Ghetto 0.6 - Inazuma Eleven GO

17. Llamada Clave

Han pasado ya un par de semanas desde que vivimos con Ranmaru, siendo completamente sincero, su existencia es lo único que me da ganas de continuar aquí.

Tengo un exterior muy duro, pero por dentro soy muy frágil, Nagumo lo sabe pero aún no se da cuenta que siento mucha presión, antes de llegar a este barrio la vida era complicada, tuvimos diversos trabajos peligrosos y desgraciadamente nos hicimos bastantes enemigos, se que hay personas allá afuera que esperan pacientemente a que alguno de nosotros esté solo, para atacar.

Nuestra vida antes de llegar aquí no fue la más linda, tampoco la más honrada, pero no teníamos de otra.

Se que no lo dije, nunca se lo conté a nadie, solo Nagumo lo sabe. Pero luego de salir del orfanato, el trabajo que nos consiguió Kyouka, que en paz descanse, fue victima de un desastre tremendo, no alcanzamos a trabajar una semana ahí cuando tanto la heladería como el centro comercial donde se ubicaba la misma fueron saqueadas y luego quemadas.

En ese horrible acontecimiento no solo murieron personas, sino que tomaron rehenes, entre ellos Nagumo y Yo. Nos golpearon y nos retuvieron hasta que la policía trato de entrar al lugar, nos encontró a nosotros siendo rehenes del delito, y luego de tomarlos por sorpresa nos obligaron a dispararles, me entregaron un arma, tenía a ese policía enfrente mío, los policías nunca fueron santos de mi devoción, menos con lo que le hicieron a Ranmaru y a Masaki el otro día, pero por mi mente pasaron tantas cosas, era un hombre con familia, podría tener hijos, una esposa, un perro, una madre, cosas que yo nunca tuve y que les estaré arrebatando si jalo el gatillo.

Visiblemente no me veía asustado, o eso pensé, pero por dentro estaba muerto, ante la presión, los gritos y que el tipo que me tenía de rehén no paraba de presionarme terminé jalando el gatillo. Maté al hombre, una bala atravesó su pecho y tras luchar por su vida, el tipo que me entregó el arma me la quitó con velocidad y disparó a matar al hombre, lo remató, acabó finalmente con su respiración y su vida cesó.

Los delincuentes nos llevaron con ellos para evitar que dijéramos nada y nos obligaron a trabajar con ellos durante un tiempo.

Fueron años de vender droga, ayudar en asaltos y asesinar a enemigos de aquella pandilla, hasta que finalmente en un mal día, fueron detenidos y asesinados por otros miembros de otra pandilla rival, fue en ese momento en que tuve la única oportunidad de salir de ahí con vida, junto a Nagumo le disparamos a traición a aquel tipo que otrora nos convirtió en asesinos, ese sería el día de redimirnos y pagar nuestros pecados.

Pudimos escapar por una suerte exagerada, pero los recuerdos de aquello me pesan, se que hay gente allá afuera que busca venganza, quiere matarnos, yo me prometí a mi mismo que no volvería a empuñar una pistola... Hasta hoy...

Quiero cuidar a Ranmaru, en serio quiero hacerlo, pero no tengo fuerzas para nada, es posible que si yo muero los humos bajen y dejen de buscarnos, tengo miedo de que el asesinato de Kyouka haya sido una advertencia y que ese tal Ryou Miyasaka haya sido miembro de aquella pandilla de la que aparentemente solo quedan unas pocas cenizas...