Por traicionarme el pendejo! -
-Ya cálmate, ya cálmate por favor, Arely, vamos Arely, no seas tan extremista, Bryan solo hizo su trabajo. -
- ¿Extremista? ¿Que soy extremista? Espera a que llegue a la casa, y de castigo le daré unas buenas cachetadas a ese estúpido calenturiento hijo de puta, y además con un cinturón lo sacaré de mi casa, para que aprenda a no andarme engañando. -
Michael escuchaba respirando profundo contestándole:
-Solo hace su trabajo Arely. ¿No lo entiendes? -
-Si en verdad me quieres apoyar Michael, mañana se quedará a dormir en la oficina, y ahí le estaré llamando toda la noche, y a cada hora para saber que no se va a ningún lado,
no creo que la maldita zorra esa, quiera pasarse toda la noche
durmiendo en una pinche silla con su amante. -
Al escuchar esta tontería, Michael volvió a respirar profundo señalando: -Arely tu exageras a tus celos y... -
- ¡Es mi marido! ¡Es mi esposo! Yo sé cómo manejarlo, y dile a ese maldito mal nacido, que le daré tres buenas cachetadas cuando tenga que regresar a la casa. Eso sí es seguro, solo dejará el gasto porque es su obligación, y se estará afuera por un par de días. -
-Ya no exageres tanto Arely, mira, te lo paso para que hables con él. -
- ¡No quiero por ahora hablar con ese pinche imbécil! Las niñas han estado mal todo el día, están enfermas y a él ni le importan, el anda muy contento agarrando el trasero de una pinche zorra barata, dile que pasado mañana puede regresar a la casa, y pobre de ti si me entero de que mañana se queda en tu casa, te pondré en mi lista negra.
No me importa que seas mi hermana. ¿Me oíste? Ya te dije que le estaré llamando a su oficina toda la noche, cada pinche hora, si su jefe Tom lo está tapando en todas sus porquerías, ahora que le ayude a tener un lugar en donde dormir, a ese estúpido lujurioso de mierda, ya me demostró que solo es un hijo de puta. -
-Pero Arely... -
Escuchó Michael colgar el teléfono, giró su cara mirando a Bryan diciéndole:
-Está muy enojada, del verbo se acabará todo el hígado. -
-Bueno, nosotros deberíamos ya de descansar, he estado pensando en... -
Se quedó callado Bryan, casi diciéndole a Michael de las ocho niñas desaparecidas de su casa, lo cual era su preocupación. Pero esa información solo la alarmaría. Bryan pensaba en poder averiguar más sobre este asunto tan delicado. Michael con cara seria le preguntó:
- ¿En qué has estado pensando? -
Él ahora cambio sus palabras, contestándole:
-Eh estado pensando... pienso en que mis hijas estén bien, que ellas estén bien, aunque Arely este molesta. -
-Si estuvieran muy enfermas, Arely me hubiera llamado o te hubiera llamado para llevarlas al doctor, solo exagera para hacerte sentir mal, que pienses que mientras gozas con el
cuerpo de otra mujer, tus hijas se están muriendo. -
-Creo que tienes razón, pero logra el objetivo de hacerme sentir mal, y además, no me fui a un hotel con otra mujer, solo hice mi trabajo todo el día, yendo de un lugar para otro
buscando a los pagadores morosos. -
Michael sonrió ante lo que escuchaba diciéndole:
-Estas en lo cierto. Arely está muy enojada, porque cree y asegura que te fuiste con la licenciada a algún hotel, por eso esta tan
celosa. -
-Yo soy inocente, te lo juro Michael. -
-Yo te creo, sé que solo saliste para hacer tu trabajo, acompañado de la licenciada, y eso fue todo. -
Michael ahora se quedó pensativa, lo miró directo a la cara viendo esos ojos azules que tanto amaba, enseguida le decía:
-Heidi está cansada, y ya duerme en su recámara, sabes... pensaba en... ¿Por qué no vendemos esta casa y nos vamos a vivir a otro lugar? Nos vamos lejos a donde nadie nos conozca. -
- ¿A dónde? ¿A dónde quieres ir? -
