2 2 ¦ m i e d o

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one short
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— Entonces ¿qué película vamos a ver?. — observaste a tus dos acompañantes, quiénes se observaron con complicidad.

— Hiroto y yo votamos por una película de terror. — tu mirada paso por él de cabellos verdosos.

  Ninguno de los dos sabia que a ti no te agradaban las películas de terror, es decir aquello llegaba a aburrirte pero, en la noche ya era otra cosa, en pocas palabras podría decirse que las películas de terror y tu no tenías una buena relación por la noche. Ustedes se habían juntado cuando el entrenador Kudou les había dado un dia libre para hacer cualquier actividad, antes del partido contra Corea.

  Anteriormente habías estado en el equipo del instituto Alien junto a Hiroto y Midorikawa es por esa razón que los tres tenían una buena relación, aunque no te habían elegido como una de las candidatos para el Inazuma Japan, habías sustituido el lugar que tenía Haruna como gerente.

— ¿Quieres elegir la película (T/N)?. — te preguntó Hiroto, a lo que asentiste.

  Al menos tendrías la oportunidad de elegir algo que no te diera demasiado miedo por la noche, quizás hasta podría enfrentar tu miedo a los fantasmas.

  La película que habías visto se trataba de que unos jóvenes jugaban con una tabla ouija por diversión, aquella película la habias visto más de cinco veces y a pesar de todo aún seguía causandote cierto pavor, por eso los primeros minutos habías tomado los brazos de ambos. Era una actitud infantil pero, con dos chicos a cada lado de ti te sentías segura.

— La película fue muy exagerada, tantas cosas obvias. — aseguró Midorikawa una vez que terminaron de ver aquella película.

  Ustedes se encontraban en la habitación de Hiroto por lo que tendrías que salir de allí exponiéndote a la obscuridad del lugar, aquella película no te había asustado mucho como la primera vez pero, nuevamente aquellas sensaciones de miedo se activaron en ti cuando sabías que saldría de un lugar iluminado.

— Lo último que causó drama fue el final. — comentó el pelirrojo. — ¿tu que opinas (T/N)?. — ambos dirigieron la mirada en ti.

  Estabas observando la ventana con cierta paranoia, creías que algo estaba observándote desde allí o es por el miedo que se acumuló en ti después de ver aquella película.

— No dio nada de miedo. — tu respuesta causó una risa burlesca en el de cabellos verdes.

— ¿Estas segura? Los primer minutos nos habías tomado el brazo con fuerza. — tus mejillas se pintaron de carmesí por la vergüenza, Hiroto solo tomo tu hombro.

— No hay de que preocuparse, no existen los fantasmas. — afirmó el pelirrojo.

— ¡Y-yo no tenía miedo!. — exclamaste.

— Claro que no. — Midorikawa apretó una de tus mejillas sonrojadas. — entonces regresemos a nuestras habitaciones.

— ¡Si!. — exclamaste levantándote del suelo en donde se encontraban.

— Los veo mañana chicos. — se despidió Hiroto, cuando vio que ambos se encontraban fuera de su habitación dispuestos a cerrar su puerta.

— Hasta mañana (T/N), que sueñes con los angelitos y con los malvados demonios de la película. — alargó el de cabellos verdosos con cierta burla, aquellas palabras habían provocado que se te erizará la piel.

— H-hasta mañana. — murmuraste dirigiéndote hacia la otra dirección, justo en donde se encontraba tu habitación. — no pasa nada (T/N), conoces el lugar no ha pasado nada por aquí.

  Ahora estabas un poco arrepentida por no haberle pedido a Hiroto que te acompañara hasta a tu habitación, seguro que él aceptaría rápidamente y no se burlaría de tu situación como lo hizo Midorikawa. Ya habías avanzado y te encontrabas totalmente lejos de su habitación, por lo que no podrías regresar.

— No hay nada que temer. — formulaste con gran valentía para dirigirte hacia tu habitación.

  Justamente ahora maldecías en voz para debido a que tu habitación era una de las última.

  De pronto una silueta que no lograbas reconocer debido a la obscuridad de los pasillos, se estaba comenzando a acercar a ti. Tu corazón latía ferozmente mientras los nervios aumentaban, tomaste una de tus sandalias dispuesta a golpear a quien fuera a robarte tu alma o quien intentará apoderarse de tu cuerpo.

— ¡No te robarás mi alma maldito demonio!. — exclamaste justo cuando te lanzaste hacia aquella persona golpeándola con tu sandalia.

— Soy yo (T/N), Fubuki.

  Escuchar aquella voz provocó que salierás de tu trance mental acerca del demonio imaginario que habías creado en tu mente. Te levantaste del suelo con un sentimiento de sorpresa y arrepentimiento al mismo tiempo, que bueno que solo contabas con una sandalia en ese momento.

— ¡Lo lamento mucho!. — lo ayudaste a colocarse de pie, ahora con un cierto rubor en tus mejillas. — creí que eras...

— ¿Un demonio? Si me di cuenta. — agregó con una sonrisa, aunque en realidad no podías ver nada. — no te preocupes, ellos no existen.

— Perdón por golpearte con mi sandalia. — formulaste de nuevo, Fubuki negó la cabeza.

  Aunque le había dolido un poco aquello, no estaría dispuesto a decírtelo después de todo sabia que estabas arrepentida.

— No pasa nada, buenas noches. — el albino se dirigió a su habitación, preferiría quedarse allí a aguantar su sed que ser golpeado por una sandalia.

— Buenas noches. — le diste una rápido reverencia.

FUBUKI ━━ inazuma eleven Donde viven las historias. Descúbrelo ahora