Con tantas letras que hay para leer allá fuera y sigo eligiendo las que conforman tu nombre, las que cuelgas en tus labios y vociferas como cálidas melodías, avivando oídos cuando respondes a la pregunta – ¿Cómo te llamas? – dejándome sin frenos, condenado a chocar con la espesura y el fuego de tu alma.
No quiero el abecedario completo, porque me conformo solo con las benditas letras que reposan en tu nombre, ese que no elegiste, pero respondes a él con orgullo, quiero tenerte como lo tendrás a él, quiero que seamos inseparables, quiero un «para siempre» sin fecha de caducidad.
No eres casualidad, eres más que luz en mi oscuridad, porque me has encendido las chispas que la vida se ha encargado de apagar, ahora contigo tengo más seguridad. Contigo soy yo en otra piel y en otros ojos volviéndome cielo al compás de nuestros nombres, buscando morir siendo eterno.
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El cielo tiene tu nombre
PoetryMe gusta admirar el cielo, también me gusta creer que es algo que todos tenemos en común, entonces este poemario es una colección de nubes que guardan experiencias sentidas y vividas. Cada nube es única, adquiere su propia identidad que nace de la p...