-Lejos de aquí, lejos de Arely... Heidi es tu hija y ella te necesita, yo te necesito mucho, somos tu familia Bryan, y realmente te queremos mucho. -
Al escuchar estas palabras. Bryan se quedó muy pensativo, mirándola directo a la cara sosteniéndole la mirada, después de unos segundos le preguntó: - ¿Qué pasará con las gemelas? -
Ante la pregunta Michael bajó la vista, recordaba a sus sobrinas Carón y a Careen, después lo miró directo a la cara contestándole:
-Las quiero mucho, pero te soy sincera, la verdad es que, tal vez ni tus hijas sean Bryan, antes de ti tuvo a un tal Fredy, casi por dos meses, que se fue sin decir adiós, después de la noche a la mañana Arely ya te amaba y le urgía casarse contigo, y creo que te enredo con su cuerpo, pero mi pregunta aquí es... ¿Por qué tienes que soportarle tantas tonterías de Arely? Seamos sinceros, ella no te quiere. -
Eran palabras fuertes de reflexión que venían de la verdad. Bryan pensó un momento contestando:
-Pienso en... en tanto que me quiere Mitzi, a pesar de no ser mi hija, y las gemelas Carón y Careen, en verdad que las quiero mucho. Hasta yo mismo he creído que son mis hijas... porque se, que quizá no lo son, es una verdad que duele, pero las amo, amo a las tres chiquillas. -
- ¿Debes de echar a perder tu vida solo por ellas? Arely te desprecia y te humilla delante de quien sea, eso no es amor, a mí me duele todo lo que te hace y te dice, mientras yo te
aprecio y Heidi necesita de ti... ella es de tu sangre, ella si es tu hija y tú lo sabes muy bien Bryan. -
Después de decir estas palabras. Bryan se quedó muy pensativo. Michael lo beso en los labios una y otra vez, enseguida lo agarró de la mano derecha, caminando juntos despacio por el pasillo. Michael lentamente abrió la puerta de la recámara de Heidi, mirándola dormir profundamente, despacio cerró la
puerta y beso los labios de Bryan, quien disfruto de esos labios que le hablaban con la verdad, saboreando esos deliciosos labios.
Ahora Michael separo sus bocas, lo miró esbozo una sonrisa diciéndole:
-Te acompaño a tu recámara. -
Bryan enseguida la abrazaba por la espalda, camino repegado a ella siguiéndola, entrando a la otra habitación, donde Michael con sus manos le comenzó a desabrochar su camisa, y aflojar el cinturón, desabrochando el pantalón, mientras seguía probando sus labios una y otra vez, sintiendo las caricias que él le hacía en su espalda, cayendo las ropas al piso sabiendo que sería una noche de mucha pasión para los dos,
sin prisas ni nadie que los interrumpiera...
Para las nueve de la noche. Arely ya tenía a sus tres hijas acostadas en la cama, entró a su recámara para dormir, seguía ella muy enojada por sus celos con Bryan, se tapó con unas cobijas porque la habitación la sentía muy fría, a pesar de que el aire caliente lo tenía funcionando, en diez minutos la venció el cansancio. para las tres quince de la madrugada, no escuchó las pisadas de Lalith al ir subiendo los escalones, los cuales producían un rechinido a cada paso que daba, el Demonio pasaba a cada habitación, mirando a sus tres hermosas muñecas, a Mitzi, Careen y Carón.
En ese momento se miraban las tres niñas en el ático, sacando a las muñecas de sus cajas, muy contentas empezaban a jugar con ellas, en poco tiempo sintieron el pasto verde en sus pies descalzos, ya conseguían mirar a sus nuevas amigas, quienes con sus manos frías les agarraban sus manos, caminando todas juntas, sonrieron unas a las otras al verse en el jardín para jugar una vez más, ahora miraban a la joven Sheila de cabello largo, que era lacio de color güero, las miraba con sus ojos verdes, sus labios delgados dibujaban una sonrisa
mostrando sus blancos dientes, estaba contenta al poder jugar con sus diez muñecas.
