Valeska era la hermana menor de Niklaus y la media hermana de los demás Mikealson, ella junto con sus hermanos habían vivido por mucho tiempo en Nueva Orleans hasta que todo cambió.
Marcel Gerard le dió una última opción a Valeska, huir y jamás volv...
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Moscú, Rusia 31 de Diciembre 10:30 a.m
Valeskaestaba parada junto a Isaac y sus maletas. Estaban esperando a que Danila pasara por ellos al aeropuerto.
Una camioneta BMW X6 negra y claramente nueva pero con mucha nieve se detuvo justo frente a ellos. Danila bajó del auto mientras se abría la cajuela.
Danila se acercó a abrazar a Valeska con fuerza, ambos se balancearon un segundo y al separase se miraron con una sonrisa. Isaac estaba jugando con la nieve debajo de su tenis, incomodo.
—Isaac— saludó Dan relajado.
—Danila— saludó extrañado por el buen humor que traía el ruso.
—Dame esto— Dan le quitó las maletas a Val y las subió a la cajuela.
—Le avisé que nos acompañarías, le pedí que se comportara— le informó Val al ver su cara extrañada.
Danila condujo hasta el Hotel Ritz Carlton en la calle Tverskaya. Él tenía su propia casa en Moscú pero por la fecha y la llegada de los amigos se quedaría en el hotel con ellos. Llegaron a la suite del hotel en el piso 11 y Isaac se impresionaba cada vez más con el lugar, en especial por la suite, tenía una hermosa vista del Kremlin.
Valeska le había dicho a Isaac que se apresurara a acomodarse en su habitación pues les traerían el desayuno a la suite pronto. La comida llegó y él se sentó en el gran comedor, Danila se sentó frente a él y Valeska nunca llegó, ella estaba en el sauna con una bolsa de sangre y no saldría de ahí hasta que tuviera que arreglarse para ir a comer.
Ambos comían en silencio, uno muy incómodo, era una burbuja de incomodidad que se hacía más grande en cada segundo y en cualquier momento explotaría.
Danila se recargó más en su silla y lo miró un poco retador pero pronto soltó una carcajada que dejó extrañado a Isaac. Por alguna razón Danila se encontraba más relajado que en Beacon Hill.
—Lo lamento— se disculpó Dan—. Esto es tan incomodo.
—Demasiado— dijo Isaac siguiéndole la risa. Ambos se relajaron y Danila continuó intentando calmar lo incomodo.
—¿Francia?
—Ajá.
—¿Patinaron?
—No. Valeska quería esperar a llegar aquí para patinar— a Danila se le dibujó una tierna y nostálgica sonrisa al escucharlo.
