☑︎ Tercera parte

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—Queremos conquistar tu corazón —dijeron al unísono en medio de una sonrisa.

Palabras que llegaron a aturdir un poco los cinco sentidos que poseía, además, qué rayos es lo que me miran.

No miraba mal en sus sentimientos, cada quien decidí qué es lo que hace o deja de hacer, pero si me implicaba a mí ya era un tema aparte y más delicado. Muchas, muchas, muchas, pero muchas personas me han "advertido" sobre lo que podría pasar en estos casos y lo menos que quiero es que esto termine mal, mientras yo puedo detener esto, no pasará a más que una simple confesión.

Debía decirles mí punto de vista, aclarar mis pensamientos y compartir mí opinión, en especial mí decisión, pero ¿cómo debía de decirlo?

—Yo...

Qué se supone que deben de decir ahora las personas, en toda mi vida alguien me había dicho que le gustaba y mucho menos que "me conquistaría" y peor aún, dos chicos a la vez, literalmente. Una experiencia nueva, pero que me faltaba conocimiento, ahora me arrepiento seriamente no haber escuchado a mi abuela cuando me hablaba sobre el tema, yo y mi terquedad tendremos un gran cargo de conciencia si no encontramos las palabras adecuadas con las cuales expresar la decisión que ya estaba planteada desde que puse un pie dentro de esta escuela.

Necesitaba una idea o alguna solución, aunque si fuese una interrupción no me molestaría.

Pero antes que todo, debía aclarar mis dudas.

—Perdón pero, ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? —Pregunté.

No son las mejores interrogantes, pero eran las qué más eco hacia en mi mente y las que según yo debían hacerse para aclaras las cosas o mínimo reducir la tensión del ambiente.

Admiro la valentía de ese par frente a mí. Confesarse de frente y con casi toda la sección de testigo, no era algo fácil o algo que yo estaba dispuesta a hacer. Soy una cobarde de nacimiento y eso estaba fuera de rango para mí capacidad.

Aunque ahora que me escucho, había sido un poco dirá considerando la postura del par. Debía tratar de endulzar más la situación y que "el golpe" fuese menos doloroso.

—No me malinterpreten, es que no estoy familiarizada con este tipo de ocasiones —confese, sonriendo apenada— Yo no se como actuar o que debo de decir, pero encerio quiero saber el porqué.

Ambos se dedicaron miradas fugaces, era como si pidieran permiso para hablar primero, y a la vez no se decidían.

Observando los bien, parecían uña y mugre, una pésima comparación, pero en mí defensa fue la primera que se me vino a la mente.

Un suspiro un poco largo y pesado me saco de mis pensamientos y del análisis que les hacia tratando de ser discreta, pues el primer chico había comenzado a hablar.

—yo me di cuenta que eres muy buenas, amable y además bonita —contestó, sonriendo y ladeando levemente la cabeza.

—Yo en cuanto te vi por primera vez quedé cautivado con tu belleza, y no solo física, no, más biene diría que también interna, por eso es que yo te doy estos regalos, yo se que no es lo que tu te mereces, tu te mereces esto y-

—Lo siento —Me apresure a decir antes de qué siguieran— yo... No siento lo mismo y no creo llegar a sentir lo.

La cara de ellos cambio y esa sonrisa tan encantadora iba en disminución conforme yo hablaba. No tenía la obligación de corresponderle a alguno de ellos, hasta hace unos días eran unos completos desconocidos para mí y por ahora, no quiera una relación amorosa. Pero tampoco quería que esto teminara como un mal momento para ellos, yo no era hacia, no niego, soy un poco antipática, pero algo en ellos me suavizó y me hizo tenerles consideración.

Enamorados de la misma chica. BTS.       「En Edición」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora