1. Querida Maldita

401 40 52
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


A pesar de todo, creo que realmente no me importaban mucho las consecuencias que pudiera tener la pelea que tuve con ese enano malnacido. Como defensa soy imprescindible para mi equipo, no creo que me dejen sin jugar o me echen del quinteto.

De todas maneras, las peleas aquí son pan de cada día. Pueden ser simplemente una riña divertida entre amigos o terminar en muerte, desgracias, horrores y simplemente un integrante menos en el barrio.

No necesito saber si era gente honrada o se merecían la muerte, lo que me duele saber es que esa persona cuya luz de vida se había acabado pudo haber sido el hermano, hijo, padre o nieto de alguien.

Eso es lo que me revuelve el estómago. Aún más si pienso que, en el peor de los casos, ese haya sido el caso de mi padre. El cual como podrán inferir, no conozco.

Pienso en eso mientras camino al instituto, es mi primer día en este lugar, nuevo para mí. Me pregunto si será algo agradable, o solo me veré obligado a limitar mis expresiones y comportamientos como lo llevo haciendo desde hace mucho.

No soy un chico con muchos amigos de todas maneras, aunque, no lo sé. Aveces me gustaría tener con quien hablar este tipo de cosas.


Pasadas 5 Horas

La verdad es que pensaba que mi primer día en este lugar sería más interesante, no obstante, fue todo lo contrario. Aburrido y con unos compañeros que, al igual que yo, tampoco se conocían de nada, solo espero que el día de mañana las cosas mejoren.

Ahora debo dirigirme a la cancha, no tendré partido ni nada por el estilo, lo cierto es que hoy en la mañana me ha llegado una carta a mi casa, citándome para hoy a las 3 de la tarde.

Eran las cartas que normalmente me llegaban para citarme a los partidos, pero esta vez era distinto, no solo me llamaron a la cancha sin razón aparente, sino que en este caso la carta venía firmada por "Sector V".

Miré mi celular y el reloj marcaba las 2:20 de la tarde. Me quedaba tiempo suficiente para ir a casa, cambiarme de ropa y dirigirme a la cancha. No iba a llegar al sitio con el uniforme del colegio, seré relajado, pero tampoco soy un impresentable.

Ya en casa me percaté de algo interesante, y es que mi madre no estaba, pero no debe haber mayor problema, quiero decir, no tiene que avisarme cada vez que salga. Lo lamentable es que yo si debo acatarme a esa regla, por lo mismo, tomé un papel y le escribí un mensaje a mi madre sobre donde iría, para que estuviera tranquila.

No quiero que mamá se preocupe por un segundo de mí, ya tiene suficiente con trabajar todo el día. Aunque es un agrado que hoy no haya ido a trabajar, supongo que habrá pedido el día por algún motivo importante.

Ghetto 0.6 - Inazuma Eleven GODonde viven las historias. Descúbrelo ahora