Caminando por un bosque verdoso y húmedo, Lady Madara buscaba en dónde pasar la noche. Ya llevaba tres días sin dormir y vagando por el País del Té, en busca de la bestia con nueve colas. La información que ha obtenido hasta entonces, la llevó hasta ese lugar lejos del país de fuego. Con la vista borrosa por sus tantas batallas, quería lograr algo, antes de perder la luz de sus ojos, llevar consigo a la bestia más poderosa para entregarla a su amado, quien puede usarlo en contra aquellos que intentarán atacar a Konohagakure no Sato. La poderosa kunoichi toma en cuenta que cuando pierda la luz, nunca más volverá a ver, y su poder desvanecerá y sus técnicas se verán ilimitadas. Un regalo a la aldea, ayudará a borrar los malos rumores de su clan y de ella, gracias a su buena voluntad, la que muchos piensan que no posee. El día que ella esté ciega, quiere sentir el poder de la aldea que fundaron, en la comodidad de su hogar acompañada de su primogénito que viene en camino, y de los futuros hijos de ambos letales shinobis produzcan con el paso de tiempo.
Hacía un mes, la azabache con ojeras bien marcadas por debajo de sus ojos negros, se enteró que se encontraba embarazada, no mencionó nada a nadie, en la última semana que pasó acompañando al equipo de espionaje. Pensó qué hacer, si regresar a la aldea junto a su amado y de una vez casarse con él, antes que su embarazo se notará, pero supuso que Hashirama se pondría más necio, y que se negaría a que completará su viaje, ya con un hijo de por medio. Lady Madara, se apretó un ovario y decidió hacer lo que tenía en mente, estando embarazada y después de dar a luz. Cazar una bestia era peligroso, pero cazar a la bestia con nueve colas, era una suicidio. Tomemos en cuenta que, Madara no porta el Mangekyo Sharingan Eterno y tiene los ojos deteriorados. Puede caza a Kurama, por su fuerza y conocimientos, pero perderá una gran poción de su vista, quedará con 10% de luz en ambos ojos.
Cansada por no dormir en los últimos días, Lady Madara acampó en pleno bosque. Removió su armadura, la que en unos meses no le iba a quedar, y la puso a un lado de sus armas: Gunbai y la guadaña. Por último removió su bolso de herramientas y otro bolso que llevaba en donde sus alientos se encontraban al interior. Hizo una fogata sencilla, cocino la cena, y después se sentó apoyando la espalda contra una árbol, a comer mientras la noche caía. Cuando terminó, se quedó en donde mismo a sobar su estómago que aún no se notaba que está embarazada, a oír los alrededores antes de quedarse dormida.
En sus sueños se veía en una casa cómodamente amueblada y muchos niños de cabello azabache corrido y gritando por doquier. Esos niños deben ser su hijos a futuro. Una inmensa felicidad invadió a Lady Madara, pero sintió un nudo en su garganta cuando otro niño que aún no veía en sus sueños: un niño de ocho años con el mismo peinado de Hashirama cuando niño (de hongo), se aproximó a ella y le dijo: «Lástima que haya personas más malas que usted, madre creo que nunca nos vamos a conocer...» Fuera de su sueño, aquella kunoichi sádica y perversa, derramaba lágrimas estando dormida. El hermoso sueño de sus lindos hijos desapareció al sentir un poderoso y malvado chakra delante de ella.
Cuando abrió los ojos, se encontró cara a cara con el nueve colas. Kurama vigiló desde lejos a aquella Uchiha entrarse en su territorio, la siguió con cautela, y sintió sus intenciones. La sorprendió un poco indefensa con la guardia baja. Lady Madara quiso atacar en ese instante, haciendo un movimiento ímpetu para tomar su Gunbai, y cazar a la bestia, pero, el Kyūbi estaba dos pasos delante de ella. Una gran Bijūdama se creó en la boca del zorro de las nueve colas, si Madara no lograba esquivar la grande espera de chakra, hubiese muerto aquella madrugada.
Al día siguiente, herida y con un fuerte golpe en su espalda, Lady Madara logró salir del bosque a puras pocas. Regresaría por el zorro, pero antes debía atender sus heridas y pensar en una buena estrategia para poner al zorro ante sus pies.
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Caprichos de Lady Madara [Finalizada]
FanfictionLos caprichos de Lady Madara son únicos. Quién diría que tras fría Kunoichi hay una caprichosa dama. Senju Hashirama, está tan obsesionado con la Uchiha de sus ojos, que hará hasta el mínimo caprichito que ella le ponga en juego. ¿Aguantará el Hokag...