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[Haneul]

Volví a mi dormitorio, arrastrano la mochila por el pasillo. Había vuelto desde el hospital en taxi, no me apetecía estar encerrada con Namjoon en un coche. Saqué las llaves del bolsillo de mi pantalón y abrí la puerta. Había llegado mucho más tarde de lo normal, eran acerca de las doce cuando entré por la puerta de la universidad.

Abrí la puerta de la habitación, tiré mi mochila y las llaves y me quedé estática en el sitio pensando en todo y nada a la vez.

-¿Qué tal todo? Seguro que no ha sido para tanto, ¿verdad? - preguntó Yoonmin.

Yoonmin dejó lo que estaba haciendo cuando me vio desplomarme en el suelo y comenzar a llorar. No sabía que era lo que me pasaba, solo no podía parar de llorar. Hace tres semanas estaba conforme con mi vida: tenía una relación estable, la mejor amiga del mundo, y mucha ambición. Ahora solo tengo este estúpido trastorno y un montón de citas médicas y pastillas que tomar.

Estoy muy agradecida con Nam. Si esa noche no me hubiera salvado, quizás mi enfermadad hubiera derivado en algo mucho peor como un trastorno antisocial.

Yoonmin corrió hacia mí y me estrechó lo más fuerte que pudo entre sus brazos. Se lo terminé contando todo entre lágrimas y suspiros.

-Solo confías en Namjoon... - dijo.

-Sí, él me salvó.

-Ya sabes lo que te dijo la doctora. Tómate las pastillas y ve a las sesiones de terapia. Ya verás como eseguida estás igual que antes.

-¿Acaso no lo entiendes, Yoonmin? El tratamiento puede llevar años... No sé qué voy a hacer...

(...)

Las dos estábamos en la cama. No podía dormir, y sabía que ella tampoco. Era demasiada información para un solo día.

-Haneul, sé que no es el mejor momento para decirte esto, pero de verdad necesito hacerlo... - dijo.

-¿Acaso mi vida puede empeorar aún más? - solté con ironía.

-Ya sé por qué Seungbae te dejó.

-¿Por qué? - pregunté sin casi interés.

-Te estaba engañando. Te dejó para poder estar con ella sin presión, los vi hoy en la cafetería.

-¿Cómo se llama? ¿Quién es?

-Lee Eunmin.

-¿Ella?

-Sí.

-Bien por ellos.

Lee Eunmin es la descripción gráfica del estereotipo de chica popular. Alta, rubia, guapa y delgada. No me extraña que me haya dejado por alguien así. En el fondo, muy en el fondo, Seungbae me quiso. En alguna parte de su corazón estoy yo. Es una pena que el ya no esté en el mío, se rompió, y ya no queda espacio para nadie más.

(...)

El dilema de mis días de universitraria era la cafetería, no puedo comer tranquila sin que me dé un ataque. Por eso ahora como en la escalera de incendios, nadie pasa por allí. Solo estamos yo y mi comida.

Estar en clase no es un problema, he hablado con el decano y los profesores y ninguno tiene problema en que me siente al final y todos mis compañeros de clase saben que no puede sentarse conmigo. También he pedido que ninguno de mis compañeros cuente nada, llevamos tres años juntos y todos guardarán el secreto. Esa es la razón por la que mucha gente no sabe nada. Ni Seungbae ni su novia lo saben, están en carreras distintas a la mía.

Hoy es mi primera sesión de terapia y Namjoon se ha ofrecido a llevarme, creo que tiene mucho tiempo libre. La verdad es que estoy bastante nerviosa. No sé lo que voy a hacer, no tengo ni idea de lo que tengo que decir. Estoy asustada.

Salí de mis clases acompañada de Yoonmin, desde que se enteró de mi enfermedad, me acompaña a todas partes, solo por si acaso.

Trataba de superarlo he intentar no esconderme tras mis libros de historia, pero era imposible. No puedo mirar a ningun chico sin recordar aquellos horribles minutos en los que me creí una víctima más del abuso e irracionalidad de un hombre depravado y sucio.

Había divisado el coche de Namjoon a unos diez metros de mí. Las chicas los miraban como si quisieran comérselo. Pero el tenía esos maravillosos ojos marrones fijados en mí.

Extrañamente, ese día me parecía que se veía muy guapo. Traía pesta una camiseta de cuello alto marrón y una gabardina baige.

 Traía pesta una camiseta de cuello alto marrón y una gabardina baige

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(Imaginad que tiene el pelo morado como en black swan).

La ilusión y la magia del momento se fueron cuando Seungbae venía hacia mí de la mano de Eunmin.

Puede que ya lo conociese y también puede que esto no fuese racional. Pero el miedo que sentí al tenerlo cerca de mí fue tan o más real que tener al hombre de aquella noche a menos de dos metros de donde yo estaba.

LOS DIOSES TAMBIÉN AMAN » KIM NAMJOON «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora