Be Brave |Larry Stylinson|

Recuerdos: 06

Harry en serio estaba sintiendo demasiado calor, en ese momento estaba odiando su traje y envidiaba a Louis el cual estaba disfrutando de esa gran piscina, el agua se veía tan refrescante.

El castaño tenía sus ojos cerrados mientras nadaba de espaldas, parecía un verdadero delfín dentro del agua y quizás estaba exagerando un poco para molestar a Harry, sin duda, amaba molestar a su guardaespaldas.

El ojiverde suelta un suspiro y sin aguantar un segundo más se quita el saco de su traje, luego abre un par de botones de su camisa y logra sentirse un poco más aliviado, claro que esas acciones no pasaron desapercibidas ante los ojos de Louis.

—Si sientes mucho calor, puedes entrar— Harry posa su mirada en Louis y niega con su cabeza, el ojiazul se encoge de hombros y se hunde en la piscina, Harry estaba odiando ese día como nunca.

Louis sale de la piscina y toma la toalla que estaba estirada sobre una reposera, seca su cabello y pasa esta por sus hombros secando su cuerpo.

Deja la toalla dónde estaba y se acerca a la pequeña mesita que tenía pequeños aperitivos y jugo natural de piña, el ojiazul amaba la piña, lleva una frutilla a su boca y luego bebe un poco de jugo, Harry se obliga a apartar la mirada, ¿qué mierda estaba pensando cuándo decidió aceptar ese trabajo?

Claro, podía recordar la presión de sus superiores sobre sus hombros.

Louis lo mira de reojo y evita reír, poner incómodo a Harry se había convertido en su actividad favorita.

—¿Qué tal tu última misión super secreta?— Louis se planta frente a él y Harry lo mira expectante, el ojiazul se siente un poco intimidado por la mirada del ojiverde.

—Es clasificada, lo sabes.

—No entiendo porque mi padre te contrató si no puedes estar cerca de mí todos los días y desapareces de vez en cuando.

—Bueno... Me insistieron muchísimas veces que aceptara cuidarte, no pude declinar, por algo debió ser.

—Debes ser muy bueno en tu trabajo, entonces.

—Según mis superiores, el mejor de mi generación— Louis siente curiosidad y una loca idea pasa por su mente.

—Enséñame a defenderme— Harry lo ve con una de sus cejas alzada y recorre el cuerpo del ojiazul con su mirada.

—Con tu contextura podría derribarte fácilmente, pero... También puede ser una fortaleza— el ojiverde comienza a caminar alrededor de Louis analizándolo y ahora los papeles se habían invertido— creo que si puedo enseñarte.

Un sonrisa se forma en los labios del castaño, sin duda había sido más fácil convencerlo de lo que había esperado, llegó a mentalizarse que iba a deber insistirle más para que este aceptara.

—Genial, ¿cuándo y a qué hora?

—Desde mañana a las 7:00 am quiero que estés despierto, trabajaremos en la sala de entrenamiento de mi casa, te pasaré a buscar.

Louis hace una mueca e iba a replicar por la hora, tenía pensado dormir hasta tarde el día sábado.

¿Es que acaso no podía ser más tarde? ¿Quién se levantaría tan temprano un día sábado para entrenar? Oh claro, Harry y en ese momento este lo estaba obligando a él a adaptarse a su horario.

—No te quejes, tú pediste esto no yo— Louis vuelve a cerrar sus labios y asiente, bueno, tendría que hacer un pequeño sacrificio para asistir, da un paso cerca de Harry y deja un beso en su mejilla.

—Gracias— susurra y da media vuelta para tirarse de clavado otra vez a la piscina.

Wow.

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Aunque Harry no quisiera admitirlo, si le había sorprendido ver a Louis listo para entrenar, el castaño llevaba una sudadera gris y pantalones deportivos, tenía un bolso colgado en su hombro, probablemente ahí lleva su ropa de cambio.

Abre la puerta trasera y deja su bolso en los asientos traseros, luego se sube de copiloto, le da una pequeña sonrisa a el ojiverde acompañado con un suave "Buenos días"

Harry sacude su cabeza saliendo del shock y pone el calefactor del vehículo para calmar un poco el frío que hacía.

A mitad de camino mira de reojo a Louis, y no le sorprende el hecho de que el ojiazul había empezado a dormitar, probablemente el aire caliente del auto le había causado sueño y Harry lo entendía.

El ojiverde estaciona su auto dentro de la cochera de su hogar y mueve con suavidad a Louis.

Suelta un suspiro cuando este parecía no despertar, así que aplica solo un poco más de fuerza, si no lo conociera bien, pensaría que no estaba respirando.

—Arriba, el día recién comienza— lo escucha soltar un balbuceo y y finalmente abre sus ojos— vamos.

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—Definitivamente eres rápido, toma un descanso— Louis va por su botella de agua y le da un largo trago, estaba jodidamente cansado, nunca había sido muy bueno para beber agua, pero ahora estaba seguro que podía acabarse esa botella sin ningún problema.

Harry también bebe de su botella y toma un respiro apoyándose en una de las paredes, el ojiazul era toda una caja de sorpresas, era lo suficientemente fuerte para dar un buen golpe y también era ágil para cansar a su contrincante.

Lo había sorprendido.

—¿Ya se cansó agente Styles?— el ojiverde deja de mirar su botella de agua y alza la mirada hasta el ojiazul, ahí estaba otra vez esa mirada que ponía nervioso a Louis, ¿cómo mierda lo lograba?

—No, vamos otra vez— ambos se acercan y Louis da el primer golpe, Harry lo detiene con su antebrazo y el ojiazul vuelve a intentarlo, otra vez es detenido por el ojiverde, Harry alza su ceja de forma desafiante y Louis frunce su ceño, levanta su rodilla para golpear el abdomen del ojiverde y otra vez es detenido por el mismo.

Louis ya harto de la situación, levanta su pierna con la intención de pegarle una patada en las costillas, Harry toma su pierna y jala de esta hacia su cuerpo.

Louis se aferra a los hombros de Harry para evitar caer e inevitablemente sus miradas se encuentran. Harry tensa su agarre en la pierna de Louis y este toma aire profundamente, ambos se mantienen ahí con la mirada puesta sobre el otro.

Louis lame sus labios y su mirada cae en los labios del ojiverde, sabía que lo que estaba a punto de hacer probablemente iba a traer consecuencias, pero ¿cuánto tiempo más iba a poder ocultar lo que estaba sintiendo? Sería engañarse a sí mismo si seguía intentado negarlo.

Así que cuando ese impulso estúpido lo invade, aprovecha el pequeño sentimiento de valentía que había comenzado a recorrer por su cuerpo, se acerca al rostro del ojiverde  y presiona sus labios contra los de Harry.

Ahí en ese lugar, fué dónde compartieron su primer beso, desde ese momento ambos sabían que ya no había vuelta atrás.