Valeska era la hermana menor de Niklaus y la media hermana de los demás Mikealson, ella junto con sus hermanos habían vivido por mucho tiempo en Nueva Orleans hasta que todo cambió.
Marcel Gerard le dió una última opción a Valeska, huir y jamás volv...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Stiles y Scott habían estado ayudando al sheriff a resolver el caso de una familia que sufrió un accidente en el que la madre y una de las hijas murieron cruelmente y la otra hija había desaparecido.
Después de una investigación a mitad de la noche, ambos amigos llegaron a la conclusión de que el coyote que había en el bosque era la chica que estaba desaparecida, Malia.
A Stiles, Scott y a Valeska les tocaba historia y antes de que empezara la clase estaban con Allison al fondo del salón para platicar sobre Malia y el hecho de que estaba convertida en coyote.
—Aquí está la guarida— le señaló Stiles a Allison y a Val en una tableta—. En medio de estos senderos.
—Son menos posibilidades— explicaba Allison—. Los coyotes viajan por senderos. Pero creo que tienes razón y ella no volverá a la guarida. A los coyotes no les gustan los lobos.
—Y son inteligentes— dijo Valeska.
—Sí y si no quieren que los escuches caminan de puntas.
—¿Los coyotes hacen eso?— le preguntó Stiles.
—Lo hacen— el timbre de clases sonó—. Debo irme. Envíenme la ubicación.
—De acuerdo— aceptó Stiles y los tres se fueron a sentar.
Valeska estaba en su teléfono, mensajeándose con Hayley cuando la clase comenzó y el profesor Yukimura pidió a alguien para pasar a leer.
—Señor Stilinski, ¿le gustaría pasar?— Valeska se dió cuenta de lo que le pidió y recordó que a él le estaba costando mucho trabajo leer.
Stiles estaba concentrado en sus hojas y jugando ansioso con su bolígrafo cuando le hablaron.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Profesor— intervino Val—. A mi me gustaría pasar a leer.
—¿Cuál es su nombre?— le preguntó el profesor.
—Valeska Black, profesor.
—Gracias, Señorita Black. Pero me gustaría que el Señor Stilinski pasara a leer.
