Perlas

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Trafalgar no prestaba atención u oponía resistencia mientras era cargado por varios hombres hacía un pequeño tanque de cristal donde fue arrojado, no le importó siquiera que fuese tan pequeño que solo podría estar recostado en el fondo sin oportunidad de nadar o moverse siquiera, seguía inmerso en sus pensamientos y en el dolor que se negaba a disminuir en su pecho. Solo alcanzaba a escuchar las voces de quienes hablaban cerca del tanque y el leve tintineo de las perlas que golpeaban contra el fondo de aquel pequeño lugar.


Prefirió cerrar los ojos e ignorar lo que pasaba a su alrededor, de esa manera logró quedarse dormido antes de ser despertado por el golpe del tanque contra el suelo al ser puesto de manera tan descuidada, de nuevo hombres lo cargaban para sacarlo del agua y miró alrededor sin demasiado interés, lo único que sabía en ese momento es que estaba en una habitación del mismo material que los barcos, un tanque más grande a un lado de una enorme cama con mullidas almohadas.


— Déjenos solos. - Ordenó el rubio y sin objetar los demás obedecieron. El más alto se acercó a Law para quitarle las cadenas, dejando confundido al tritón, que aún libre no hacía el mínimo intento por escapar. — Me advirtieron mucho sobre ti. Me dijeron que tuviese cuidado porque eras astuto y peligroso, pero no veo nada de eso. - Se puso de cuclillas y tomó la mandíbula del moreno para obligar a mirarlo. — Seguramente quien te capturó mintió.

Alzó una ceja al notar como otra lagrima rodaba por su mejilla para caer al suelo como una perla.


— Así que, él es la razón por la cual me harás rico. ¿Cual era su nombre? ¿Lo recuerdas?


—...- Law no dijo nada, simplemente apartó la mirada intentando no pensar en el nombre que momentos antes abría llamado, pero que por su orgullo había perdido la oportunidad para siempre.


— ¿No lo recuerdas? - Ladeó la cabeza. - Supongo que todos son iguales para ti, como mi hermano lo fue. Escuché que adoptó a un pececito y le daba de comer, hasta que este se cansó y lo ahogó.


Law a penas y le prestaba atención, no se encontraba interesado en lo que aquel humano parloteaba, sino fuera porque no tenía ganas ni de moverse ya le habría matado. Divagó un poco más antes de que un nombre conocido llegara sus oídos.


— ¿También te olvidaste de Rocinante? - Su atención volvió enseguida al rubio frente a él.


— ¿Cora-san? - Preguntó bajo antes de quejarse cuando su cabello fue sujetado con fuerza por Doflamingo que no dejaba de mostrarle su sonrisa mientras fruncía el ceño.


— Así que lo recuerdas. No sé si te lo haya dicho, pero tenía un hermano. - Law no pudo responder algo cuando su rostro había sido empujado contra el suelo. Cerró sus ojos con fuerza mientras el impacto le había echo sentir mareado, volvió a ser empujado dos veces más antes de que el tirón en su cabello le hiciera mirar hacía arriba dejando al rubio ver como un hilo rojo bajaba por la nariz del moreno. — Solo quiero saber que pasó, ¿Te lo comiste?


El tono de su pregunta parecía ser en burla y Trafalgar no lo entendía, no sabía lo que era un hermano, pero si lo había buscado y ahora lo dañaba era porque conocía y le importaba quien le crió, no podía creer que aquel sujeto tan violento tuviese relación con el que le había tratado tan amablemente.

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