El tiempo corrió y muchas apuestas con el destino se habían hecho, Namjoon y Hoseok no habían dejado de verse ni un solo día, tampoco dejaban de mandar mensajes o llamar, necesitaban el uno del otro, eran como una pareja, pero sin serlo y aunque Namjoon jamás lo admitiría en voz alta, estaba desarrollando hermosos sentimientos por Hoseok, aunque no lo conociera lo suficiente, sabía que él era el ser más hermoso y maravilloso que había conocido, que quizás era el que podía darle todo aquello que siempre busco.
Algo en Hoseok había cambiado también, de alguna u otra manera él quería a Namjoon, quería a ese chico grande y fuerte que lo hacía delirar y era perfectamente consciente de que él era más que un cuerpo o que era alguien que solo pudiera algo de sexo y quería conocer esa parte de él, había pasado tanto tiempo fantaseando con tener una relación amorosa de con Namjoon que se sentía como un colegial bastante idiota, hacía mucho tiempo que nadie lo hacía sentir de esa manera y tampoco estaba bastante seguro de que alguien hubiera podido hacerlo sentir de esa manera tan jodidamente maravillosa, que iba a correr el riesgo de enfrentar a Namjoon y confesarle sus sentimientos, sería tonto y probablemente saldría lastimado era un 50-50, Namjoon podría amarlo y estarían juntos o arriesgaría lo poco que tenían para verlo irse como agua entre sus dedos.
Hacía mucho tiempo que ellos no iban a Paradise In Hell, ya no lo consideraban necesario ya que ahora estaban juntos de alguna y no estaban interesados en tener un acompañante nuevo, ahora se veía en un lujoso hotel, donde se encontraban casi tres veces por semana cuando sus ocupados trabajos lo permitían, había pasado ya un año desde que esa relación tan enredada comenzó.
La habitación del lujoso hotel estaba envuelta en gemidos, palabras obscenas, el sonido de la piel al chocar, el disfrute de sus cuerpos, el placer, estaban ahí para complacerse, para hacerse delirar y gritar de placer para poder llegar un clímax delicioso, para reclamarse y liberarse de las abrumadoras sensaciones que se había acumulado en sus cuerpos, sus respiraciones irregulares y el sudor en sus frentes indicaron que habían llegado al cielo mismo, se habían entregado el uno al otro haciéndolos llegar al paraíso, a ninguno les preocupaba llegar al cielo pues cuando estaban juntos y se unían en ese acto tan íntimo lo hacían por su propia cuenta.
Hoseok se recostó a lado de Namjoon, espero a que su respiración no fuera tan irregular para poder hablar, se acomodó de manera que pudiera ver la cara de Namjoon, admiro su hermoso rostro, esos ojos de dragón tan arrasadores, su hermosa nariz, esos labios carnosos y su hermosa piel, su corazón latía con demasiada urgencia y una sensación de preocupación se instauró en su estómago era jugarse el todo por el todo y bien podría salir de esa habitación con Namjoon como su novio o con el corazón hecho mil pedazos.
- Namjoon quiero más - soltó el castaño sin más.
- Hobi, ¿puedes esperar a que me reponga al menos? - dijo Namjoon divertido mientras acariciaba su rostro
- No me refiero al sexo - dijo Hoseok claramente nervioso.
-¿Entonces?
- Me refiero a dar el siguiente paso, me refiero a que quiero algo más estable contigo- Hoseok bajo la mirada claramente avergonzado.
- ¿Algo más estable? - dijo Namjoon tenso -¿Como que seas mi pareja?
- Sí - dijo Hoseok con un hilo de voz - Yo me he enamorado de ti, si es que eso tiene algún sentido.
NamJoon se sentó de golpe en la cama, empujando un poco a Hoseok, no dijo nada por unos minutos que se sintieron eternos para el contrario.
-Por favor Hoseok, no jodas esto, yo no puedo darte lo que tú deseas, pensé que estaba claro Jung, no necesito una pareja, no quiero una.

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Liberame Hoseok (NamSeok)
Hayran KurguKim Namjoon es un chico millonario de 21 años que asiste con frecuencia a Paradise in Hell un club poco común, dónde las personas pueden complacer todas sus perversiones sexuales, ahí el conoce a Jung Hoseok con quien empezara un relación sexual Ki...