En ese momento muy despacio Sheila caminaba descalza entre el pasto hacia ellas, diciéndoles:
-Hola amigas. ¿Cómo están? ¿Quieren volver a jugar con nosotras? -
Mitzi le sonrió a la joven, viéndole sus ojos verdes, de inmediato le contestaba:
-Sí, queremos jugar contigo, yo soy Mitzi y ellas son mis hermanas Carón y Careen. -
La joven con su gran sonrisa miró a las tres muñecas, alzó sus dos manos a la altura de sus hombros y haciendo unos ademanes se presentó diciendo: -Yo soy Sheila, y este es mi hermoso jardín, en donde todas juntas siempre jugamos. ¿Les gusta el lugar? -
-Sí, es muy hermoso este lugar. -
Le contestó Mitzi, las gemelas le dijeron: -Es muy bello tu jardín. -
-Hermoso y muy verde, nos encanta. -
Sheila sonrió ante las respuestas de estas tres hermosas muñecas, le encantaban las gemelas, eran muy especiales para su colección, ahora les expresó:
-Bueno, empezaremos a
jugar, así que todas las niñas con las manos agarradas giren alrededor del árbol, me esconderé para salir por ustedes, comenzaremos la canción, a ver a quien persigo y ojalá que
pueda atraparlas. -
Las diez niñas, muy contentas miraron a su amiga Sheila
entrar en el árbol, el cual seguía verde y frondoso, con alegría las chiquillas se tomaron de las manos, y alrededor del árbol comenzaron a cantar:
Esa hermosa niña la tengo que encontrar, cuando yo la tenga en mis brazos la voy a cuidar
al caer la noche me la voy a llevar, a un lugar que es tan lindo, donde nunca pueda regresar
de su aliento absorberé la vida, su sangre beberé, conmigo jugará por toda una eternidad
por mucho tiempo sus padres la buscarán, en los cuartos y en el armario pensarán que escondida está
pero no la encontrarán, porque en mi mundo ahora vivirá, esa hermosa niña una linda muñeca ya será
esa hermosa niña la tengo que encontrar, cuando yo la tenga en mis brazos la voy a cuidar...
Al terminar la canción, las pequeñas que reían corrían de prisa sobre el pasto, mirando ellas a Sheila corretear a Carón, quien con una sonrisa trataba de escapar de su captora, muy pronto sentía en su cuerpo los brazos agarrarla, cayendo juntas entre risas sobre el pasto.
En la obscura habitación, el Demonio Lalith con sus ojos rojos miraba muy de cerca a Carón, quien despacio abría la boca, poniendo Lalith sus fríos labios absorbiendo su aliento,
su mano izquierda agarraba su frente y con la mano derecha con su uña negra del dedo índice, le marcaba en el pecho su nombre completo, mirando como Carón abría los ojos poniéndolos en blanco, yéndose la vida poco a poco, mientras Lalith levantaba su rostro y sus brazos mostrando sus filosos colmillos, que salían de sus labios de color negro.
La niña de nombre Nikte, con una gran sonrisa se acercó a Carón, dándole la mano derecha levantándola del pasto, mirando todas las niñas a Sheila caminar contenta hacia el árbol, de nuevo entraba en este, las diez chiquillas con una gran
sonrisa otra vez se agarraron de las manos, y nuevamente daban de vueltas en el árbol, cantaron todas juntas la canción:
de su aliento absorberé la vida, su sangre beberé conmigo jugara por toda una eternidad
por mucho tiempo sus padres la buscaran, en los cuartos y en el armario pensaran que escondida esta
Al terminar la canción. Sheila salió del árbol corriendo detrás de Careen, quien entre risas trataba de no dejarse atrapar, de prisa corría por todo el jardín, hasta que sintió los brazos de la joven atrapar su cuerpo, entre carcajadas estaban ambas
cayendo, rodando por el pasto, mirándole Careen en el rostro
de Sheila una gran sonrisa.
En ese momento, Lalith entre la obscuridad que abrazaba la habitación, solo se veían sus ojos rojos acercarse a la cara de Careen, su mano izquierda que era muy fría, se la colocó en la frente de la niña, quien despacio entreabría sus labios,
enseguida, Lalith le ponía sus fríos labios en la boca de la niña, absorbiendo todo el aliento de la gemela.
Viéndose un humo blanco salir de los labios de la pequeña, entrando en la boca del ser de la obscuridad,
mientras con su mano derecha, con su filosa uña de su dedo índice le marcaba con su nombre en el pecho, como si fuera este un tatuaje,
poniendo Careen sus ojos completamente en blanco, temblaba todo su cuerpo sintiendo como se le iba la vida en su aliento.
