siempre serás tú | TAEKOOK

3.14

Un año después...

Jungkook

Hace unos días, fue el primer cumpleaños de nuestro bebé. Hicimos una pequeña reunión en la que participaron nuestras madres y amigos, algo pequeño pero muy lindo.

Después de que partieran las mamás, nuestro amigos conversaron con nosotros sobre nuestra... intimidad como pareja. Fue un tema algo incómodo, pero nos dijeron que notaron que parecíamos más cansados de lo habitual, nosotros nos excusamos con el trabajo, el problema fue que nos conocen y saben que no hemos pasado un lindo rato a solas. Después de esa plática, llegaron a la conclusión de que era tiempo de relajarnos, salir de aquí y poder viajar un poco. No era algo que pudiéramos negar, teníamos que admitirlo.

Notifique a mi mamá y aceptó con cuidar al bebé, sólo faltaba comprar los boletos del vuelo y empacar. Así que, ahora mismo estamos investigando viajes y precios para poder organizar unas cortas vacaciones, para los dos.

–Creo que deberíamos ir a Bali.– dije sin apartar mi vista de la laptop.

–Amor, ya fuimos al Mar Caribe y a Hawái. ¿Porqué no vamos a algún lugar sin agua?

–Porque aquí no hay hay lugares así.

–Pero-

–Si no quieres ir a uno de esos lugares, ¿a dónde, entonces?

–Yo siempre he querido ir a París. Además, tú sabes que la siguiente colección será con un tema más internacional, más europeo. Quisiera conocer, jamás hemos ido.

–También me gustaría ir, pero Beomgyu se quedará más tiempo solo, la verdad no me gustari-

–Mi amor...

–¿Sí?

–Lo cuidará tu mamá, ella ya nos dijo que lo haría el tiempo necesario. Además, sólo sería un día de diferencia si vamos allá. Tranquilo, yo también estaré pensando en él todo el tiempo, pero sé que quieres ir desde que tienes 12 años.– pronunció poniéndose frente mío, mirándome a los ojos.

Uno de mis tantos sueños. Con ver un folleto me bastó para soñar con poder visitar el lugar.

–Lo sé...

–Además, tú una vez me dijiste que querías ir ahí, porque era uno de los destinos más románticos... que querías pasar cada minuto conmigo allá.

–N-no recuerdo haber dicho eso.

Claro que lo recuerdo, el resto de eso es demasiado vergonz-

–¿Ah, no? Porque también mencionaste que deseabas hacer el amor, que ibas a gemir tan f-

–¡Vale! Y-ya recordé...

–Entonces... ¿París?– asentí con emoción y me paré de la silla para abrazarlo.

Ya estaba planeado todo. Los boletos habían sido comprados, conversamos con mi mamá sobre los días que estaremos allá y las manías de Beomgyu al momento de despertar, comer, etc. Alistamos las maletas porque decidimos hacer el viaje lo más rápido posible. Mientras antes, mejor.

Era de noche, acostados entre sábanas. Intentaba relajarme para conciliar el sueño, pero mi bebé... estar lejos de él. No me puedo apartar, es la luz de mis ojos.

–¿En qué tanto piensas?

–En el viaje...

–Ven aquí– abrió sus brazos, yo entendí y me acomodé en su pecho, dándole la espalda y colocándome entre sus piernas, envolviendome con su calor corporal –no te preocupes. Es un tiempo para nosotros, para disfrutarnos como solíamos hacerlo antes. Conocerte, conocernos, amarnos. Por favor, elimina pensamientos malos de tu cabeza, ¿si? Beomgyu sigue siendo un bebé, pero ya cumplió un año y no es tan difícil cuidarlo.

–Yo sé amor, pero lo amo con toda mi alma y va a ser extraño no verlo por días.

–Yo me siento igual, pero estará bien. Además, tu esposo también necesita mimos.– hizo un puchero, sin verlo, conozco sus acciones.

Giré sobre su cuerpo y lo besé, enredando mis manos en su cabello, el colocó sus manos en mi cintura. Después de unos minutos, nos separamos en busca de aire.
Uní mi frente con la suya, el me regalaba dulces caricias en mis muslos.

–Gracias por todo... confío en que nos irá bien.

Más que bien...