☀️Leya recibió al grupo que había traído de regreso a Brielle, no le importó cuan debilitada se encontraba pero abrazó a la joven como si la hubiese perdido de hace mucho tiempo. Era asombroso ver como la mujer le daba mimos a la joven y como todos allí reunidos se regocijaban por ello.
—Si señora, Leya. —Le dijo Brielle mostrando algo de felicidad: — Estoy de regreso en Greenville.
—Y no te vas a ir. —Le dijo Fátima: —Estas con tu verdadera familia.
—Vamos a apoyarte y a cuidarte porque te queremos. —Zuri le dio un abrazo que Brielle recibió con mucha alegría.
— Gracias por todo.
Miró a Leya de regreso, sacó la bolsita de tela blanca con el preciado contenido del bolsillo de sus pantalones para dormir y se la dio.
—Creo que James no pudo hacer más cuando quiso acercarse a mi. —Le dijo señalando pero Leya negó con la cabeza.
— Debes consérvarlo para protegerte de todo mal.
Brielle sonrió, Mourad se sintió de nuevo feliz porque cuando creyó que había perdido la partida el destino le había dado una nueva oportunidad para salir adelante con su hembra quien estaba de regreso en casa.
Sip, todo era felicidad hasta que recordó que era momento de decirle acerca de la buena nueva porque era necesario que supiera que iban a tener un bebé y por tal motivo debían casarse, no estaba bien visto en su cultura tener un hijo por fuera del matrimonio.
¿Qué podría salir mal?
La pregunta se respondió cuando empezaron todos a hablar al mismo tiempo para atender a Brielle y decirle que Mourad debía casarse con ella cuanto antes, sin embargo, una vez que le iban a decir el por qué del hecho por A o por B motivo surgía algo que se lo impedía.
Y él no daba para hablar con ella porque aunque estaba emocionado a veces le entraba unos miedos del como lo tomaría después de haber pasado infinidades de veces creyendo que nunca podría tener un hijo.
Dudas, malditas dudas.
Brielle se instaló en la casa al otro lado de la piscina, Mourad dejo que sus hermanas le ayudaran a ella con las necesidades y de paso se acercaron más como si de verdad fuesen hermanas.
— ¿Pasa algo malo?
Mourad salió de sus pensamientos cuando Brielle le miró preocupada, estaban sentados en el recibidor uno aferrado al otro mientras pasaban una noche más como pareja.
—Nada malo. —Suspiró preocupado: —Se que todo esto es rápido para ti así que quiero que las cosas se den un paso a la vez.
Ella levantó la cabeza de su hombro y lo miro con una sonrisa.
—No soy de las que se deben casar y sugiero que debe haber tiempo para ello.
—Ellos no lo ven así.
Gruñó, se levantó del sillón odiando dejarla a un lado para acomodar la cortina de la ventana donde estaba su madre y sus hermanas asomadas.
— ¿Qué parte de privacidad no entienden?
Las tres hablaron en árabe, Leya saludo a Brielle y las jóvenes se despidieron con un feliz "buenas-noches" a coro.
—Buenas noches familia. —Le dijo Brielle y lo último fue que la imagen de las mujeres habían desaparecido tras la cortina.
—No dejan de ser molestas cuando lo desean.
—Pero es la familia y así se les quiere.
Ella abrió sus brazos y él fue por ella para abrazarla, aspiró su aroma y luego suspiró.
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AMORES DE GREENVILLE 3: La Bailarina y El Chacal *FINALIZADA*
General FictionBrielle Brown huye para encontrar un nuevo camino y lo que encuentra en su intento de sobrevivir es un mundo lleno de seres sobrenaturales en una ciudad que lo tiene todo. Greenville es la segunda oportunidad que se merece, quiere estar allí y no le...