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Taehyung

–Dejame cargar eso, mi vida.

–Tae...

–Por favooor, tú eres el que carga a nuestro hermoso tesoro en brazos, así que yo cargo la bolsa.

–Ay, eres un-

–¿Hermoso? ¿Príncipe? ¿El amor de tu vida? ¿El ser más maravilloso que existe?

–Un tonto.

–Y también eso. Pero, yo también te amo.– le demostré una gran sonrisa y tomé la bolsa que traía sobre su hombro izquierdo.

Hoy, después de 2 días en el hospital, por fin dieron de alta a Jungkook, para poder traernos a nuestro bebé a casa, aquel departamento del que pronto nos vamos a mudar.

Entramos a nuestro espacio después de unos minutos, con nuestro bebé el brazos de Jungkook, el cual está plácidamente dormido y tranquilo desde que salimos del hospital.

–Amor, creo que lo llevaré a su habitación.

–¿Y si vamos todos y nos acostamos con él?

–Trato hecho.

Dicho eso, nos dirigimos a la habitación que teníamos lista para nuestro bello bebé. Primero entró Jungkook y seguido yo, yéndonos directamente a la cama que tenemos pensado usar ya que deje de caber en su cuna.

La habitación está decorada con colores pastel amarillo, uno que otro pequeño mueble en blanco, con juguetes arrinconados en un espacio y guardados en sus cajas. La cuna es lo suficientemente grande como para que se pueda mover en ella, ya que tenga la habilidad de caminar.

Sencillo, bonito y limpio

Después de quedarnos un tiempo sentados en la cama, tomé a mi príncipe de los hombros, acostándolo en la cama, la cual era individual, mientras él soltaba un chillido de sorpresa y atraía lo más que podía a nuestro bebé en su pecho.

–Tae-

–No me regañes.

–Estúpido, me asusté.

–Deja los pucheros para el bebé y dame un beso.– negando se giró y me dió un besito, un tierno besito en la mejilla.

Me acomodé mejor y lo coloqué en medio de la cama, posicionando mis piernas alrededor de él, para que así se recostara en mi pecho, mientras mecía al bebé y jugaba con sus manitas.

–Es hermoso...– dije después de que despertara, abriendo sus ojitos, soltando un bostezo sumamente tierno y comenzara a jugar con el dedo de Jungkook.

Dios, que belleza

–Como el papá.

–Si te refieres a ti, claro que sí.

–Oh vamos, vele sus hermosos ojos, redondos y brillantes como los tuyos.

–Ve sus labios...

–Y su naricita, con el pequeño tabique remarcado.

–Sus mejillas, tan redondas.– dijo después de apretar una.

Creo que lloraré...

–Q-que precioso...

Efectivamente, rompí en llanto

–¿Tae?

–P-perdón, no puedo evitarlo. Estoy muy feliz, no sabes cuánto.– los abracé con fuerza y lloré sobre el cuello de Kookie, él se recargó más, para al fin quedar completamente acostados.

–Yo también estoy muy feliz, Taetae.

–Yo también estoy muy feliz, Taetae

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–Papi, ¿porqué es tan pequeño?

–Porque recién nació, amor.

–Padre, ¿así estaba yo?

–Sí, hace 5 años.

–Entonces... cuando pasen 5 años, ¿estará como yo?

–Sí, corazón.

Por la cara de mi sobrina, solté una risita. Es muy parecida a sus padres.

Todos nuestros amigos han venido a ver al bebé, ahorita está dormitando, pero a la vez se acostumbra a tener a tantas personas alrededor suyo, mientras él los observa desde su cuna.

–Yoongi, bostezoooo.

–Ya vi, amor.

–Quiero tener otro.

–¿Q-qué?

–Que quiero tener otro bebé, Yoon.

–A-amor, pero Kai sólo tiene dos años, además el trabajo... digo, no sé si así sea-

–Tranquilo, tonto. Yo sé que por el momento somos muy felices con Kai, por nuestros empleos es algo complicado verlo y cuidarlo, pero en realidad me gustaría que tuviera a su compañero, su pequeño cómplice...

–Yo también, mi vida.

–¡¿En serio?!– tomó a mi mayor del cuello y le plantó un sonoro beso, el mencionado solo asintió con su característica sonrisa.

Aprecié toda la escena con una sonrisa en el rostro. Ha Mi intentando subirse a la cuna, mientras llenaba de preguntas a Jin, Jimin dándole mimos a su esposo, creando más planes para el futuro, vaya que amigos tengo. Pero sentí como una mano tomó la mía, sabiendo quien era, seguí el camino al que me dirigían.

–Ven, siéntate conmigo.– mi esposo hizo un ademán, estando en el sillón de nuestra sala.

–¿Pasa algo?

–Nada, sólo quería decirte que te amo.

–Yo también, príncipe.

–En verdad amo como va todo... lo felices que se ven ellos, mi hermoso bebé y lo bien que me siento estando contigo.

–Estamos en sintonía, créeme.

–Gracias por todo, Taetae.– y me besó, me besó de manera pausada, dulce, perfecta.

Oh mi amor, gracias a ti por aparecerte en mi vida

siempre serás tú | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora