—Lord Hokage, es una persona honesta y humilde. Mi padre se la pasa hablado todo el día sobre él. Lo llama el héroe de la guerra entre clanes. Yo, personalmente, lo veo como un hombre sencillo, sin maldad. No hemos interactuado mucho, pero las pocas veces que he tenido el privilegio de cruzar una que otra palabra, me a parecido un hombre distraído y simpático —respondió Mito, con calma ante Lady Tobirama.Ambas Kunoichis se encontraban en un puesto de té, cercas de las compuertas de la aldea. Lady Tobirama citó a Mito, después de la comida, para platicar.
—Hashirama, piensa cosas buenas sobre ti, el otro día me dijo, que eras la alegría de los Uzumaki. Ambos tienes ese don para hacer a los demás sentirse cómodos con sus presencias, me imaginó cómo sería una cita entre ustedes, de seguro se la pasarán riendo en todo momento —dijo Lady Tobirama sinceramente.
Una mesera se arrimó para dejar las dos tazas de té al centro de la pequeña mesa para dos personas, después se retiró dando una reverencia.
—¿Eso dijo de mí? —Tomó un sorbo de su té, y sin dejarlo sobre la mesa, agregó —: Que extraño, casi no me pone atención.
—Lo ha dicho, no solo una vez, sino dos veces. Mi hermano, como tú has dicho, es demasiado distraído, pero así como lo vez, estudia a los que lo rodean. —Lady Tobirama, no mentía, su hermano había dicho eso. Mientras espera la respuesta de la pelirroja, esperaba que su té se enfríe.
—Es una gran ninja, necesita ser precavido con quienes trata. Un poder y un puesto como el suyo, ha de ser codiciado por el bien y el mal. —Puso de vuelta la taza sobre la mesa.
—Tienes razón. Regresando al tema de una cita... ¿Aceptarías verte con él? No importa que lleves un chaperón, eres una princesa y no puede verse con hombres a solas.
Mito, antes de contestar se puso seria. Lady Tobirama, le propuso una cita a ciegas con el Lord de la aldea. Una excelente propuesta para ella personalmente, ya que sí le interesaba Hashirama como persona y shinobi, y para su clan era lo mejor que les podía pasar, unirse más a los Senju era como tener el mejor estatus dentro de la aldea, tras ellos. La pelirroja, no era avariciosa, pero sí muy inteligente para estas cosas.
—Lo haré pero antes debés aclarar los rumores que he escuchado de tu hermano... —habló firme, mientras lleva una vez más la taza de té a sus labios.
Lady Tobirama, supo que la princesa Uzumaki sabía algo sobre Hashirama y Lady Madara. El ambiente se torno tenso.
—Dicen que nuestro Lord, pretende a la líder del clan Uchiha. Lo he estado escuchando en las aguas termales y en las casas de té por el cetro. Yo no conozco a la líder, porque no se encuentra en la aldea, pero me he enterado que es lo contrario del Lord Hokage, salvo que son igual de fuertes. ¿Es cierto eso? ¿O solo hablan por hablar?
—Es mentira —negó sin pensarlo dos veces —. Madara, no es una mujer agradable o simpática. Ellos solo son amigos, por así decirlo, mas no se pretenden. Es muy tonto lo que dice la gente, yo personalmente, nunca he visto algo más que amigos entre ellos.
—También dicen que, debido a la ausencia de la susodicha, nuestro Lord a optado por un comportamiento distraído y deprimente.
—No es cierto, Hashirama es un bipolar. No te dejes guiar por los demás, lo que pasa es que son mejores amigos, y como son del sexo opuesto, piensan eso de ellos.
Mito, no muy convencida creyó lo que decía Lady Tobirama. Ella como hermana de Hashirama, conocía bien a su hermano, y lo que saliera de su boca debería ser información concreta.
—Antes de zanjar el tema de la líder Uchiha, ¿cómo es ella? —Mito, tenía una idea cómo era Madara, por las descripciones de los aldeanos, pero su mal carácter siempre sobre salía, a parte, los aldeanos no le veían nada bonito a la kunoichi más temible de las cinco naciones, se dejaban guiar por los malos rumores de Lady Madara y su frío carácter. (Malditos aldeanos).
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Caprichos de Lady Madara [Finalizada]
FanfictionLos caprichos de Lady Madara son únicos. Quién diría que tras fría Kunoichi hay una caprichosa dama. Senju Hashirama, está tan obsesionado con la Uchiha de sus ojos, que hará hasta el mínimo caprichito que ella le ponga en juego. ¿Aguantará el Hokag...