Be Brave |Larry Stylinson|

Capítulo 13.

Harry mira su celular sin poder creerlo aún, corta la llamada al sentir que todo le daba vueltas. Veinte minutos, fueron exactamente veinte minutos para que tomaran lo que más quería.

Ahoga un grito y se sienta en el suelo, sus músculos estaban agarrotados, su abdomen le dolía como el infierno, sentía su cara un poco hinchada, en ese momento realmente no le quedaban fuerzas.

Si se enfrentaba contra otra persona lo más probable era que su cuerpo no lo resistiera, pero no iba a dejar a Louis, eso nunca fue una opción.

Toma un respiro y recarga su arma con pesar y se dice mentalmente que debe contar cada disparo, se levanta del suelo con dificultad y sigue caminando, sabía exactamente a dónde ir.

Si lograba salir de esta le pediría matrimonio a Louis, no volvería a estar al borde de la muerte sin antes estar comprometido con la persona que amaba.

El camino hacia la sala principal se le hizo eterno y cuando ya estaba ahí se asegura de asomarse para buscar a Louis con la mirada, lo ve junto a los demás rehenes, recorre otra vez el lugar con la mirada contando y distinguiendo a quién le debía disparar.

Harry baja la mirada y con su mano libre toma la pequeña medalla que adornaba su pecho, deja un casto beso en ella sellando una promesa y alza su arma.

En el primer paso con sólo dos disparo derriba a los que estaban vigilando los costados, se oculta detrás de un pilar y espera con paciencia mientras escucha como múltiples balas impactan cerca de él.

Se asoma por el costado izquierdo y dispara dos veces al mismo sujeto, van cuatro disparos.

Se vuelve a ocultar y muerde su labio inferior, la presión que sentía no estaba ayudándole, tenía que salvarlo.

Louis, Louis, Louis...

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Cuando Louis despierta siente un dolor insoportable en su cabeza, intenta llevar una de sus manos a la zona afectada y todo dolor desaparece cuándo se da cuenta que está atado.

Se remueve incómodo y mira a su alrededor, había cerca de quince personas y todos se veían asustados.

—No te muevas tanto, no nos tienen mucha paciencia— murmuran a su costado y voltea a ver a la persona que le había hablado, un chico castaño de ojos azules, alrededor de su ojo había un gran moretón que contrastaba con su tono de piel.

—¿Qué te pasó en la cara?— el chico sonríe apenado y suspira.

—Me golpearon por insultarlos, ¿cómo es que no estás golpeado?— Louis se acomoda en el suelo y mueve un poco sus manos, la cuerda atadas alrededor de sus muñecas lo estaban lastimando.

—Supongo que tuve suerte... ¿Cuál es tu nombre?

—Niall, Niall Horan ¿y el tuyo?— Louis lo queda viendo fijamente y Niall hace una mueca— estoy seguro que te he visto en algún lado.

El castaño entreabre sus labios al darse cuenta de quién era el chico frente a él.

—Eres Louis Tomlinson— Louis asiente y carraspea— esto es malo, muy malo.

—¿A qué te refieres? ¿Por qué lo dices?

No le había gustado el tono que había utilizado, desbordante de preocupación y un poco de miedo.

—Los he escuchado hablar toda la tarde, estos chicos son solo los peones del juego, alguien más los dirige y sé que tiene poder.

—Eso ya lo sé... Sólo que no sabemos quién es.

Louis mira a su alrededor observando que nadie los estuviera viendo.

—En el bolsillo de mi pantalón tengo un cuchillo, sácalo y corta las cuerdas— Niall lo ve confundido y Louis rueda los ojos— tus manos están atadas hacia adelante, las mías hacia atrás y no alcanzo.

Louis le da la espalda a Niall y este se inclina un poco, con sus manos toma el cuchillo y cuando logra sacarlo lo queda mirando.

Nunca había visto un cuchillo militar de cerca, era pesado.

Las manos de Louis se mueven y Niall apoya el filo del cuchillo en las cuerdas, comienza a hacer fricción y logra cortarlas rápidamente.

El castaño acaricia sus muñecas detrás de su espalda y de el borde de su pantalón saca su pistola, no la había usado hasta ahora, pero lo creía necesario.

—¡Tienes un arma!— Niall susurra con fuerza debido a la impresión, Louis voltea a verlo con el ceño fruncido, ¿No sabía cuando callarse?

Alza su mirada cuando escucha disparos, ve a Harry ocultarse detrás de un pilar y una sonrisa se forma en sus labios.

—¿Es de los buenos?— asiente ante la pregunta de Niall y lame sus labios.

Harry vuelve a disparar antes de ocultarse y Louis analizaba el posible plan que tenía el ojiverde.

—Viene por mí— el ojiazul le quita el seguro a su arma y cuenta hasta tres, en ese momento Harry vuelve a asomarse y Louis lo apoya desde su posición.

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—¡¿Preparados para entrar?!— todos los uniformados asienten, habían logrado derribar a los francotiradores antes de que estos informaran sobre lo que había ocurrido.

Por algún extraño motivo habían dejado de estar tan pendiente y descuidaron su lugar, si tan sólo supieran que dentro de esas murallas estaba ocurriendo una posible masacre.

Mark Tomlinson se acerca hasta al frente y yendo directamente hacia el Agente Malik.

—Si mi hijo llega a estar lastimado por esto, les haré la vida imposible a cada uno de ustedes— se detiene por un momento antes de soltar un suspiro—y necesito que averiguen quién fué el que planeó todo esto— el ojimiel traga en seco y asiente.

—No se preocupe, su hijo estará bien, nos encargaremos de todo— Dylan aparece al lado de Zayn para apoyarlo, una vez que el Presidente asiente a secas y se aleja de ellos, el ojimiel voltea a ver al otro chico.

—¡¿Dónde estabas?! Casi me comen vivo aquí.

—Estaba en una misión importante al igual que Harry, ¿Dónde está él?— Zayn hace un movimiento con su cabeza hacia la Casa Blanca.

—¿Por qué mierda ustedes están acá afuera y él ahí dentro?— Zayn suspira y se acerca un poco más a Dylan.

—No sabíamos a quiénes nos enfrentábamos, intentábamos entrar y nos liquidaban en segundos, hice una distracción para que Harry entrara y bueno, lo logró.

—Claro que lo logró, ese hijo de puta debe entender que no tiene vidas infinitas— murmura enojado O'Brien y suspira— ¿Has hablado con él? ¿Está bien?— Zayn asiente ante ambas preguntas y un peso menos estaba sobre los hombros de Dylan, Harry era su mejor amigo y si lo perdía él mismo iría a buscarlo al infierno para golpearlo.

—Bien, continuemos— voltea a ver a los demás y verifica que todo esté en orden.

Hace una señal con su mano derecha y todos en sincronía comienzan a moverse, el escuadrón se separa en tres grupos.

El de la derecha rodea la Casa Blanca para entrar por detrás, el de la izquierda se dirige para entrar por el costado y el de al medio irá de frente.

Faltaba poco.