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El día de la despedida: antes de comenzar con esa platica final, algo dentro de nosotros premonitoriamente susurraba "Esta es la última vez"
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Central City
8:45 am.
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Apretó los puños arrugando la ropa entre sus dedos, deteniendo el deseo de desgarrarla. Presionó sobre el pecho buscando despertar el corazón y un pedazo de piedad. Con los ojos rojos y las mejillas lastimadas se enfrentó a la mirada cabizbaja. Unos brazos fingían sostenerla y al mismo tiempo la herían al marcarle distancia. Cansada, herida y sin voz, decidió intentarlo una vez más.
—Hazme el amor— rogó, como quien pide la vida.
Los ojos pardo miraron el piso, evitando los nudillos rojos y la mirada desesperada que insistente le pedía sexo
Paso saliva, medito sobre sus deseos y por más que pensó, aquello le sabía a violación y aún sino fuera así, el sexo de consolación nunca había sido lo suyo. Con sus dedos rozó los pequeñas manos frías por la ausencia de sangre que produce el miedo, acarició por encima de lo rojizo las heridas y las soltó, buscando distancia caminó hacia atrás, mientras el rostro enfrente de él se descomponía en lágrimas y los labios eran perforados por la excesiva fuerza con la que eran cerrados para no gritar.
—Una vez dijiste que me amabas— se abrazó a sí misma, sin reconocerse.
La mujer fuerte, valiente y con el amor más grande del mundo, no estaba más. Estuvo desarmada en la batalla que enfrentó. Sus nudillos estaban bañados en sangre y en su rostro cargaba un moretón, testigos de su victoria. Su corazón, sin embargo, era otra historia, pagó el precio de la fe; se llenó de miedo y de angustia.
El piloto aferró sus propios pies sobre el suelo y se mantuvo firme. No porque sentía que la estaba condenando, ni aún si su propio corazón se destruía con la imagen de la mujer rota, aceptaría. En otra situación, jamás negaría la ayuda a quien compartió tantas madrugadas en su cama, pero él no podía amarla ni curar el miedo que le recorría la piel.
—Lo volverán a intentar y tal vez ya no tenga fuerza Hal, por favor... — mordiéndose los labios reteniendo el dolor de su cuerpo bajo la mirada sintiéndose derrotada. Asintió con la cabeza mirando el suelo, alzó los ojos llenos de determinación y le dio la espalda una vez más al hombre que juró amarla y cuidarla mientras respirara.
Sólo fueron palabras. Las últimas...
Esperaba, que aquella mujer siguiera su consejo, robara un jet y se fuera a alguna isla con pocos habitantes lo más pronto posible. Porque su corazón ahora corría más rápido que el tiempo y no podría detenerse.
Un puño se estampo contra la pared causando una fractura grande que seguro su casero le cobraría al triple. Hal miró sorprendido como poco a poco perdía el raciocinio llegando a sus pensamientos la idea de matar a quienes se atrevieron a tocarla. Con la adrenalina recorriéndole las venas activo su anillo y salió del edificio.
Recorrió su ciudad con paso lento, escaneando cada edificio en su camino, cerciorándose que ninguna violación sucediera. Todo parecía normal, hasta llegar a la zona residencial cerca de la playa.
Su anillo le dio aviso de una cópula y llanto, en una mansión con más habitaciones que el condominio donde vivía. Entró sin preocuparse de la ventana que rompió, se adentró buscando gritos, pero solo escuchó un silencio incómodo.
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Talara
FanfictionSe autoriza el uso de la fuerza física para copular hasta la fecundación a todo omega no marcado. OmegaVerse. AU. SuperBat. Cherik. Stony. DC&Marvel. Disclaimer. Los personajes pertenecen a DC & Marvel. La historia es de Dirdwing. Publicada única...