Antes de pasar a la recámara se quedó frente a la puerta corrediza. Sus ojos humedecen cuando está por verla, su garganta se ata a un nudo asfixiante y su corazón imprime. No quiere mostrar la melancolía que lo ha estado dominando en las últimas semanas, porque si lo hace, ella nunca saldrá de su aislamiento de aquellas cuatro paredes. Enjuaga la lágrima que rodó por su mejilla, y se tranquiliza antes de pasar. Abre la puerta corrediza lentamente y adapta su vista a la oscuridad de la recámara. Cierra la puerta silenciosamente y se entra más hacia aquel futón en donde su bella azabache yace cubierta hasta la cabeza con una manta. Llega a ella y a medida se inclina hacia adelante, coloca dos ordenes de Dangos sobre el futón. Tiene intención de endulzar un poco el corazón de su greñuda. Cuando se sienta con las piernas cruzadas, a un lado de ella, descubre la cabeza para verla. Se encuentra con un cabello revuelto cubriendo la mitad de su rostro y dos ojos hinchados y rosados.
-Mi amor, ya llegué de trabajar todo el día en esa oficina aburrida -finge estar alegre, pero al ver esos ojos negros maltratados que tanto han llorado, pasa saliva con dificultad, su tono cambió a quebrantado, menciona su obsequio -: Sé que no te gusta mucho el dulce, pero traje estos dangos para comerlos mientras esperamos la cena.
-Te dije ayer que no quería más obsequios... -gruño tapándose otra vez la cabeza.
-No seas malita, levanté para comer uno -insistió, tomando una orden de la cajita.
Lady Madara sabe que Hashirama va a seguir insistiendo, así que descubre su torso y se sienta. Con todo su cabello alborotado y cara de que recién a despertado, toma la orden de Dangos de las manos de su novio antes que se lo de en la boca.
-¿Vino, Izuna? -inquirío, mientras se mete con ella debajo de la manta. El clima de otoño hace que la recámara de Lady Madara se sienta fría, pues ella no quiere encender la chimenea.
-Sabes que todos los días viene, cuando no se encuentra fuera en misión -respondió sin ganas -. Dijo que en noviembre se casa con tu hermana. Se va a ver gorda en un kimono blanco con seis meses de embarazo.
-Y más porque son dos -opinó Hashirama, acurrucado contra las piernas de su bella azabache.
-¿Dos? Izuna, no ha dicho eso, dice que solo está gorda. -Lady Madara ve desde arriba a su novio acurrucado con ella, luce cansado.
-Son dos. Tobi, va a tener que ser una madre paciente.
Ambos se quedaron callados, hasta que la azabache soltó un sollozo profundo. Hashirama no tardó en levantarse y calamar a su amada. Sabía que ese teme le recordaba el aborto que sufrió un mes atrás. Ahora entendía porque Izuna no mencionó que sería padre de dos bebés.
-Lo siento, no quise incomodarte, no lo volveré hacer -se disculpó, abrazando a su bella azabache con fuerzas -. Vamos a estar juntos el resto de nuestras vidas, y presiento que un milagro nos pasará.
Lady Madara retiró a u novio de ella, no le gustaba que pensará así de cursi.
-¡¿Crees en milagros?! - preguntó con sorna -. Yo no, porque soy realista. Nunca voy a ser madre, y tú nunca vas a tener mis hijos. ¡Deberías de una vez cancelar nuestro estúpida boda, porque te vas a casar con una mujer seca! -Trato de levantarse para alejarse de ese hombre, quien la capturó de su cintura y la juntó con él. Ambos acostados en el futón, no la deja ir.
-No vuelvas a menospreciarte, yo así te amo, yo así quiero estar contigo. Tú no crees en milagros, pero yo sí -susurró sobre sus labios -. Los milagros no deben ser lo que uno pide, pueden llegar con una simple cosa en la que uno debe poner de su parte para que nuestros deseos se cumplan. Ya te dije que después de un año, cuando tu vientre se encuentre en un mejor estado, podemos tratar de que quedes embarazada. Después solo debo cuidarte para que no vuelva a pasar un aborto.
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Caprichos de Lady Madara [Finalizada]
FanfictionLos caprichos de Lady Madara son únicos. Quién diría que tras fría Kunoichi hay una caprichosa dama. Senju Hashirama, está tan obsesionado con la Uchiha de sus ojos, que hará hasta el mínimo caprichito que ella le ponga en juego. ¿Aguantará el Hokag...