Transmutas mis células a un ejército que solo te obedece a ti
y a tu fiel propósito de volcar mi vida
en el par de lagunas que llevas debajo de tus cejas,
allí donde no me queda más remedio que sumergirme
en las profundidades de tus recónditos deseos
y en la suave textura de tus ganas de más.
Me dejas al borde del abismo,
con la piel sedienta,
con la mirada perdida en tus horizontes
que van de norte a sur,
de destrucción a calma.
Me dejas esperando la caída endeble de mi cuerpo
acribillado y humedecido por completo,
no vuelvo a ser yo cuando te veo,
me desconozco por mis cuatro costados,
que en realidad te pertenecen más a ti
que a mí.
Mi yo sale volando a escollos de mi cuerpo,
mi voluntad es solo para ti,
te adueñas por completo de mi motricidad
y no es que sea vulnerable,
es que eres tu la dueña de todas mis debilidades.
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El cielo tiene tu nombre
PuisiMe gusta admirar el cielo, también me gusta creer que es algo que todos tenemos en común, entonces este poemario es una colección de nubes que guardan experiencias sentidas y vividas. Cada nube es única, adquiere su propia identidad que nace de la p...