🍒3🍒

250 21 1
                                    

1 mes antes del atraco

Por orden de Roy debía rondar cada tres días a horas distintas la comisaría, para comprobar lo que hacían nuestros queridos amigos. Había veces que les pillaba con código tres y solo se quedaban dos agentes en comisaría mientras los demás actuaban. Un día decidí entrar a la comisaría mirando a los agentes que estaban atendiendo denuncias, uno de ellos se acercó a mi, tenía un acento ruso muy peculiar.

-Buenos dias señorita, ¿en qué puedo ayudarle? – sacó su libreta y caminaba hacia un despacho.

-Venía a denunciar un robo – hablé firme siguiendole. Miré todo al estar dentro de ese despacho y él apuntaba cosas en la libreta.

-Digame nombre y apellido –acomodó sus gafas mirandome.

-O... Olivia Martinez – esperaba que colara porque estaba un poco nerviosa, ¿cómo no podía estar preparada para esa pregunta?, si era de lo más obvia.

- Muy bien Olivia, tranquilicese y expliqueme lo que le pasó. –se acomodo sobre la mesa mirandome y dejandome vía libre para que me sentara, lo cuál hice.

-Iba por la calle y dos señores enmascarados me pararon y me registraron, quitandome el teléfono y varios billetes del bolsillo – recordaba aquel primer día, y recordé que fueron los mismos policías del otro día. – fueron unos agentes, uno llevaba un pasamontañas y pantalón rosa y otro... De un estilo hawaiano con jeans verdes – al ver como el señor dejaba de escribir y me miraba me quedé estática. Él sólo encendió su radio y procedió a hablar.

-¿Subinspectores Dan y Fred? – preguntó por radio y fui capaz de escuchar cómo le decían sus compañeros que estaban fuera de servicio a lo que yo solte un suspiro un poco nerviosa.

Me levanté de la silla y fui guiada por ese chico hasta la salida.

-Gracias por todo agente... – hacía una pausa mirandole y dejando espacio para que una banda de policías pasaran por la puerta.

-Comisario Volkov – este sonrió y se despidió mientras yo salía de comisaría y él, recibía codazos de sus compañeros.

Bajé las escaleras y noté una presencia muy fuerte a mi lado. Nuestras miradas se cruzaron por una milésima de segundo, él siguió su camino y yo el mío.

Subí a mi moto colocandome el casco y miraba como el señor de antes estaba al final de las escaleras mirandome fijamente, la verdad me estaba incomodando. No quería darle mucha importancia así que arranqué la moto y conduje hasta el mecánico ignorando el patrulla que me seguía desde atrás. Al notar esto decidí dar unos rodeos para tratar de perderle de vista, pero el sólo aumentaba la velocidad incomodandome cada vez más. No podía aguantar más y entre a la zona de mecánicos aún siendo perseguida por ese maldito patrulla. Quité mi casco con agilidad y corrí entrando al taller.

-¡Armando, ayudame! – no pude evitar chillar, realmente sentía miedo. Un miedo quen nunca sentí, supongo que tener esa mirada encima mía todo el maldito rato me causaba cierto nerviosismo e inquietud, pero ese era el poder de Jack Conway.

Era guiada por Emilio a una zona escondida mientras que Armando se ocupaba del superintendente recibiendo insultos y gritos por parte de este, se notaba realmente molesto.

Tiempo después de calmarme y de que supertermineitor se fuera, decidí salir. Recibí una bronca por parte del jefe de los mecánicos, la cuál solo acepté sin rechistar.

Volvíamos a casa luego de un día cargadito de emociones, no se oía ni una sola voz en el coche. La música de la radio era la única que rompía ese silencio, incómodo para algunos y relajante para otros.

•She's back¦ Jack Conway•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora