Al términar la frase mi mamá sobre el supuesto lío de mi padre, me dirijo a mi habitación, me cambio de ropa por una más abrigadora, además de alimentar al pobre hámster que solo yo y nadie más le da amor. Vuelvo con ella apresurada, parece lista porque también tiene su abrigo puesto y un moño bien hecho. La miro y luego noto su inquietud, así que opto por darle un fuerte abrazo.
—Todo estará bien, ya verás que pronto regresaremos con papá y nos habremos dado cuenta de que sólo trabaja mucho —le susurro.
Soy consciente de que es mentira. A él no le gusta trabajar más de lo necesario y ya era muy tarde, definitivamente ha de estar haciendo algo malo, pero no se puede juzgar antes de tiempo, ya que siempre existe la posibilidad de que no sea así.
Mi madre y yo salimos de la casa, sin antes cerrar con llave. A pasos firmes, vamos al lugar indicado por unos amigos de mi madre, el cual es una casa de color beige muy linda, más que la nuestra, y lujosa porque hasta tiene un candelabro afuera en el patio.
Llamamos por el timbre y su sonido parece al de un piano, en un momento aparece un trabajador de la casa.
—¿En qué les puedo ayudar?
—Disculpe, ¿se encuentra el señor Lucas Moore?
Al ver la cara dudosa del joven al dar su respuesta decidí mentir.
—Nosotras somos abogadas, venimos a avisarle por urgentes asuntos. Han robado el banco donde el señor deposita sus ahorros, y si no hacemos una demanda ahora, no se le devolverá el dinero.
Preocupado rápidamente nos deja pasar, sin dudar de mi joven apariencia para ser abogada.
—Quédense en esta sala, por ningún motivo se muevan.
Al instante, pregunto:
—¿De quién es la casa? Por si la embargan.
—Del señor Lucas —él responde.
El joven se va justo antes de que yo quisiera arrojar todo, y pensar que él se queja de todos nuestros gastos y lleva una vida secreta llena de lujos; pero es mejor lanzarle todo a la cara de mi supuesto padre.
Debemos buscarlo para saber que está pasando, así que llamo la atención de mi madre que todavía estaba procesando todo e intentamos buscarlo en habitaciones básicas del primer piso y luego se me ocurrió ir al segundo piso.
Hay muchas más habitaciones, parece muy difícil encontrarlo, así que pienso en ir al baño, ya que mi organismo sufre el estrés en estas ocasiones, así que, con mi intuición de guía, abro una puerta con flores doradas de metal como decoración. Y, entonces lo veo; el muy mentiroso está en una cama besándose con una mujer muy linda que parece modelo y están casi desnudos, pero la manta los cubre un poco. Eso me dio a entender que aparentemente él no me ha visto, hasta que…
—¡Melody! ¿encontraste el baño?
Y entonces mi mamá también lo ve y, por si fuera poco, están dos niños detrás de mí, con pijamas y unas mantitas en sus manos, tienen una cara muy parecida a la de mi padre, pero con unos ojos adormilados.
—¡Papá! No podemos dormir, nos puedes ir a contar un cuento.
--Claro ya iré, sólo espérenme debo ir a sacar la basura.
Y nos mira.
Me siento destrozada y, más por el hecho de que nunca me ha leído un cuento, consideraba que es porque no era muy cariñoso, pero aún con todo eso, yo lo quería. Sin embargo, sus peleas ahora tienen sentido, éramos una molestia, porque él ya tenía su familia perfecta.
Al instante, agarro la mano de mi mamá y corremos con la esperanza de que esto sea una mentira. Llegando a casa, hablo con mi mamá sobre planes que podemos hacer y nos damos un gran abrazo para sentir que nuestro dolor era reciproco y curable.
Cuando me voy a acostar, probablemente sin conciliar el sueño, escucho un gran golpe en la puerta principal. Jamás hubiese imaginado que es mi padre, pero él no tiene derecho alguno de estar aquí y las excusas eran imposibles de creer.
Salgo de mi habitación a ver que quiere, pero entra furioso a la habitación de mi mamá sin molestarse en cerrar la puerta, su apariencia era como la de un toro.
Mi mamá está acostada, pero de un jalón de pelo mi supuesto padre, la levanta y la golpea en el pecho para tirarla hacia la pared. Yo corro hacia él y me subo a su espalda de un salto, intento agarrarle del cuello, pero es más fuerte, por lo que mejor recorro al plan B, escapar con mi mamá.
De inmediato, le pincho los ojos con mis uñas y es lo suficiente para que caiga.
—¡Olvídense de mí desde ahora están muertas para mí! —grita—. No fueron más que un estorbo para mí, siendo una hija mientras yo quería un varón y una esposa inútil que no hacía lo que le pedía.
Sujeto de nuevo a mi mamá del brazo y salimos de la casa, por segunda vez en esa noche, huir es mi mejor elección.
Vamos a la casa de mi tía Elisa. La casa era parecida a la mía, pero más pequeña, ya que solo hay tres cuartos, en el primero es de mi abuela, pero hay una cama extra don ahí va a dormir mamá; en el segundo era el de mis tíos y el tercero era el de mis primas donde yo voy a dormir sobre un colchón en el suelo.
Ya todo está acomodado y todos están durmiendo; sin embargo, me levanto del colchón, no puedo dormir por lo enojada que me siento, voy al cuarto de mi abuela y mi mamá duerme con lágrimas en sus ojos, las cuales no paran de bajar por sus delicadas mejillas. A mi mamá siempre la he visto hermosa, con su cabello rubio oscuro y suave, sus ojos azules como el mar y el cuerpo ejercitado por su trabajo de asistente que le hace subir y bajar escaleras. ¿Cómo mi padre no la supo valorar? Me da más rabia su esfuerzo para que la familia siguiera unida y él todo lo destruyó de un solo golpe.
Tras cerrar la puerta, me voy al patio, siempre he querido ser fuerte, pero no puedo serlo en este momento, así que corro, intentando ir lo más rápido posible para llegar al lugar más lejos, como si la tristeza no me alcanzara y el dolor no terminara de esparcirse. Paso por calles oscuras y estrechas que salean a una colina verde, llego a la cima y me siento en el césped, donde el muro de mis sentimientos se derrumba haciéndome llorar sin barreras, dejando salir mi odio. Una pequeña llovizna empieza a caer mojando mi cara, sintiendo que el cielo comprende mi tristeza y llora conmigo.
Es en este momento que pienso que no tengo un príncipe ni un sapo que buscara consolarme, sólo me tengo a mí misma para salir adelante. Me paro con fortaleza y doy un grito al cielo para desahogarme, poniendo como objetivo no volver a caer ante una mala situación. Y esto merece un castigo del traidor que no va a tardar en aparecer por sí solo.
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¡¡¡Hola!!!
Espero que comprendan el fuerte impacto que esta situación causa en la vida de Melody. Nadie espera lo que la vida nos puede preparar, pero yo creo firmemente que el karma es real y por eso pueden esperar que el ex padre de Melody no se librará como creía.
Si les gustó no olviden darle a la estrellita.
Frase:
“El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido.”
-Jorge Bucay
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Las personas con sueños también mueren.
Teen FictionMelody una chica con aventuras constantes Un chico misterioso que nisiquiera le da importancia Vida dura todos tenemos una Amistades únicas Pero sobre todo... Amor propio, para sobrellevar todo sin perder la confianza en sí misma y en la vida. Créd...