En el jardín, la niña de nombre Brenda, con una sonrisa ayudaba a levantar a Careen su nueva amiga, juntas sonreían a carcajadas mirando alejarse a Sheila, quien una vez más entraba al árbol. Cuando hacían de nuevo la rueda, Mitzi sintió la mano fría de Jazmín y la mano fría de Laura, con una sonrisa comenzaban las diez chiquillas a dar de vueltas alrededor del árbol, escuchando a Sheila comenzar a cantar la canción,
siendo entonada por las pequeñas voces:
pero no la encontrarán, porque en mi mundo ahora vivirá, esa hermosa niña una linda muñeca ya será
esa hermosa niña la tengo que encontrar, cuando yo la tenga en mis brazos la voy a cuidar...
De nuevo se terminó la canción, Sheila entre un griterío la miraban salir del árbol, entre todas las niñas ahora correteaba a Mitzi, quien corría entre risas en el jardín, siendo atrapada por los brazos de la joven Sheila, rodando juntas por el pasto
verde, al dejar de rodar Mitzi quedaba debajo de Sheila, quien
muy atenta observaba su hermosa sonrisa.
En la obscuridad del cuarto. Lalith miraba los pequeños dientes de Mitzi, acercando sus fríos labios poniendo su boca sobre la pequeña boca de la niña, absorbiendo su aliento como lo hizo con todas las niñas, con su mano izquierda en la frente y con la otra mano con su larga, filosa y negra uña le marcaba en su pecho su nombre, como a sus demás muñecas.
Con sus ojos rojos miraba como Mitzi abría los párpados viendo los ojos completamente blancos, sintiendo temblar todo el cuerpo de como se le iba poco a poco la vida, después
de haberle aspirado su aliento. Lalith la dejaba totalmente dormida y soñando entre risas con su bello juego.
En el jardín de las almas perdidas, las diez niñas continuaban riendo, miraban a Sheila desaparecer antes de entrar al árbol para seguir jugando. Laura ayudaba a levantarse a Mitzi del pasto, quienes bajaban su sonrisa, la niña les comentó:
-Creo que ya es tiempo de regresar. -
Brenda con una sonrisa miró a las gemelas, puso su vista en una de ellas diciendo: -Mañana aquí mismo jugaremos Carón. -
Carón se sorprendió, porque su amiga le llamó por su nombre, miró a su hermana gemela Careen, después vio a la niña Brenda preguntándole: - ¿Cómo supiste que yo soy Carón? -
La otra niña de nombre Nikte, con una sonrisa enseguida le contestó:
-Ya tienes tu nombre en tu pecho Carón. -
Jazmín se acercó a ella, y con una sonrisa les indicó: -Ahora sabemos que ella es Careen, tú eres Carón y ella se llama Mitzi. -
Las tres hermanas con una sonrisa se miraban una a la otra el pecho, veían que su nombre completo estaba escrito en este. Mitzi sonrió diciendo: -Ahora también puedo ver más
claro su nombre, mis amigas Laura, Corina, Nikte, Nayhelli, Jazmín, Brenda, Yadira y claro Carón y Careen ja jajá... que divertido es este lugar, quisiera quedarme para siempre a divertirme con ustedes, amo este jardín. -
Con una sonrisa las diez niñas juntas se agarraron de la mano, dejando las hermanas de sentir las manos frías de sus amigas, puesto que ellas también ya tenían las manos frías, juntas caminaron en el verde jardín.
En ese momento miraban ahora el ático, dejando de sentir el pasto en sus pies descalzos, sus amigas dejaban de moverse, siendo ahora solo unas muñecas tan reales, que poco a poco iban cerrando sus ojos siendo ellas como iban siendo colocadas en sus cajas, quedando las siete muñecas encerradas.
Las niñas Mitzi, Carón y Careen en ese momento sintieron caer en una obscuridad, poco a poco y con vértigo se iban de espalda, ahora ya durmiendo en su cama, siendo aún abrigadas por la obscura noche, mientras Lalith en su obscuro
atuendo caminaba en la casa, solo mirándose unos ojos rojos bajar por la escalera, que producía unos rechinidos en el silencio que la envolvía.

Está historia continuará....

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Soy Humberto David Arellano Vázquez Aries.

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